En el primer programa, el doctor Luis Rodríguez Padial, vicepresidente SEC, comenta el texto publicado en el Journal of the American College of Cardiology, Anterior T-Wave Inversion in Young White Athletes and Nonathletes, sobre alteraciones del ECG. Con el objetivo de investigar la prevalencia y significado de ATWI, el estudio analiza una población 14.646 adultos jóvenes blancos, incluyendo atletas.
Uno de los problemas más importantes en la práctica clínica es la detección del riesgo de muerte súbita en las personas jóvenes, habitualmente debido a problemas como la miocardiopatía hipertrófica, la displasia arritmogénica del ventrículo derecho, el QT largo y el síndrome de brugada... y en todos ellos el electro juega un papel importante. “En la miocardiopatía hipertrófica sobre todo y en la displasia arritmogénica, las inversiones de la onda T son fundamentales”, apunta el doctor.
El problema surge cuando se observa que el deporte produce también cambios en la onda T. Separar aquellos cambios que puedan parecer en condiciones normales en un deporte entrenado de aquellos que pueden deberse a este tipo de patologías es muy importante. Así, los cambios son mucho más marcados en los deportistas de raza negra, en los que sí se ve que puede haber inversión de la onda T en toda la cara anterior (V1, V2, V3 y V4).
En este estudio se observa que se da inversión de la onda T en un 2,3% de los individuos pero que era más frecuente en las mujeres, y también en los deportistas en comparación con aquellos no deportistas. Otro aspecto importante es que se desprenden estudios complementarios que indican que prácticamente ninguno de los pacientes que tienen inversión de la de la onda T en la cara anterior tiene ninguna patología.
La conclusión del estudio es que una inversión de la onda T en personas jóvenes blancas en V1 y V2 entra dentro prácticamente casi de la normalidad. “Desde el punto de vista práctico, una derivación de la onda T en V2, incluso aunque sea deportista blanco, siempre que no existan antecedentes familiares de muerte súbita o ninguna otra característica, no necesariamente implica una patología.”