Los resultados del estudio BRUISE CONTROL-2, que analiza la necesidad de interrumpir o no los anticoagulantes directos (ACOD) para el implante de dispositivos cardiacos, han sido presentados en las sesiones científicas AHA 17.
En el estudio BRUISE CONTROL-2 (A Randomized Controlled Trial of Continued Versus Interrupted Novel Oral Anticoagulant at the Time of Device Surgery), 662 pacientes en tratamiento con apixabán, dabigatrán o rivaroxabán se randomizaban a no interrumpir ni la dosis matutina del ACOD previa a la cirugía de implante de dispositivo cardiaco (marcapasos o desfibrilador) o suspenderlo 2 días antes (o según función renal en el caso de dabigatrán) del procedimiento, reiniciándolo 24 horas después.
El estudio fue interrumpido precozmente por ausencia de diferencias entre los grupos. Hubo tan solo 7 hematomas significativos en cada uno de los grupos. Tampoco existieron diferencias significativas en los objetivos secundarios (cualquier tipo de hematoma, neumotórax, taponamiento, ictus…).
Con estos hallazgos, los autores concluyen que cualquiera de las dos estrategias es igualmente válida.
Comentario
Se trata de un estudio que era necesario para nuestra práctica clínica, ya que cada vez es más frecuente el uso de ACOD, y que en muchas ocasiones estos pacientes son sometidos a implantes de dispositivos.
La mayor limitación que le encuentro al estudio es que no presentaba poder estadístico para poner en evidencia posibles diferencias en el riesgo de ictus o AIT entre ambas estrategias. Pero dado que no suspender el ACOD antes del procedimiento no aumenta el riesgo de hematoma quirúrgico, pienso que en la mayoría de los casos actuaremos de este modo, es decir, manteniendo el ACOD durante el procedimiento. No obstante y a pesar de estos resultados, creo que deberíamos evitar los procedimientos en el momento de máxima concentración plasmática del ACOD y llevar a cabo las intervenciones pasadas unas 4 horas de la toma del fármaco.