Recientemente se han conocido los resultados finales del Registro RIBS VI que confirma que los dispositivos vasculares bioabsorbibles (DVB) son una opción segura y eficaz en el tratamiento de pacientes que presentan una reestenosis intra-stent (RIS). Sin embargo, al comparar los DVB con los stents farmacoactivos metálicos de nueva generación se concluye que estos últimos son superiores tanto desde un punto de vista clínico como angiográfico.
No obstante, el Dr. Fernando Alfonso Manterola, coordinador principal del Registro RIBS VI puntualiza: “Los DVB han logrado demostrar tener una excelente capacidad antiproliferativa sin la necesidad de un implante metálico permanente en la pared vascular. Esta característica es especialmente atractiva para pacientes que ya tienen una o varias capas de metal en la pared coronaria”.
RIBS VI es un estudio promovido por la Agencia de Investigación de la SEC que se enmarca dentro del programa RIBS (Restenosis Intra-stent: Balloon angioplasty vs Stent implantation) y que tiene como objetivo conocer el mejor tratamiento intervencionista para este tipo de pacientes.
Este Registro incluyó a 141 pacientes con RIS sintomática o con evidencia de isquemia. Tras un seguimiento de un año, que incluía una valoración angiográfica tardía sistemática a los nueve meses (efectuado en el 95 % de los pacientes), los investigadores comprobaron que los resultados de los BVS (datos angiográficos analizados de forma centralizada) fueron buenos (diámetro luminal mínimo en el seguimiento de 1.87 mm, perdida angiográfica tardía de 0.23 mm, tasa de reestenosis del 11%).
Por su parte, en todos los pacientes (100%) se obtuvo un seguimiento clínico al año del tratamiento. Durante este tiempo ningún paciente falleció, mientras que cuatro (2.8%) presentaron un infarto de miocardio y dieciséis (11.3%) requirieron nueva revascularización de la lesión tratada con el DVB. Así, al año de seguimiento, el 86% de los pacientes estaba libre de muerte cardiaca, infarto de miocardio o necesidad de nueva revascularización de la lesión tratada.
“Nuestros resultados en estos pacientes relativamente complejos han sido muy buenos. Dentro del primer año solo un paciente sufrió una trombosis definitiva del DVB debido a una discontinuación precoz del doble tratamiento antiagregante” apunta el Dr. Alfonso.
Con las conclusiones extraídas del estudio RIBS VI solo queda esperar la llegada de nuevas generaciones de DVB con elementos de soporte más finos y más resistentes que potenciaran su seguridad y eficacia.