Se trata de un estudio prospectivo observacional y multicéntrico de una larga cohorte de atletas remitidos desde 2008 a 2013 para evaluación médica previa a la competición. Los objetivos de la investigación fueron: 1) determinar la prevalencia de patología cardiaca en atletas con inversión patológica de la onda T (IPOT); 2) evaluar la eficacia de la inclusión de la resonancia magnética cardíaca en la batería de pruebas complementarias para su estudio.
Las ondas T invertidas son un hallazgo raro en atletas sanos (a excepción de los atletas africanos en derivaciones V1-V4, aVR y III) por lo que no pueden ser atribuidas a la adaptación fisiológica. Sin embargo, guardan estrecha relación con patologías relacionadas con la muerte súbita en atletas- miocardiopatía hipertrófica (MCH), miocardiopatía dilatada (MCD), ventrículo izquierdo no compactado (VINC), displasia arritmogénica del ventrículo derecho (DAVD) y miocarditis Por tanto, el manejo de estos pacientes es extremadamente complejo debido a la relación de la inversión de dicha onda con patología cardiaca, así como por el hecho de que dicha alteración eléctrica podría ser la única forma de manifestación de la misma.
Para ello se reclutaron 6.372 atletas entre 2008 y 2013 que fueron remitidos para evaluación médica antes de empezar a competir. Un total de 155 presentaron IPOT y fueron incluidos en el estudio, siendo excluidos aquellos con inversión atribuible a patología conocida, consumo de fármacos o alteraciones electrolíticas. Se les realizó una historia clínica precisa (antecedentes de mareo, síncope, muerte súbita en familiar de 1erº...), un ECG en reposo, ecocardiograma transtorácico, resonancia magnética cardiaca, ergometría maximal, holter 24 horas y evaluación anual clínica.
La historia familiar fue positiva en un 6% (9 casos): 5 MS (3 de causa desconocida, 1 MCH, 1 MCD) y 4 MC (3 MCH, 1 DAVD). En el ECG lo más prevalente fue la IPOT en cara inferior y/o lateral. (84%). La eco fue anormal en el 24%: 31 casos de MCH, 3 DAVD, 2 VINC, 1 alteraciones segmentarias de la contractilidad. En un 21% fue sugestivo de patología cardiaca pero no concluyente (23 posibles MCH y dos DAVD). La resonancia cardíaca resultó patológica en un 39% con 51 casos de MCH, 4 DAVD, 2 VINC y 4 miocarditis. Sugestiva pero no diagnóstica en un 16% (23 posibles MCH y 2 posibles DAVD). La ergometría resultó normal en el 895 de casos, con normalización de la IPOT en el 79%. Sin embargo, 5 atletas presentaron TVNS (3 DAVD, 1 VINC y 1 miocarditis) y uno caída tensional (VINC). En la evaluación anual y seguimiento, 3 atletas (3,3%) presentaron síntomas graves; 1 parada cardiaca durante el ejercicio, resucitada (de causa desconocida), 1 síncope (de causa desconocida pero con historia familiar de MS) y 1 síntomas de insuficiencia cardiaca (MCD).
En conjunto, la patología cardiaca fue puesta de manifiesto en un 44,5 % de los atletas con IPOT. La patología más prevalente fue la hipertrófica, seguida de la DAVD (2,6%) y la miocarditis (2,6%). A pesar de que la mayoría fueron identificadas al inicio (92,8%), un 7,2% fueron diagnosticados durante el seguimiento.
Comentario
El estudio pretendía demostrar la prevalencia de patología cardiaca en atletas con IPOT y examinar la eficacia de la RMC como parte del estudio completo. Los datos demuestran que de 155 atletas con la inversión de la onda T, el 44,5% portaban patología cardiaca grave asociada con riesgo de MS. La RMC aumenta de forma significativa la capacidad diagnóstica para identificar dicha patología, especialmente en aquellos atletas con ecografías normales. Los análisis concluyen que todos los atletas con IPOT deberían ser seguidos anualmente hasta que se les permitiera por completo la práctica deportiva de competición, ya que un 7,2% expresaron la enfermedad tras un análisis clínico inicial normal.En resumen, la IPOT se asoció con patología cardiaca en el 45% de los atletas siendo la MCH la más prevalente. Además, la RMC es fundamental para incrementar la capacidad diagnóstica y detección de alteraciones a este nivel incluso en pacientes con un ecocardiograma normal. Si bien no se puede prohibir la práctica deportiva profesional de forma definitiva, todos los atletas con IPOT deberían ser seguidos anualmente hasta que se pudiera confirmar que la práctica de deporte en el ámbito profesional pudiera ser realizada sin riesgo.
Referencia
The recognition and Significance of Pathological T-Wave Inversions in Athletes- Frédéric Schnell, Nathan Riding, Rory O'Hanlon, Pierre Axel Lentz, Erwan Donal, Gaelle Kervio, David Matelot, Guillaume Leurent, Stéphane Doutreleau, Laurent Chevalier, Sylvain Guerard, Mathew G. Wilson, François Carré
- doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.114.011038.