Las enfermedades cardiovasculares suponen cada vez una carga asistencial mayor, por lo que la SEC ha querido analizar cómo están percibiendo esta situación el colectivo de los cardiólogos. Para ello, la Sociedad puso en marcha a principios de este año el proyecto e-Motiva, gracias a la colaboración de la compañía biotecnológica AMGEN. Se llevaron a cabo entrevistas cualitativas a los miembros del comité científico con el objetivo de recoger valoraciones y opiniones sobre la situación socio-profesional de los cardiólogos en España, así como las experiencias laborales cotidianas en sus centros de trabajo. Toda esta información sirvió para elaborar los contenidos de una encuesta online realizada con la participación de 427 cardiólogos de toda España.
Los resultados de eMotiva ponen el foco en la presión asistencial como uno de los principales problemas en el sistema sanitario. El 51,1% del total de expertos en cardiología atiende a más de 15 pacientes al día y un 7,5% a más de 25 diarios.
El elevado número de pacientes que visitan los cardiólogos, unido a su dedicación en exclusiva a la faceta asistencial de la profesión (en el 62% de los casos), conlleva aspectos perniciosos para su desarrollo profesional, como son la falta de tiempo para estudiar y para investigar.
“Es imprescindible que un especialista en cardiología se forme a lo largo de su carrera profesional de manera continuada, actualizando sus conocimientos a los avances de la ciencia, del mismo modo que resulta ineludible que estos participen en la investigación de las enfermedades que tratan día a día”, apunta el Dr. Manuel Anguita, presidente de la SEC. “La labor asistencial debe combinarse con la formativa e investigadora para lograr la excelencia en nuestra profesión y ofrecer la mejor atención a nuestros pacientes”, puntualiza.
El tiempo dedicado a cada paciente ha sido también uno de los aspectos más reclamados en eMotiva, considerándose como el punto más importante para poder llevar a cabo una medicina de calidad. Según los datos analizados, los cardiólogos cuentan con 18 minutos de media por paciente en consulta, lo que resulta insuficiente en muchas ocasiones para poder ofrecer la atención sanitaria de calidad que estos merecen.
“En función del mayor o menor tiempo empleado en la consulta, los resultados de la misma varían. La información, tanto la que obtiene el especialista como la que recibe el paciente, y la relación que se establece entre ambos, incide directamente en la eficiencia terapéutica. Un mayor tiempo por paciente mejora, entre otros aspectos, la adherencia a los tratamientos”, argumenta el Dr. Iñaki Lekuona, coordinador del comité científico de eMotiva.
Por otra parte, la falta de tiempo hace que también se resienta la comunicación con las familias. “Las consultas no sólo tienen que ver pacientes, tienen que ver familias”, apunta Lekuona, quien aclara que “si hubiera más tiempo se podría proporcionar información clara y detallada también a los familiares y eso redundaría en un mejor tratamiento para el paciente”.
En esos escasos minutos por consulta hay que incluir las excesivas gestiones burocrático-administrativas para introducir la información del paciente en el sistema, unas tareas que han ido en aumento con la digitalización y que ocupan, según eMotiva, el 66,7% del tiempo de los cardiólogos. “La posibilidad de tener las historias clínicas electrónicas o de poder almacenar y analizar datos estadísticos con Big Data es fantástica, pero todo el tiempo empleado en trabajo administrativo va en detrimento de la dedicación a los aspectos clínicos o a mejorar la relación con el paciente”, señala el Dr. Manuel Anguita, quien considera que “la tecnología debería ser un facilitador de nuestro trabajo y lograr que nuestra medicina fuera más humana, no hacer que estemos más tiempo mirando al ordenador que al paciente”.
Con esta realidad, sumada a lo inherente de la profesión, como la toma de decisiones cruciales en situaciones extremas, no es de extrañar que los cardiólogos hayan valorado su nivel de estrés como “notable” (7,6 sobre 10). El 64,8% trabaja más de 40 horas semanales (46,55 horas de media). Se realizan de media 3,4 guardias al mes. El 79,6% no está de acuerdo con su salario, el 49% no cuenta con plaza fija y casi la mitad de los encuestados define su situación laboral como “precaria”.
Para el Dr. Manuel Anguita, “esta es una profesión muy vocacional y eso ayuda mucho a mantener la motivación por ofrecer la mejor atención a nuestros pacientes, pero desde la SEC consideramos, respaldados por las conclusiones de eMotiva, que en los últimos años se está poniendo al límite a estos profesionales, sin recibir en muchas ocasiones el reconocimiento que merecen. No olvidemos que los grandes beneficiados de la mejora el sistema van a ser siempre los pacientes cardiovasculares”.
Tres propuestas clave para mejorar la atención a pacientes cardiovasculares
1. Estabilidad y dignificación de la profesión
“Es fundamental que los cardiólogos cuenten con una mayor estabilidad en su puesto de trabajo, evitando contratos basura o aquellos que tienen que renovarse cada pocos días o meses. Eso no quita que no deba evaluarse y revisarse el rendimiento de los especialistas de forma objetiva, pero conviene mejorar la estabilidad”, apela el Dr. Anguita, quien añade que “para dignificar la profesión, además, convendría revisar los sueldos acorde a los países de nuestro entorno y eliminar las grandes desigualdades existentes en este sentido entre comunidades autónomas, donde por los mismos puestos se ingresan hasta mil euros al mes de diferencia según la autonomía donde uno desarrolle su profesión”.
“Cabe destacar que España se encuentra en un rango bajo respecto a los países europeos en cuanto al número de cardiólogos, con 5,6 por cada 100.000 habitantes, por lo que quizás sería bueno revisar también este punto”, añade el presidente de la SEC.
2. Apoyo con personal administrativo para labores burocráticas
“Para reducir las listas de espera y poder mirar cara a cara a nuestros pacientes, en vez de estar frente al ordenador, contar con el apoyo de personal de soporte administrativo resultaría idóneo”, apunta Anguita.
3. Selección de pacientes cardiovasculares que precisan seguimiento continuo
“Existe un considerable número de pacientes que tuvieron un problema de salud hace mucho tiempo pero que lo han superado y, aun así, continúan yendo a revisiones rutinarias durante décadas. Resultaría óptimo delimitar muy bien qué pacientes son aquellos que realmente se benefician de ese seguimiento continuo por parte del cardiólogo. En el proyecto SEC PRIMARIA estamos trabajando para determinar qué patologías, una vez estabilizadas, pueden ser seguidas por médicos de atención primaria, de modo que aquellos pacientes que realmente lo necesiten, cuenten con más tiempo de visita con su cardiólogo”, concluye el Dr. Anguita.