Este año se han conocido los resultados finales del Estudio REPARA (Registro de paciEntes con disPositivo biorreAbsorbible en la pRáctica clínica hAbitual) que reflejan una alta tasa de eficacia en el tratamiento de lesiones coronarias nativas con dispositivo biorreabsorbible.
Asimismo, la incidencia de trombosis probables o definitivas al año parece ser algo superior a las de los stents farmacoactivos metálicos de última generación, especialmente en el contexto de lesiones en bifurcación y de necesidad de solapamiento de dispositivos. “Tal vez la aplicación de una técnica de implante más estricta (predilatación-adecuado tamaño del dispositivo-postdilatación) redunde en una mejoría de los eventos adversos en el seguimiento”, apunta el doctor Felipe Hernández, coordinador principal del estudio.
REPARA es un registro prospectivo y multicéntrico promovido por la Agencia de Investigación de la SEC cuyo objetivo primario ha sido evaluar la incidencia de eventos cardiacos tras un año de seguimiento en pacientes tratados con al menos un dispositivo coronario biorreabsorbible. Este estudio incluyó a 2.448 pacientes de 49 hospitales entre España y Portugal.
Este objetivo (combinado de muerte cardíaca, infarto de miocardio o necesidad de nueva revascularización de la lesión tratada al año de seguimiento) se alcanzó en el 2.9% de los pacientes. El éxito inmediato del procedimiento fue del 98.9%. Así, la tasa de trombosis probable o definitiva del dispositivo al año fue del 1.6% (0.9% de ellas ocurrieron en los primeros 30 días). Las lesiones en bifurcación (tratadas con un solo dispositivo) y el solapamiento de dispositivos fueron predictores independientes de trombosis en el análisis multivariante.
“Este estudio confirma que la ICP de arterias coronarias nativas con dispositivos biorreabsorbibles es eficaz en diversos contextos clínicos (síndrome coronario agudo y pacientes diabéticos), con una baja tasa de eventos adversos en el seguimiento al año. Por su parte, la incidencia de trombosis del dispositivo, especialmente en ciertos contextos anatómicos como las bifurcaciones y la necesidad de solapamiento de dispositivos, generan cierta duda sobre la seguridad a largo plazo de esta terapia” señala el especialista.
“La eficacia de la terapia parece elevada a corto y medio plazo, con bajas tasas de nuevas revascularizaciones en el seguimiento. Sin embargo, el problema de las trombosis de dispositivos resulta en cifras consistentemente superiores a las de los stents farmacoactivos metálicos, incluso las muy tardías”, apunta el doctor Hernández. Y concluye, “ante estos resultados, estos dispositivos deben ser implantados con técnica exquisita (PSP) y valorar el tratamiento con doble terapia antiagregante a más largo plazo de los 12 meses recomendados inicialmente”.