Estudio longitudinal y prospectivo cuyo objetivo es analizar la asociación del riesgo cardiovascular con el deterioro cognitivo y el daño estructural cerebral.
En el estudio fueron incluidos 1.588 participantes sin diagnóstico de demencia. La edad media fue de 79,5 años, el 76% eran mujeres y el seguimiento medio fue de 5,8 años.
Los pacientes fueron clasificados según su carga de riesgo cardiovascular estudiada mediante el Framingham General Cardiovascular Risk Score (FGCRS), dividiéndolos en tres grupos: bajo (29%), medio (30%) y alto (41%).
Se evaluó el estado cognitivo al inicio del estudio y anualmente mediante una batería de 19 cuestionarios. Se analizó la memoria episódica, la memoria semántica, la memoria de trabajo, la velocidad de percepción y la habilidad visual-espacial. Además, a 378 pacientes se les realizó una resonancia magnética, evaluando los volúmenes cerebrales y la presencia de hiperintensidades en la sustancia blanca.
Los participantes con puntuaciones más altas de FGCRS tenían peor función cognitiva global y puntuaciones más bajas en memoria episódica, semántica y velocidad de percepción al inicio del estudio. Además eran con mayor frecuencia varones, tenían mayor prevalencia de obesidad, diabetes, hipertensión, antecedente de ictus y enfermedad cardiaca y realizaban menos actividad física.
Se utilizó un modelo lineal de efectos mixtos para estimar el coeficiente-ß para la asociación entre el riesgo cardiovascular y el descenso anual en la función cognitiva.
Durante el seguimiento se observó que en comparación con el tercil bajo, los miembros del tercil con puntuaciones más altas en FGCRS presentaron un deterioro más rápido de la función cognitiva global (ß= −0,019; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: −0,035 a −0,03), memoria episódica (ß= −0,023; IC 95%: −0,041 a −0,004), memoria de trabajo (ß= −0,021; IC 95%: −0,035 a −0,007), y velocidad de percepción (ß= −0,027; IC 95%: −0,042 a −0,011).
En los participantes a los que se realizó resonancia magnética se observó que las puntuaciones más altas en FGCRS se relacionaron con volúmenes menores de hipocampo (ß= -0,021; IC 95%: −0,042 a −0,000), materia gris (ß= −1,569; IC 95%: −2,757 a −0,382), cerebral total (ß= −1,588; IC 95%: −2,832 a −0,344), y mayor volumen de hiperintensidades de materia gris (ß= −0,035; IC 95%: −0,001 a −0,069).
Los autores concluyen que una mayor carga de riesgo cardiovascular se asocia con un deterioro acelerado la función cognitiva y con lesiones vasculares y marcadores de neurodegeneración en la resonancia magnética. Estos hallazgos resaltan la importancia de tratar y monitorizar los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) para mantener una función cognitiva sana en la vejez.
Comentario
Se trata de un estudio con una gran población y un seguimiento largo. Aporta varias novedades con respecto a investigaciones previas sobre FRCV y deterioro cognitivo.
La elevada carga de riesgo cardiovascular se asoció con un empeoramiento acelerado de la función cognitiva global y determinados aspectos cognitivos específicos como la memoria episódica, la memoria de trabajo y la velocidad de percepción. No obstante, el deterioro cognitivo se evidenció desde el momento de reclutamiento. Los participantes con puntuaciones iniciales más altas en el FGCRS mostraron peores resultados en los test cognitivos. Por lo tanto, cuanto mayor riesgo cardiovascular, había peor función cognitiva inicial y un deterioro más rápido de la misma.
Se llevó a cabo un estudio pormenorizado de la función cognitiva mediante la realización de 19 cuestionarios. Se evaluó por separado la función cognitiva global, la memoria episódica, la memoria semántica, la memoria de trabajo, la velocidad de percepción y la habilidad visual-espacial. Sumado a la incorporación de pruebas de imagen, se consiguió una comprensión más detallada de los mecanismos detrás de estos hallazgos.
Las peores puntuaciones en el FGCRS se asociaron con volúmenes cerebrales menores y con más zonas de hiperintensidad de la sustancia blanca. Las hiperintensidades son un marcador de enfermedad cerebral microvascular.
La presencia de hiperintensidades en personas con mayor carga de riesgo cardiovascular y menor volumen cerebral, plantea la posibilidad de que el descenso de volumen cerebral pueda estar relacionado con isquemia. La exposición a FRCV puede acelerar el deterioro cognitivo mediante hipoperfusión, hipoxia, embolias a infartos, causando daño vascular y degenerativo.
Hay que mantener ciertas precauciones al interpretar el artículo. No se deben generalizar los resultados, se trata de una población de voluntarios sanos. No se diferencia entre distintos FRCV. Se desconoce el peso que tiene cada uno de los factores en el deterioro cognitivo. No se evalúan otras variables que se asocian a deterioro cognitivo, como podría ser la fibrilación auricular.
Por último, la ausencia de terapias efectivas para tratar la demencia revela la importancia de controlar los factores modificables para evitar su aparición. El control y tratamiento de los FRCV es una herramienta efectiva en la prevención del deterioro cognitivo incluso en cerebros sanos.
Referencia
Associations Between Cardiovascular Risk, Structural Brain Changes, and Cognitive Decline
- Song R, Xu H, Dintica CS, et al.
- J Am Coll Cardiol. 2020;75(20):2525‐2534. doi:10.1016/j.jacc.2020.03.053