El Grupo de Trabajo de Cardio-Oncología de la SEC y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) han puesto en marcha, con la colaboración Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), el Registro Español de Toxicidad Cardiovascular por Inmunoterapia (SIR-CVT), que nace con el objetivo de definir el perfil de riesgo de toxicidad cardiovascular y las estrategias de seguimiento de los pacientes con cáncer que reciben inmunoterapia (ICI).
Además, también pretende validar la utilidad de un nuevo biomarcador de miocarditis (micro RNA 721, miR-721) demostrando su utilidad diagnóstica y diferenciándola del daño miocárdico isquémico. “Este miR-721 puede ayudar en el diagnóstico precoz de los pacientes que desarrollan miocarditis, permitiendo instaurar tratamiento pronto y evitar los graves eventos de toxicidad cardiaca descritos hasta ahora”, matiza la Dra. Teresa López Fernández, coordinadora del proyecto y del Grupo de Trabajo de Cardio-Oncología de la SEC.
La toxicidad por inmunoterapia afecta a más del 60% de los pacientes en diferentes grados. Los eventos graves son poco frecuentes, pero entre ellos destaca la toxicidad cardiovascular con un riesgo de mortalidad asociado que muchas veces alcanza el 50%. “De forma clásica se ha relacionado la ICI con miocarditis grave y poco frecuente, pero las series actuales confirman una incidencia de eventos adversos cardiovasculares de al menos 10% en el primer año y un riesgo alto de aterosclerosis prematura en supervivientes de cáncer tratados con ICI. Por ese motivo, la toxicidad cardiovascular obliga a detener tratamientos eficaces y tiene un impacto muy negativo en la supervivencia global de los pacientes”, explica la Dra. López Fernández.
SIR-CVT es un registro español prospectivo, multicéntrico que cuenta en la actualidad con la participación de 18 centros nacionales, todos ellos con un investigador principal oncólogo y un investigador principal cardiólogo. Algunos de estos hospitales ya se encuentran en fase de reclutamiento de pacientes. “Nuestro objetivo es incluir 500 pacientes para poder caracterizar tanto la toxicidad clínica como la subclínica y establecer pautas claras de seguimiento que permitan detectar la toxicidad de forma rutinaria y precoz y, sobre todo, evitar la retirada innecesaria de la inmunoterapia ante alteraciones cardiovasculares no relevantes”, apunta la coordinadora.
Así, el Registro SIR-CVT pretende transformar la práctica clínica hacia estrategias de tratamiento personalizadas y multidisciplinares. “Es necesario desarrollar nuevas vías de atención personalizada para reducir la carga económica y personal causada por los eventos cardiovasculares adversos prevenibles de los ICI y para permitir que los pacientes completen su tratamiento con ICI”, concluye la Dra. Teresa López Fernández.