Datos sobre aptitud y descalificación de deportistas de competición en relación con arritmias y defectos de la conducción. En esta primera entrega nos referiremos a bradiarritmias, fibrilación auricular y taquicardias supraventriculares.
Los deportistas pueden presentar un amplio abanico de trastornos de la frecuencia y del ritmo que, si bien se pueden observar también en la población general, requieren un alto nivel de atención por las circunstancias especiales en las que se desencadenan. Se trata de un tema extenso y generalmente con bajo nivel de evidencia, por lo que estas recomendaciones deben ser tratadas como un apoyo y no como un dogma, debiendo individualizar cada caso y recomendando la valoración de un experto ante situaciones controvertidas. En este artículo comentamos las principales recomendaciones del las guías AHA/ACC 2015 para la práctica de deporte de competición al respecto (Task Force 9), que por primera vez aparecen separadas de la valoración de las canalopatías cardiacas.
En esta primera parte nos centraremos en las bradiarritmias, fibrilación auricular y taquicardias supraventriculares.
Bradiarritmias
- La bradicardia sinusal, ritmo y BAV 1º grado <0,3 seg son frecuentes y en general no requieren mayor estudio ni restricción (I, C).
- Es frecuente observar BAV de 2 grado tipo Wenckebach en deportistas de resistencia, principalmente en periodos nocturnos. Tanto en estos como en deportistas con BCRDHH o BCRIHH se debe valorar la realización de ecocardiografía y ergometría, no presentando restricciones para el deporte de competición si no hay síntomas ni cardiopatía estructural, y muestran en la ergometría mejoría de la conducción AV (en BAV tipo Wenckebach) o ausencia de progresión a BAV tipo 2 o BAV completo en pacientes BCRDHH y BCRIHH (I, C).
- En aquellos con síntomas atribuibles a trastornos de la conducción o con ausencia de mejoría de la conducción con el esfuerzo debe plantearse la realización de holter-ECG y/o estudio electrofisiológico (EEF) para valorar la indicación de marcapasos (MP) (I, C).
- Los individuos con BAV congénito deben ser estudiados con ecocardiografía, holter-ECG y ergometría que reproduzca el nivel de esfuerzo del deporte a realizar. Si en el estudio presentan ritmo de escape a >40 lpm con adecuada taquicardización y QRS <120 mseg pueden participar en actividad competitiva sin restricciones (I, C). Los que presenten BAV completo adquirido tienen indicación de MP independientemente de sintomatología (I, C).
Fibrilación auricular
- Existe evidencia de que los deportistas presentan un riesgo más elevado de presentar FA, principalmente de origen vagal. El estudio debe incluir (además de ecocardiografía) estudio tiroideo y consulta acerca de toma de fármacos, estimulantes y sustancias dopantes (I, B). En general se prefiere el control del ritmo y se valora la ablación con catéter como mejor estrategia, aunque se incide en la falta de datos a largo plazo para rebajar el grado de recomendación (IIa, B), también se podría optar por periodos de desacondicionamiento en casos determinados. En cualquier caso deportistas con FA bien tolerada y autolimitada pueden participar en cualquier deporte de competición sin tratamiento alguno (I, C).
- Respecto al flutter auricular el estudio y recomendaciones son similares, aumentando el grado de recomendación para el procedimiento de ablación con catéter (I, B).
- Como en cualquier situación es recomendable valorar el riesgo de sangrado del deporte específico en caso de que el deportista presente criterios de anticoagulación (IIa C).
Taquicardias supraventriculares
- Al contrario que en las anteriores guías de 2005 (Conferencia de Bethesda 36) en esta edición se agrupan la taquicardia por reentrada intranodal (TRIN), taquicardia mediada por vía accesoria (con o sin preexcitación) y taquicardia auricular, debido a las similitudes en el manejo. En las tres se recomienda realización de ecocardiografía (I, B), y ablación con catéter en deportistas sintomáticos (I, C).
- En deportistas con preexcitación asintomática se debe realizar estratificación del riesgo mediante ergometría (principalmente en <21 años), si no se muestra desaparición abrupta de la preexcitación se recomienda EEF y ablación con catéter si periodo refractario ≤250 mseg debido al alto riesgo de muerte súbita (MS) (IIa, B).
Referencia
- Douglas P. Zipes, Mark S. Link, Michael J. Ackerman, Richard J. Kovacs, Robert J. Myerburg, N.A. Mark Estes III.
- J Am Coll Cardiol. 2015;66(21): 2412-23.