Vicente Arrarte, Almudena Castro, Xavier Garcia-Moll y Julio Núñez Villota comentan el documento de consenso de la Sociedad Española de Cardiología sobre las indicaciones de los inhibidores de la PCSK9 en la práctica clínica.
En el documento, publicado en la revista REC:CardioClinics, se abordan las causas que impiden un correcto control de colesterol LDL (c-LDL) en los pacientes de más alto riesgo cardiovascular. Los tres expertos comentan en este análisis los tres primeros apartados que estructuran el documento: el reto del tratamiento hipolipemiante, el papel de la proteína PCSK9, la homeostasis lipídica y los anticuerpos monoclonales, y el impacto clínico de los iPCSK9.
“El primer reto es convencer a los profesionales sobre la importancia de bajar el c-LDL lo máximo posible”, señala Almudena Castro (Hospital Universitario La Paz, Madrid), puesto que este colesterol es un claro factor independiente para producir aterosclerosis. El estudio IMPROVE-IT, que proponía un nivel objetivo de 54 g/dl, ha marcado el punto el desarrollo de posteriores investigaciones de PCSK9 que han comprobado el beneficio cardiovascular en cuanto a mortalidad cv, ictus no fatal e infarto no fatal al disminuir los niveles de c-LDL, también en prevención secundaria. Por otro lado, el reto de convencer al paciente. Para la doctora, es muy importante hacer entender al paciente por qué se debe tomar la medicación para reducir la falta de adherencia al tratamiento.
Xavier Garcia-Moll (Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Barcelona) explica la fisiopatología de la proteína PCSK9, cuyo conocimiento es importante para identificar dianas terapéuticas que pueden acabar siendo útiles desde una perspectiva clínica, como es el caso de los i-PCSK9. Así, los diferentes tipos de mutación de esta proteína tiene distintos impactos en los niveles de c-LDL, y al inhibirla se añade un efecto sobre estatinas y sobre ezetimibe de alrededor de un 50% de reducción de c-LDL.
Para hablar del impacto en el enfoque clínico, Julio Núñez Villota (Hospital Clínico Universitario de Valencia) recuerda las conclusiones de los dos ensayos clínicos que avalan la utilidad clínica de los i-PCSK9 para mejorar el perfil lipídico del paciente en cuanto a reducción de eventos clínicos, FOURIER y ODYSSEY Outcomes. Además, los resultados en ciertos subgrupos de población sugieren que podrían verse más beneficiados, como aquellos que han sufrido un IAM en los últimos 12 meses, con enfermedad coronaria extensa o multivaso, enfermedad arterial periférica o con cirugía de revascularización previa, muy habituales en las consultas de cardiología.
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