La misión de la Sociedad Europea de Cardiología es “reducir la carga de las enfermedades cardiovasculares". La ciencia y la educación son herramientas importantes para lograrla, y los congresos celebrados por la ESC, por sus Asociaciones y por algunos Grupos de Trabajo y Consejos son clave para difundir la ciencia y la educación.
Del viernes 27 de agosto al lunes 31 de agosto, se celebró el “ESC Congress 2021 – The Digital Experience", en formato online y con más de 30.000 inscritos. Este año introducimos muchas novedades aunque, muchas otras, ya estaban implementadas del año pasado, cuando celebramos el primer ESC Congress virtual (con sesiones pregrabadas, sesiones en vivo, etc).
Entre las novedades incorporadas por primera vez están la modificación de fechas del Congreso (de viernes a lunes), la disposición modificada de las sesiones (con una duración notablemente más corta), los interludios cortos entre sesiones para "facilitar" la transición entre los componentes posteriores del programa, las sesiones de revisiones diarias como "The Day in Focus”, etc. También hubo oportunidad para que las sociedades nacionales de cardiología y las sociedades cardiacas afiliadas de todo el mundo tuvieran sus propias sesiones basadas en el contenido del Congreso. El éxito fue obvio: las evaluaciones que recibimos de los asistentes fueron excelentes y el tiempo promedio de visualización fue de varias horas al día, cuando en otros eventos a menudo se mide en minutos.
¿Con qué debemos quedarnos del ESC Congress?
Cuatro nuevas Guías de Práctica Clínica ESC vieron la luz y, por supuesto, se presentaron muchos estudios y ensayos memorables. Los ensayos STOPDAPT-2 ACS, MASTER-DAPT, ENVISAGE-TAVI abordaron la duración e intensidad de la medicación periprocedimental después de las intervenciones cardiacas y coronarias. Por otro lado, el ensayo aleatorizado ACST-2, que incluyó a 3.625 pacientes, demostró la no inferioridad entre la colocación de stents y el tratamiento quirúrgico de la estenosis carotídea extensa (1% de riesgo a los 30 días y 2,5% de riesgo a los 5 años de accidente cerebrovascular incapacitante o muerte en ambos grupos), aunque con una tasa más alta de accidentes cerebrovasculares periprocedimiento no incapacitantes en el grupo de colocación de stents.
Por otro lado, el SsaSS encontró una reducción altamente significativa de accidente cerebrovascular y muerte en una cohorte de muy alto riesgo (n = 20.995) al proporcionar a los individuos un sustituto de la sal que contiene el 25% de KCl durante un periodo de 6 años.
IAMI fue un ensayo impresionante, aunque terminó prematuramente debido a la pandemia de la COVID-19. Este estudio demostró en 2.571 pacientes con infarto agudo de miocardio que la vacuna contra la gripe administrada durante la estancia hospitalaria redujo significativamente la muerte por todas las causas y la muerte cardiovascular, sin un aumento en la trombosis del stent. Este es un concepto logístico completamente nuevo: alentar a los hospitales a administrar la vacuna contra la gripe durante una estancia en el hospital tras un IAM (en particular, los resultados de este ensayo de 4 años fueron impulsados principalmente por las temporadas de gripe de 2016-2017 y 2019-2020).
APAF-CRT asignó aleatoriamente a 140 pacientes con insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular (pero un complejo QRS estrecho) al control médico frente a ablación del ganglio AV más TRC y demostró un beneficio de mortalidad en el grupo de ablación/TRC. Este ensayo, sin embargo, se discutió muy intensamente porque el periodo de inclusión fue muy largo y para el final del ensayo quedaron muy pocos pacientes.
Finalmente, EMPEROR-PRESERVED se recibió ampliamente como "el primer ensayo que muestra el beneficio del tratamiento del fármaco en pacientes con insuficiencia cardiaca y fracción de eyección conservada". Se aleatorizó a 5.988 pacientes con insuficiencia cardiaca y una fracción de eyección >40% a empagliflozina frente a placebo, y el criterio de valoración primario combinado de hospitalización por IC o muerte CV se redujo significativamente (de 8,7 por 100 pacientes/años a 6,9 por 100 pacientes/años). En un subanálisis, el tratamiento fue beneficioso en pacientes con una FE de hasta aproximadamente el 60%, pero no por encima. Estos resultados son muy similares a los del ensayo PARAGON-HF, presentado en 2019, donde no se encontró un beneficio estadísticamente significativo del sacubitril-valsartán frente al enalapril para el grupo general de 4.822 pacientes con insuficiencia cardiaca y una FE ≥ 45% (¡el cociente de riesgos fue de 0,72-1,00!). Sin embargo, después de estratificar a los pacientes por tener una FE por encima o por debajo de la media de toda la cohorte, los pacientes con una FE < 57% mostraron beneficio. Ya se habían reportado resultados similares basados en el ensayo TOPCAT, donde los análisis de subgrupos sugieren un beneficio de la espironolactona en pacientes con insuficiencia cardiaca y fracción de eyección conservada, siempre y cuando su FE fuera inferior a aproximadamente el 55%.
Si retrocedemos hasta el Congreso ESC 2021, uno de los principales resultados fue la idea muy clara de que necesitamos mirar más de cerca a los pacientes que hasta ahora a menudo se habían combinado en un solo grupo: aquellos con ICFEr y ICFElr. Separarlos y potencialmente encontrar nuevos umbrales tiene mucho sentido. Hay pacientes con función sistólica deteriorada y pacientes sin ella, y casi parece lógico que estas cohortes de pacientes tengan diferencias sustanciales y respondan de manera diferente al tratamiento. Un paciente con insuficiencia cardiaca y una fracción de eyección del 45%, clasificada oficialmente como "no reducida", puede tener más en común con un paciente con ICFEr y una FE del 38% que con otro con insuficiencia cardiaca "no reducida" que tiene una FE del 62%. Incluso la clasificación actual de "insuficiencia cardiaca con fracción de eyección ligeramente reducida", que se extiende del 40% al 49%, puede necesitar ser revisada ligeramente al alza, lo que promete convertirse en un campo extremadamente dinámico en los próximos años.
Otras dos observaciones que destacar son:
- ¡Los congresos virtuales funcionan! Por supuesto que muchos participantes extrañan la interacción personal y el cambio de escenario que, como todos sabemos, puede ser propicio para aprender y recordar y, sin duda, la alegría de encontrarse inesperadamente con viejos amigos de todo el mundo. Pero la experiencia de aprendizaje puro, la "transmisión de información", escuchar las opiniones de expertos y participar en discusiones puede funcionar bastante bien en un modelo online. El componente virtual está aquí para quedarse y no hay que tenerle miedo.
- ¡La cardiología sigue siendo emocionante! La cantidad de nuevos datos, nueva información, nuevos conceptos y conocimientos fue impresionante en el Congreso ESC 2021 – “La Experiencia Digital”. Podemos considerarnos afortunados de trabajar en un campo en continua evolución, junto con todas las oportunidades y desafíos que esto puede traer.
Stephan Achenbach
Presidente de la ESC