El 'efecto de las vacaciones de Navidad', una elevada mortalidad cardiovascular durante entre el 25 de diciembre al 7 de enero, ha sido ya demostrado en estudios realizados en Estados Unidos, con picos de fallecimiento el día de Navidad y de Año Nuevo.
En Estados Unidos las vacaciones navideñas coinciden con el periodo más frío del año, con bajas temperaturas y la epidemia de gripe. Para diferenciar el efecto debido a la estacionalidad del vacacional, se realiza el análisis en el hemisferio sur, en Nueva Zelanda, donde las vacaciones navideñas son durante el verano.
La mortalidad de Nueva Zelanda durante 25 años (1998-2013) fue analizada según la misma metodología utilizada para valorar la mortalidad de Estados Unidos. Se calcula el número de muertes previsto para cada día del año. El valor esperado se compara con el número real de fallecimientos. Específicamente se compara con los datos obtenidos en las dos semanas previas al 24 de diciembre y las dos semanas posteriores al 7 de enero. Adicionalmente, se analiza si la mortalidad se producía en un centro sanitario, la edad media de los fallecidos también fue analizada y se utilizó para calcular el número de años de vida perdidos por el exceso de mortalidad.
Hubo 738.409 fallecimientos en los 26 años incluidos en el estudio, 197.109 fueron codificados como de origen cardiaco durante este periodo. Se observó evidencia del efecto de las vacaciones navideñas favoreciendo la mortalidad de origen cardiaco con una tasa de exceso de eventos del 4,2% (95% IC 0,7–7,7%), pero sin aumento de la mortalidad en los centros sanitarios. La edad media de los pacientes que fallecieron en Navidad fue de 76,2 años (SD 13,5) frente a 77,1 años en el resto del año (p<0,05). En total, se calculan de 148 a 222 años de vida perdidos por periodo navideño.
Los autores concluyen que la mortalidad cardiaca es superior en las vacaciones navideñas respecto a la prevista y a la mortalidad de las fechas próximas independientemente de la estación y la temperatura. Estos hallazgos coinciden con lo previamente observado en Estados Unidos.
Comentario
Este estudio demuestra que hay un aumento del 4,2% de mortalidad cardiaca extrahospitalaria durante el periodo navideño, independientemente de la estación y en personas de menor edad media en Nueva Zelanda.
Se descarta la relación de la mayor mortalidad ya conocida en el periodo navideño con el frío, la gripe, las infecciones respiratorias, el aumento de la polución, etc. y parecen poder explicarse por el estrés emocional asociado con las fiestas y vacaciones, los cambios en la dieta, el alcohol o incluso por menos personal sanitario disponible o el retraso en acudir si se precisa atención.
Se confirma el dicho popular “de grandes cenas están las tumbas llenas”. En definitiva, la prevención cardiovascular no debe tomarse vacaciones.
Referencia
Revisiting the “Christmas Holiday Effect” in the Southern Hemisphere
- Josh Knight, Chris Schilling, Adrian Barnett, Rod Jackson, Phillip Clarke.
- J Am Heart Assoc. 2016;5:e005098 doi: 10.1161/JAHA.116.005098).