Los profesionales sanitarios tienen más riesgo de contraer la COVID-19 por su contacto con los pacientes. Por ello, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha elaborado una serie de recomendaciones para evitar la propagación nosocomial del virus; es decir, aquella que se produce durante la estancia en el entorno hospitalario.
El Comité Ejecutivo de la SEC recuerda que “a la hora de realizar un procedimiento diagnóstico o terapéutico en cardiología podemos entrar en contacto con pacientes infectados por coronavirus, por lo que antes de realizar cualquiera de estos procedimientos, que van desde estudios de imagen cardiaca hasta procedimientos invasivos cardiológicos como un cateterismo, debemos realizar un triaje de valoración del riesgo de infección por coronavirus”.
Se considera un escenario de bajo riesgo si el paciente está asintomático, no ha tenido contacto con alguien infectado en los últimos 15 días y no ha estado en zona de riesgo en ese mismo periodo de tiempo. El riesgo de infección es moderado si tiene alguno de los anteriores y elevado si además de síntomas ha estado en contacto con algún infectado o en un lugar de riesgo.
“En función del riesgo de infección por coronavirus del paciente y de la prueba o procedimiento cardiológico a realizar se tomarán una u otras medidas de protección”, indica el Comité Ejecutivo.
La ecocardiografía transtorácica, la ecocardiografía de estrés, el TAC cardiaco, la resonancia magnética cardiaca, así como los procedimientos de hemodinámica y de electrofisiología sin necesidad de intubación ortotraqueal son considerados de riesgo intermedio.
Por su parte, la ecocardiografía transesofágica y aquellos procedimientos de hemodinámica y de electrofisiología que requieren intubación son considerados de riesgo elevado.
Las medidas de protección baja incluyen mascarilla quirúrgica, gorro desechable, gafas, bata desechable, delantal impermeable y guantes de nitrilo. Las medidas de protección alta se componen de mascarilla n95, FFP2 o FFP3, gorro desechable, gafas, máscara facial, bata impermeable y dos pares de guantes de nitrilo.
“Todo el material se desechará después de su uso en un contenedor específico, salvo las gafas y la máscara facial, que deben lavarse”, detalla el Comité Ejecutivo, que recuerda también “la necesidad de seguir las indicaciones del Ministerio de Sanidad en cuanto a la técnica de higiene de manos y la secuencia de colocación y retirada del equipo de protección individual”. La SEC también recomienda consultar las continuas actualizaciones en la web del Ministerio de Sanidad sobre las recomendaciones en el contexto de la pandemia de la COVID-19.
Además de estas recomendaciones, la SEC ha elaborado otras de carácter más general:
- Suspender y/o aplazar aquellas pruebas diagnósticas o terapéuticas que tienen carácter electivo; es decir, mantener solo los procedimientos urgentes y emergentes.
- Evitar las consultas presenciales y, en los casos en que sea posible, realizar la consulta vía telefónica o telemática.
- Llevar el fonendoscopio a ser posible en el bolsillo de la bata y limpiarlo tras auscultar a un paciente y antes de auscultar a otro. Asegurar también la limpieza y desinfección de superficies de trabajo, como mesas y teclados de ordenadores, minimizando compartir estos espacios con otros compañeros. Si no fuera posible, limitar el uso de cada zona de trabajo al mínimo de trabajadores.
- Evitar por el momento sesiones clínicas que impliquen un número mayor a cuatro profesionales sanitarios.
- Recomendar a los pacientes hospitalizados evitar espacios comunes y limitar las visitas de sus allegados al mínimo imprescindible.
- Evitar recoger papeles, documentos y manipular las prendas que el paciente dejará a sus acompañantes.
- Siempre que el personal sanitario vaya a tocar a un paciente, deberá extremar al máximo las medidas de higiene de manos con agua y jabón o solución hidroalcohólica antes y después del contacto.
- Poner mascarilla quirúrgica a los pacientes con clínica respiratoria.
- Antes de realizar un procedimiento diagnóstico/terapéutico, realizar un triaje de valoración de riesgo de infección por coronavirus.