En muchas ocasiones el diagnóstico de miocardiopatía no compactada (MNC) es todo un reto ya que los criterios diagnósticos tienen baja especificidad y es difícil decidir si el ventrículo está realmente no compactado o simplemente hipertrabeculado.
Los autores de este estudio se plantearon analizar si existe relación entre la realización de actividad física intensa (AFI) y el desarrollo de un fenotipo similar a la MNC en la población general. Para ello realizaron una resonancia magnética (RMN) cardiaca y midieron la actividad física con un acelerómetro en una cohorte de 705 participantes del estudio PESA (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis Study), un estudio español organizado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) diseñado con el objetivo de evaluar la prevalencia y la progresión de la arteriosclerosis subclínica.
En este grupo de personas (edad media 48 años, 16% mujeres) se midió el número de minutos por semana de actividad física intensa (AFI) y se valoró la presencia en su RMN de diferentes criterios morfológicos publicados en la literatura para el diagnóstico de MNC. En el análisis principal se utilizó el criterio de Petersen (relación entre el espesor del miocardio no compactado y el compactado -NC/C-superior a 2.3 en imágenes de eje largo), que es el más usado en RMN cardiaca, pero también se valoraron otros criterios como el de Jacquier (masa del miocardio no compactado superior a un 20% del total), el de Grothoff (relación NC/C superior a 3 en diástole en imágenes de eje corto) o el de Stacey (relación NC/C superior en 2 en sístole en imágenes de eje corto). Posteriormente los participantes fueron divididos en 6 subgrupos en función del tempo de AFI realizado, con un grupo de personas que no habían realizado AFI y 5 grupos correspondientes a los 5 quintiles de la distribución de la actividad.
La prevalencia de un fenotipo en la RMN similar a la MNC según el criterio de Petersen fue significativamente más alta entre los participantes del quintil con mayor AFI (30,5%) que entre los participantes que no realizaron AFI (14%). Se obtuvieron resultados similares usando los criterios de Jacquier y de Grothoff. La prevalencia de fenotipo de MNC usando el criterio de Stacey fue mucho más baja (3,6% y no se asoció con la realización de ejercicio. La presencia de un fenotipo de MNC fue independiente del tamaño ventricular. Los datos sugieren por tanto que la actividad física es un factor importante que podría ser causa de hipertrabeculación marcada en sujetos asintomáticos.
Comentario
La miocardiopatía no compactada es una de las variantes más características de miocardiopatía primaria. En el momento actual su diagnóstico está basado en las pruebas no invasivas de diagnóstico por la imagen.
Habitualmente la enfermedad se sospecha en el ecocardiograma cuando se aprecia que el ventrículo izquierdo tiene una pared marcadamente trabeculada. Para hacer el diagnóstico nos apoyamos en criterios morfológicos, de los cuales el más empleado es el criterio de Jenni (que consiste en la presencia de una relación NC/C superior a 2 medida en telesístole en planos de eje paraesternal corto). Sin embargo, como ocurre con casi todas las variables que usamos en cardiología, no existe un punto de corte mágico para la relación NC/C que sirva de frontera entre lo normal y lo patológico y diferenciar entre “miocardio muy trabeculado” y “miocardio un poco no compactado” se convierte en muchos casos en un reto imposible.
Con la resonancia magnética nos pasa más de lo mismo. Efectivamente podemos ver con más nitidez las trabéculas y podemos valorar con más definición la relación NC/C (en este caso usamos el criterio de Petersen, que consiste en una relación NC/C mayor a 2.3) pero de nuevo lo que hacemos es basar el diagnóstico en un único parámetro que está lejos de ser perfecto. En el estudio MESA se describió que, si se mide con rigurosidad germánica la relación NC/C en la RMN cardiaca de pacientes sanos sin enfermedad cardiovascular, un 43% de las personas cumplen el criterio diagnóstico de MNC en un segmento y un 6% de las personas en dos. La presencia de fenotipo de MNC es frecuente en personas de raza negra, en atletas, en embarazadas y en patologías como la miocardiopatía dilatada o la hipertrófica. Por esta razón existen expertos que sugieren que la MNC más que una enfermedad concreta es en realidad un patrón morfológico que puede verse en procesos de todo tipo, tal vez como una forma de respuesta a la sobrecarga ventricular.
Este trabajo es muy importante porque es el primero que describe una relación entre la actividad física y la presencia de criterios en MNC en la población general. En estas personas un diagnóstico de MNC tiene un impacto notable, ya que suele ser casa de descalificación para actividades deportivas. Nuestro criterio diagnóstico da la alarma en un 17% de sanos, porcentaje que sube al 30% entre personas con actividad física intensa regular. Dicho de otra manera, nuestro criterio es poco fiable y nos puede llevar a sobrediagnosticar fácilmente lo que no es más que una hipertrabeculación sin más. No está de más recordar que el momento actual se admite que la presencia de hipertrabeculación que cumple criterios de MNC por sí sola es insuficiente para hacer el diagnóstico de MNC en pacientes sin historia familiar de miocardiopatía o historia de arritmias, síncope o disfunción ventricular.
Referencia
Association Between Left Ventricular Noncompaction and Vigorous Physical Activity
- Jose A. de la Chica, Sandra Gómez-Talavera, Jose M. García-Ruiz, Ines García-Lunar, Belén Oliva, Juan M. Fernández-Alvira, Beatriz López-Melgar, Javier Sánchez-González, José L. de la Pompa, Jose M. Mendiguren, Vicente Martínez de Vega, Antonio Fernández-Ortiz, Javier Sanz, Leticia Fernández-Friera, Borja Ibáñez, Valentín Fuster.
- J Am Coll Cardiol. 2020 Jul 21;76(3):233-246.