Jorge Martínez Solano ha sido el primero en elegir especialidad y lugar de destino para realizar el período de formación sanitaria especializada. Su elección: cardiología en el Hospital Gregorio Marañon. Este joven médico nos explica en una entrevista qué le hizo decantarse por esta especialidad, qué metas se propone y qué espera de la residencia, entre otras cosas.
ENTREVISTA A JORGE MARTÍNEZ SOLANO, NÚMERO 1 MIR 2017
- Mientras te dedicaste a preparar el MIR ¿te fijaste el número 1 como objetivo?
- Desde luego nunca me había fijado el 1 como un objetivo; es un premio, el premio perfecto para cerrar esta etapa de estudiante tan bonita. Mi objetivo era conseguir un buen examen para elegir especialidad y hospital sin problemas, consciente de la dificultad de la prueba y el nivel de mis compañeros. Además, en cierto modo me lo planteaba también como un nuevo reto personal en el que dar el máximo de mí mismo y ponerme a prueba.
- ¿Desde cuándo tuviste claro tu vocación por la Cardiología? ¿Viene de familia?
- Desde que empecé la carrera me ha fascinado el mundo del corazón; ya en primero con Fisiología cardiovascular, así como las áreas específicas dentro de Patología general, Anatomía patológica, Farmacología o la propia Cardiología en cursos sucesivos. Aun así, no lo he tenido claro hasta los últimos meses de preparación para el examen MIR porque a lo largo de estos años también me han atraído otras especialidades como Infecciosas, Neurología o las conectivopatías.
No hay tradición familiar como pueda ocurrir con otros compañeros. Nadie de mi familia trabaja en el campo de la salud. En mi caso, tanto el especial interés que me suscitaba el estudio del cuerpo humano en el instituto, como la admiración que sentía desde pequeño por la profesión fueron el impulso clave para empezar Medicina.
- A la hora de conocer tu nota y ser consciente de que eras el primero en elegir especialidad, ¿tuviste dudas?
- En ningún momento la nota ha condicionado mi decisión. De hecho, ya tenía claro que haría Cardiología antes de conocerla, a pesar de que sí que había tenido muchas especialidades rondando mi cabeza durante los últimos años de la carrera.
- ¿Qué te motivó a decantarte finalmente por Cardiología?
- Podría decir que es por su versatilidad, porque dentro de Cardiología puedes dedicarte a ramas tan diversas como imagen, UCI o el cateterismo. También podría decir que es por la responsabilidad, por la acción, por la actividad científica... Sin embargo, en realidad no ha sido una elección tan racional; siento una química especial, como ocurre con el amor, lo decidí de todo corazón.
- ¿Tienes preferencias por alguna subespecialidad dentro de la Cardiología? (cardiología clínica, pediátrica, cardiopatía isquémica…)
- Bastante trabajo me ha costado decantarme por la Cardiología como para tener ya clara una subespecialidad sin ni siquiera haberlas visto realmente. No obstante, es cierto que durante toda la carrera me han gustado más las especialidades médicas por lo que tanto la Cardiología clínica como la UCI cardiológica parece que me llaman más la atención de entrada. De hecho, ya enfoqué hacia ese campo mi TFG sobre los determinantes de las concentraciones de relaxina en pacientes con insuficiencia cardíaca aguda.
- Otra decisión difícil imaginamos que fue la elección del Hospital, ¿por qué razones te inclinaste por el Gregorio Marañon?
- Ha sido una elección complicada porque primero he tenido que decidir salir de mi querida Cartagena, y el Hospital Virgen de la Arrixaca tiene un gran servicio, de hecho, son mis profesores, gracias a ellos me gusta esta especialidad y han sido la fuente de mi inspiración.
A pesar de todo tenía ganas de salir y conocer una gran ciudad como Madrid, con mucho ritmo y mucha vida. Soy joven y es un buen momento para ser valiente, para pensar en calidad y no en comodidad.
Probablemente podría haberme formado muy bien en cualquier hospital de Madrid, todos me han parecido excepcionales. No obstante, creo que el Gregorio Marañón es muy completo, con una de las UCI cardiológicas más grandes de España, unidades de cardiopatías familiares y congénitas, tiene trasplante y unidad de insuficiencia cardíaca; cuenta con una plantilla de profesionales con una trayectoria brillante; tiene una capacidad investigadora; el ambiente del servicio, las dos veces que fui a visitarlo me sentí muy cómodo, fueron encantadores conmigo y se notaba el buen rollo que hay entre ellos y, por último, es un hospital con mucha actividad y un gran volumen de pacientes; considero que el trabajo y el sacrificio me harán aprender más, como ha ocurrido hasta ahora.
- ¿Qué esperas de la residencia y de los profesionales con los que tendrás la oportunidad de trabajar?
- Empieza una etapa en la que tengo puestas muchas expectativas. También a nivel personal, por supuesto. A nivel profesional, espero una gran actividad asistencial y científica, quiero formarme y salir siendo un buen cardiólogo. Seguro que los cardiólogos con los que voy a trabajar serán muy docentes y me ayudarán a sacar lo mejor de mí. Voy a dar todo lo que tengo, es lo que siempre hago y me gustaría terminar, al menos, con la misma ilusión con la que empiezo.
- ¿Te pones alguna meta dentro de la Cardiología?
- En este momento pienso que la prioridad es completar una buena formación asistencial y científica.
- ¿Sabes lo que se hace desde la Sociedad Española de Cardiología?
- Aún no conozco muy bien sus funciones, he oído hablar de las becas, los congresos, la Revista Española de Cardiología…y seguro que otras muchas herramientas e iniciativas. Así, entiendo que es una organización científica que contribuye a la investigación y está comprometida con la formación y la divulgación del conocimiento a nivel internacional, al final para mejorar la salud cardiovascular de la población, que es el objetivo común de todos.
- ¿Estarías interesado en formar parte de ella?
- Seguro que sería muy enriquecedor.