Uno de los objetivos fundamentales de la SEC es la formación y actualización de los conocimientos de los profesionales relacionados con la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Cada año, la SEC lleva a cabo un amplio programa de actividades formativas (congreso nacional, reuniones de las secciones científicas y filiales, cursos de Formación de la Casa del Corazón, etc.). También, y en relación con el desarrollo de nuevas tecnologías de la información y comunicación, la SEC ha ampliado sus actividades docentes online para poder llegar de forma rápida y atractiva al mayor número posible de interesados.
Los diferentes comités ejecutivos de la SEC han mantenido la formación continuada como uno de sus objetivos prioritarios. En los últimos años se han dado pasos importantes en esa dirección, como han sido el desarrollo del “Campus SEC” y la reciente mejora de las infraestructuras de la Casa del Corazón. Asimismo, se ha producido un importante incremento en las actividades online, con nuevos formatos de cursos mixtos y programas de postgrado.
Formación adecuada a los nuevos tiempos
Sin embargo, en el momento actual, muchas de las formas clásicas de formación continuada corren el riesgo de no satisfacer adecuadamente la demanda educativa. Con la creciente expansión de la patología cardiovascular y el volumen de información e investigación generado, y con la necesidad de una actualización continua, los métodos de formación necesitan evolucionar de forma dinámica para poder ofrecer programas atractivos.
Existen oportunidades para desarrollar nuevas plataformas de comunicación y aprendizaje que pueden facilitar la transferencia efectiva de conocimientos con la mejor calidad y eficiencia. La formación continuada necesita un cambio de paradigma, que debe considerar las temáticas más apropiadas o perfiladas y utilizar herramientas educativas modernas y prácticas. La evidencia emergente de nuevas estrategias educativas abre una serie de expectativas hacia aplicaciones más amplias que también pueden asignarse a etapas diferenciadas de la vida profesional.
Se ha demostrado, por ejemplo, que la capacitación basada en simulación conduce a una adquisición más óptima de los conocimientos médicos, a un aprendizaje más rápido de los procedimientos y a mejoras en el rendimiento durante las revaluaciones. La simulación también ha demostrado ser una herramienta muy válida para evaluar el trabajo en equipo y la comunicación. La propia SEC ha desarrollado este año iniciativas de este tipo, con el primer curso de formación para residentes mediante técnicas de simulación.
Los rápidos avances de hardware, impulsados por la revolución en los dispositivos móviles, se están acercando cada vez más a las aplicaciones médicas. Estos dispositivos tienen el potencial de proporcionar fácil acceso y nuevos formatos de imágenes que permiten mejorar su visualización y precisión en la interpretación y análisis de las mismas, así como facilitar un aprendizaje mucho más rápido e interactivo.
También la inteligencia artificial y el aprendizaje automático se están incorporando al campo de la cardiología. Una de las vías más prometedoras es la implementación de algoritmos de aprendizaje de refuerzo con los que se pueden detallar vías para el desarrollo óptimo de modelos específicos que pueden mejorar los diagnósticos, las intervenciones y los resultados.
La formación continuada en cardiología requiere nuevos perfiles temáticos y escenarios de mayor participación. La utilización de las tecnologías de la información y comunicación pueden facilitar la aplicación de la evidencia científica y de los conocimientos actuales de una forma más adecuada y en los diferentes escenarios asistenciales. Las innovaciones en el manejo de las enfermedades cardiovasculares van a requerir un rediseño sistemático en la formación continuada, con nuevas estrategias educativas focalizadas hacia aplicaciones más amplias y prácticas, de contenidos más específicos y con mayor interactividad.