El Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares 2008 reunirá en Bilbao a 4.000 profesionales entre los días 9 y 11 de octubre
La mayor parte de las muertes súbitas en deportistas, aún no se detectan a tiempo.
El principal problema de la muerte súbita —que causa más de 200 muertes al año en nuestro país— es que, en la mayoría de los casos, las causas son cardiopatías silentes y desconocidas por el propio deportista.
La prevención de la muerte súbita asociada al deporte pasa por el reconocimiento cardiológico en la participación deportiva, la instauración de los mecanismos necesarios para una resucitación pulmonar y desfibrilación sin demora, y la elaboración de registros nacionales que reflejen estos fallecimientos.
Con la telemedicina habrá menos visitas presenciales, ahorro en los costes y en tiempo para los profesionales, y sobre todo, se ganará en comodidad para el paciente.
La muerte súbita en el deportista y el futuro de la telemedicina centran dos de los encuentros con expertos dentro del marco del Congreso de Enfermedades Cardiovasculares, que se celebra desde hoy y hasta el próximo 11 de octubre, en Bilbao.
Conocer cuáles son las causas más frecuentes de muerte súbita en el deportista, así como las herramientas de las que disponemos para prevenirla son claves para hacer frente a un problema que provoca más de 200 muertes al año en España. Existe una gran preocupación en el colectivo médico por la muerte súbita en deportistas, la cual se ve incrementada cuando sucede en personas jóvenes, bien entrenadas y con un rendimiento físico excelente.
Entre el 74 y el 94% de las muertes ocurridas durante la práctica deportiva se deben a causas cardiovasculares, siendo la patología cardiovascular la causa más frecuente de muerte súbita. Además, su incidencia en las personas que practican actividad deportiva intensa es mayor que en las que no lo practican.
En palabras de la Dra. Araceli Boraíta Pérez, jefe del Servicio de Cardiología del Consejo Superior de Deportes y presidenta del Grupo de Trabajo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “entre los factores involucrados en la muerte súbita durante la práctica deportiva se encuentran los cambios hemodinámicas y electrofisiológicos que se producen durante el ejercicio intenso en individuos susceptibles, es decir, portadores de miocardiopatías, cardiopatías arritmogénicas, algunas anomalías congénitas o cardiopatía isquémica. La estimulación simpática que se produce con el ejercicio intenso favorece la aparición de arritmias y agrava la isquemia miocárdica. Por otro lado, los cambios extremos de temperatura y barométricos también pueden incrementar los cambios hidroelectrolíticos, metabólicos y en la coagulación que ocurren durante el ejercicio, asociándose a casos de muerte súbita”.
Prevención de la muerte súbita
La prevención de la muerte súbita asociada al deporte debe asentarse en tres pilares fundamentales: el reconocimiento cardiológico en la participación deportiva, la instauración de los mecanismos necesarios para una resucitación pulmonar y desfibrilación sin demora, y por último, la elaboración de registros nacionales en los que reflejar este tipo de fallecimientos.
El problema fundamental de la muerte súbita es que en la mayoría de los casos, las causas son cardiopatías silentes y desconocidas por el propio deportista que, además, pueden pasar desapercibidas en los reconocimientos de pre-participación deportiva. Si a todo esto se le añade que no existen unos criterios unánimes de actuación a la hora de limitar la actividad deportiva, se consigue explicar por qué en nuestro país no se detectan a tiempo gran parte de las muertes súbitas en deportistas.
“Hoy en día, los reconocimientos médicos realizados en España son insuficientes a la hora de detectar las patologías más frecuentes asociadas a la muerte súbita y el deporte. En primer lugar, deberían regularse las pruebas incluidas en dichos reconocimientos según la edad del deportista y el nivel de práctica deportiva. En segundo lugar, establecer una normativa que tras la identificación de los sujetos con riesgo, permitiera a las federaciones apartarlos de la competición. Y por último, llevar a cabo una resucitación cardiopulmonar RCP rápida y eficaz”, concluye la doctora Boraíta.
La telemedicina: una práctica asistencial real
Aunque se trata de una práctica clínica que lleva catorce años realizándose, hasta ahora no había entrado en la cantera de servicios como una práctica asistencial real en la mayoría de los hospitales terciarios de nuestro país.
Según el Dr. Ignacio Fernández Lozano, secretario de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “desde el punto de vista de los dispositivos, como marcapasos y desfibradores, la telemedicina va a aportar seguridad a los pacientes y permitirá que los médicos vean en tiempo real todos los eventos graves que pueden ocurrir. Las principales ventajas que aporta son menos visitas presenciales, ahorro en los costes y en tiempo para los profesionales, y sobre todo, se ganará en comodidad para el paciente”.