Las taquiarritmias auriculares son frecuentes en los pacientes adultos con cardiopatía congénita y la causa más habitual de ingreso en esta población. Entre los pacientes con tetralogía de Fallot reparada la prevalencia de arritmias auriculares es del 20%, mientras que alcanza el 33% en aquellos con anomalía de Ebstein y el 28% en los casos de trasposición de grandes arterias tratada con swich auricular, mediante técnicas de Senning o Mustard.
El Congreso SEC21 de la Salud Cardiovascular ha dedicado un simposio a informar sobre las novedades en arritmias auriculares en pacientes con cardiopatías congénitas, y la Dra. Nuria Rivas Gándara, cardióloga del Hospital Universitario Vall d’Hebron, ha repasado lo que indican las últimas guías de la Sociedad Europea de Cardiología.
“Las guías europeas recomiendan la ablación como tratamiento de primera línea en aquellos pacientes con episodios de taquiarritmia auricular sintomática sostenida. En el caso de la fibrilación auricular, el nivel de recomendación es inferior porque la eficacia de la ablación de este tipo de arritmia en pacientes con cardiopatía congénita es peor que en otros sustratos, aunque puede considerarse en pacientes con cardiopatías simples y siempre en centros con experiencia”, detalla la especialista en cardiología.
Sin duda, la ablación es el tratamiento más efectivo para tratar las taquiarritmias auriculares en pacientes con cardiopatía congénita. Como explica la Dra. Rivas Gándara, los fármacos son poco efectivos y pueden provocar efectos secundarios, “especialmente si tenemos en cuenta que son pacientes jóvenes y en muchos casos con una vida activa”.
Aunque, como en cualquier procedimiento invasivo, pueden producirse complicaciones. “En el caso de los pacientes con cardiopatía congénita, hay que tener en cuenta la variabilidad anatómica y las dificultades específicas en los accesos vasculares. Por esto, este tipo de procedimientos han de realizarse preferiblemente en centros que dispongan de un equipo multidisciplinar con larga experiencia en este tipo de patologías”, subraya la cardióloga.
Controversias y retos
Respecto a las controversias existentes, la Dra. Rivas Gándara indica que uno de los aspectos que genera más debate es si debe ablacionarse únicamente la arritmia clínica, si durante el procedimiento se deben intentar inducir otras arritmias y tratarlas, o si ablacionar todo el sustrato arritmogénico que se identifique. “Estudios recientes apuntan que deberían ablacionarse todas las arritmias inducidas, porque la mayor parte de recidivas en estos pacientes se deben a circuitos no ablacionados. En cualquier caso, sabemos que es conveniente utilizar la tecnología más avanzada con catéteres irrigados y sensor de fuerza de contacto”, detalla la Dra. Rivas.
Para la especialista en cardiología, uno de los principales retos a los que se enfrentan los cardiólogos consiste en “predecir qué pacientes y en qué momento pueden presentar este tipo de arritmias” y, por otro lado, “encontrar la estrategia de ablación que ofrezca una mayor eficacia a largo plazo”.
Y es que, si bien la terapia de ablación es el tratamiento más eficaz en estos pacientes, su eficacia en este grupo de población es inferior a la reportada en otras cardiopatías. “Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las recidivas son debidas a circuitos arrítmicos distintos al ablacionado. Todavía no sabemos si lo más conveniente a largo plazo es hacer una ablación más extensa en el primer procedimiento, abordando todo el sustrato arrítmico, o si por el contrario lo más conveniente es tratar únicamente la arritmia clínica”, termina la especialista en cardiología.