El diagnóstico diferencial entre hipertrofia ventricular izquierda adaptativa del deportista y la miocardiopatía hipertrófica (MH) no obstructiva con grosor de pared entre 13-15 mm (zona gris) es un problema frecuente en la práctica clínica.
El objetivo de este estudio fue revisar la capacidad del ecocardiograma, el electrocardiograma y las variables clínicas para realizar el diagnóstico diferencial entre ambas entidades.
Para ello, 28 atletas exentos de patología cardiovascular con hipertrofia ventricular ligera fueron comparados con pacientes diagnosticados de MH en la zona gris de similar edad y sexo analizándose variables ecocardiográficas, electrocardiográficas y clínicas entre ambos grupos. En lo que respecta a las variables ecocardiográficas, los atletas mostraron mayor tamaño de ventrículo izquierdo (60±3 vs. 45±4 mm), de aurícula izquierda (42±4 vs. 33±5 mm) y de raíz aórtica (34±3 vs. 30±3 mm), así como valores mayores de velocidad e' por Doppler Tisular del anillo mitral lateral. El parámetro ecocardiográfico con mayor especificad y sensibilidad para el diagnostico diferencial entre ambas entidades fue un diámetro diastólico del ventricular izquierdo (VI) inferior a 54 mm, seguido por un diámetro máximo de la AI superior a 40 mm y una velocidad e' del anillo mitral superior a 11,5 cm/s. Los criterios electrocardiográficos clásicos de hipertrofia del VI (índice de Sokolow) no se mostraron útiles para el diagnóstico diferencial, siendo la presencia de ondas T invertidas de distribución difusa y la historia familiar positiva dos criterios con alta especificidad para el diagnóstico diferencial de ambas entidades pero con una baja sensibilidad.
En conclusión, para el diagnóstico diferencial entre la hipertrofia adaptativa del deportista y la MH con hipertrofia ligera (zona gris), el tamaño de la cavidad ventricular izquierda emerge como el parámetro más seguro, siendo el punto de corte un valor <54 mm útil para el diagnóstico diferencial con el corazón de atleta. Otros criterios como la aurícula izquierda dilatada, la disfunción diastólica del VI, la presencia de ondas T negativas de distribución difusa y una historia familiar positiva nos podrían ayudar a en el diagnóstico diferencial.
Comentario
El diagnóstico de miocardiopatía hipertrófica en deportistas de élite puede ser un reto cuando la hipertrofia es leve (13-15 mm), i.e. zona gris, surgiendo la necesidad de establecer un diagnóstico diferencial con el remodelado fisiológico adaptativo del VI al ejercicio de alta intensidad. Este diagnóstico diferencial constituye un dilema frecuente en la práctica clínica que conlleva importantes implicaciones clínico-terapéuticas por el conocida riesgo de muerte súbita en la MH asociada a la práctica deportiva; así como por las implicaciones socio-económicas que supondría un diagnóstico erróneo de dicha entidad patológica, pudiendo llevar a la descalificación del atleta de todo deporte competitivo. Estas razones hacen esencial el establecimiento de criterios estandarizados, específicos y sensibles para el diagnóstico diferencial de ambas entidades.
Este trabajo establece dos criterios ecocardiográficos simples que nos ayudarían al diagnóstico diferencial como el diámetro diastólico del VI, el diámetro máximo de la AI. Al respecto cabe puntualizar que ambas medidas no están indexadas por superficie corporal, que es importante para establecer un punto de corte y esencial en poblaciones seleccionadas como son los deportistas de élite y las MH con hipertrofía en zona gris. Por otra parte, sorprende el pequeño tamaño de las AI de los pacientes con MH, dicha entidad se caracteriza en su evolución por una progresiva disfunción diastólica del VI que conlleva un aumento de presión de la AI y en consecuencia a una dilatación progresiva; esta controversia considero se deriva de una población seleccionada de pacientes afectos de MH en fases muy iniciales de la patología.
Considero así que la principal aportación de este estudio es establecer la combinación de criterios ecocardiográficos simples, electrocardiográficos y clínicos como la mejor estrategia para el diagnóstico diferencial de la MH con hipertrofia ventricular ligera y el remodelado adaptativo del VI en el deportista. Sin embargo, son necesarios estudios con mayor número de casos y menos sesgos de selección. Así como sería interesante incorporar nuevas técnicas ecocardiográficas como es el speckle tracking para la valoración de la deformación global del VI (strain circunferencial, longitudinal, radial) que nos permita evaluar con mayor sensibilidad la función sistólica del VI.
Referencia
- Stefano Caselli, Martin S. Maron, Josè A. Urbano-Moral, Natesa G. Pandian, Barry J. Maron, y Antonio Pelliccia.
- Am J Cardiol 2014;114:1383-1389.