Existe una correlación significativa entre el incremento del producto interior bruto per cápita (PIBpc) y el descenso de la tasa de muerte por insuficiencia cardiaca en España. Asimismo, esta mortalidad está también vinculada al envejecimiento de la población. Lo sugiere un estudio presentado en el Congreso SEC21 de la Salud Cardiovascular.
Para el análisis, llevado a cabo conjuntamente entre investigadores del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña, se utilizaron datos del Instituto Nacional de Estadística, de registros de sociedades científicas y de bases de datos económicas sobre la década entre los años 2009 y 2018 (último año con información disponible al cierre de la base de datos en diciembre de 2020).
La investigación concluye que la tasa de muerte por insuficiencia cardiaca se ha incrementado en la última década, pasando de 37,94 por cada 100.000 habitantes en el año 2009 a 40,96 en el año 2018, lo que supone casi un 8% de incremento, tanto en mujeres como en hombres. La tasa fue un 60% mayor en mujeres, posiblemente debido a su mayor edad, pero su evolución fue paralela en ambos sexos.
Tras analizar el índice de envejecimiento, el producto interior bruto per cápita y la tasa de implante de desfibriladores automáticos implantables, de manera global y por comunidades autónomas, “nuestros datos apuntan a una asociación entre la evolución de los dos primeros índices y la de la mortalidad por insuficiencia cardiaca”, explica el Dr. Jaime Fernández de Bobadilla, uno de los investigadores del estudio. Así, “cuanto menos crece el producto interior bruto de una comunidad autónoma (figura 2) y más envejece su población (figura 3), más aumenta su mortalidad por insuficiencia cardiaca”, aclara.
La insuficiencia cardiaca es una enfermedad crónica con un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes. Se trata de una enfermedad con una elevada y creciente prevalencia e incidencia, resultando una de las principales causas de morbimortalidad en el mundo occidental. En España afecta al 2,7% de la población mayor de 45 años y al 8,8% de los mayores de 74. Además, es la primera causa de hospitalización por encima de los 65 años y representa entre el 2 y el 3% del gasto sanitario español, según el estudio ‘Real world heart failure epidemiology and outcome’, publicado en Plos One.
“Teniendo en cuenta la ingente carga sanitaria, económica y social de la insuficiencia cardiaca en España, consideramos prioritario el desarrollo de programas para mejorar la planificación y la asignación de recursos en este ámbito”, opina Fernández de Bobadilla.