Adaptar las nuevas guías europeas de insuficiencia cardiaca (IC) a la práctica clínica en España no solo es una tarea compleja, sino que también resulta absolutamente necesaria. La disponibilidad de estas nuevas recomendaciones y su complementación o integración con otras directrices que estaban empleándose hasta el momento ha sido objeto de análisis y debate en un simposio celebrado durante el Congreso SEC21 de la Salud Cardiovascular.
Como admite el Dr. Domingo A. Pascual Figal, “la mayor dificultad de las guías es trasladar sus recomendaciones a la práctica clínica con nuestros pacientes por lo que, teniendo en cuenta que tenemos nuevas guías de IC, esta sesión ha sido tremendamente útil e idónea para compartir ideas sobre ellas y sobre cómo implementarlas en la vida real”.
Estas nuevas guías aportan novedades importantes, algunas muy claras y útiles, que abren nuevas oportunidades, pero también muestran lagunas y recomendaciones controvertidas que plantean dudas sobre cómo aplicarlas. Por ejemplo, como cita el experto del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia), “el nuevo algoritmo de tratamiento en IC con FE reducida va a requerir un esfuerzo adicional de iniciativa y organización local por parte de todos los profesionales que atienden a estos pacientes”; sin embargo, asegura, “esta dificultad supone a la vez una oportunidad para la mejora de la enfermedad a muchos niveles”.
Optimizando la transición al alta
Uno de los aspectos más importantes de resolver radica en las decisiones y acciones a adoptar en relación con el alta hospitalaria del paciente con IC. Una de las novedades de las guías se encuentra en los consejos acerca del manejo del paciente hospitalizado por IC antes y después del alta, pero la SEC ya disponía de un documento de recomendaciones para la mejora de la transición de este paciente desde el hospital al medio ambulatorio. Por eso, apunta el Dr. Pascual, “es imprescindible integrar las recomendaciones de ambos documentos, que están muy cercanas y que son muy relevantes para mejorar el manejo de esta enfermedad”.
En general, las medidas que se establecen son sencillas y claras, pero la dificultad está en asumirlas y trasladarlas a la realidad local de cada área de salud. En opinión del cardiólogo del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, “esta es la mayor dificultad y, para conseguirlo, debemos tener una actitud proactiva a nivel individual y desarrollar iniciativas de acción conjunta como Sociedad”.
Así, se ha generado un decálogo de recomendaciones a seguir. “Son 10 puntos clave, y el éxito viene de conseguir cumplir todo el decálogo”, subraya el Dr. Domingo A. Pascual. Entre los consejos apuntados, “sin duda, es fundamental la descongestión y optimización terapéutica antes del alta (con los fármacos que han demostrado modificar la enfermedad), junto con la visita precoz y la coordinación entre profesionales tras el alta”, destaca este especialista.
En cualquier caso, como concluye el Dr. Domingo Pascular, “la hospitalización del paciente con IC se debe asumir como una oportunidad única que no debemos desaprovechar para mejorar la enfermedad, por lo que debemos hacer un esfuerzo individual y organizativo para conseguirlo”.