Por distintos motivos, algunos pacientes con indicación de uso de estatinas prefieren tomar suplementos dietéticos cuya evidencia es escasa a la hora de reducir los niveles de colesterol.
El objetivo primario de este trabajo fue evaluar los cambios en el colesterol LDL (cLDL) de los pacientes que toman rosuvastatina 5 mg respecto a placebo y a cada uno de los siguientes suplementos dietéticos (aceite de pescado, canela, ajo, cúrcuma, fitoesteroles y levadura de arroz rojo) a los que se le atribuyen propiedades beneficiosas respecto al colesterol, así como entre los suplementos y el placebo. Como objetivos secundarios se analizaron los cambios en otros biomarcadores lipídicos (cHDL, colesterol total y triglicéridos), e inflamatorios (proteína C reactiva de alta sensibilidad).
Los criterios de inclusión fueron: edad entre 40 y 75 años, concentración plasmática de cLDL entre 70-180 mg/dl y un riesgo cardiovascular estimado de mortalidad a 10 años entre un 7,5-20%. Si el paciente era diabético y con un riesgo cardiovascular < 20% podría incluirse en el estudio si era un hombre entre 40-50 años o una mujer entre 50-60 años. Como criterios de exclusión destacaban la presencia de enfermedad arterioesclerótica conocida o la toma previa reciente de estatinas o suplementos dietéticos. Otros factores excluyentes fueron la enfermedad hepática, un filtrado glomerular < 30 ml/min/m2 o triglicéridos > 200 mg/dl en sangre.
Se seleccionaron un total de 199 pacientes de los cuales completaron el seguimiento un total de 190 individuos (9 abandonos en total): 24 en el grupo de la rosuvastatina, 23 en placebo, 22 en aceite de pescado, 24 en canela, 25 en el del ajo, 25 en el grupo de la cúrcuma, 24 en el de los fitoesteroles y 23 en la levadura de arroz rojo. Se extrajeron dos muestras de sangre de los participantes en el ensayo para determinar esos parámetros, una al inicio y otro al final del seguimiento. Para la comparación de la reducción de los valores de lípidos entre grupos se utilizó el método de análisis de la covarianza (ANCOVA). El análisis estadístico se realizó por intención de tratar.
Tras un periodo de seguimiento de 28 días el porcentaje de reducción de cLDL fue mayor con rosuvastatina (media 37,9%, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 33,6-41,3; p < 0,001) que con placebo o los suplementos que completaron el estudio. La diferencia en la reducción del cLDL entre rosuvastatina y placebo fue del 35,2% (IC 95%: 29,1%-41,3%; p < 0,001). Además, ninguno de los suplementos dietéticos demostró reducción estadísticamente significativa en los valores de cLDL respecto a placebo. Por último, la tasa de reacciones adversas fue similar en todos los grupos analizados.
Analizados por separado, los 7 grupos “no-estatina” no redujeron el cLDL de forma significativa. El mejor resultado se observó en el grupo de levadura de arroz rojo, cuyos individuos vieron reducidos sus niveles de cLDL un 6,6% de media. Los participantes aleatorizados a los grupos de cúrcuma y ajo aumentaron de hecho sus niveles de cLDL un 0,4% y un 5,1% respectivamente.
En cuanto a los objetivos secundarios se observaron diferencias estadísticamente significativas entre la rosuvastatina y el resto de grupos a la hora de reducir los niveles de colesterol total (p < 0,001 en todos) y triglicéridos (p < 0,05 en todos). Por otro lado, no hubo diferencias estadísticamente significativas en cuanto al cambio en los niveles de cHDL, salvo en el grupo de fitoesteroles, que los disminuyeron (p < 0,01) ni tampoco en los valores de proteína C reactiva.
Comentario
Una de las justificaciones principales por las que lleva a cabo este ensayo clínico es el poderoso mercado que existe en Estados Unidos con la venta de productos “naturales” a los que se les atribuyen propiedades de salud beneficiosas. Se estima que esta industria factura unos 50.000.000.000 de dólares anuales. Además, algunos estudios descriptivos han analizado por qué los pacientes con indicación de uso de estatinas deciden no tomarlas. Uno de los más recientes, publicado en el año 2021, indica que casi un 17% de estos pacientes con mala adherencia terapéutica prefieren usar remedios naturales entre los que se incluyes los suplementos alimentarios.
El objetivo primario del estudio era comparar los cambios en el cLDL en el grupo de la rosuvastatina respecto al resto. Cabe destacar que la mitad de los pacientes del grupo de rosuvastatina 5 mg consiguieron disminuir sus niveles de cLDL > 40% (media 37,9%) con lo que se certifica su efecto hipolipemiante de moderada intensidad. Los resultados objetivan que la diferencia en la reducción de los niveles plasmáticos de cLDL de los individuos que estaban bajo el régimen de estatina es estadísticamente significativa respecto a grupo placebo y a los otros seis grupos de pacientes tratados con suplementos (p < 0,001 en todas las comparaciones).
Es interesante ver que el único complemento natural que obtuvo cierto efecto beneficioso fue la levadura de arroz rojo, en cuya molécula hay abundante monacolina K, de estructura idéntica a la lovastatina. Este hallazgo, nada inesperado, alza la cuestión sobre la seguridad de la toma de suplementos dietéticos con efecto farmacológico claro, sin que los pacientes o sus médicos sean conscientes de ello.
En cuanto a los efectos adversos que se dieron en cada grupo cabe destacar que solo ha habido dos eventos mayores: una TVP en un individuo del grupo placebo y el diagnóstico de un hepatocarcinoma en un individuo del grupo del aceite de pescado, eso sí, antes de comenzar a tomar el tratamiento. Un 16% de los pacientes bajo tratamiento con estatina tuvo algún efecto adverso, aunque no se indica de qué tipo, pero sí comenta que estos individuos no sufrieron alteraciones hepáticas, renales o en el metabolismo de la glucosa. Hay que tener en cuenta que se elige la rosuvastatina para este estudio, que ha demostrado una menor tasa de reacciones adversas que la atorvastatina, la estatina de uso más extendido. Los grupos con mayor porcentaje de paciente con eventos adversos han sido los de los grupos de levadura de arroz rojo y fitoesteroles, ambos con un 28%.
Nos falta información acerca de los hábitos higiénico-dietéticos que han seguido estos pacientes durante el seguimiento, ya que sin duda podría sesgar de forma importante los resultados. No se indica que todos hayan seguido una pauta de dieta y ejercicio homogénea intra e intergrupos, por lo que la fiabilidad de los resultados disminuye. Entendemos que es algo difícil de monitorizar, pero es fundamental a la hora de evaluar estos parámetros. Llama la atención en la tabla de características basales de los grupos incluidos en el estudio que la media del IMC de los individuos de cada grupo indica, al menos, sobrepeso. En cambio, los niveles de triglicéridos de los pacientes son normales. El periodo de seguimiento es de solo 28 días, suficiente para observar el efecto hipolipemiante de la estatina, pero no sabemos si también lo es para el de los suplementos.
El mensaje de este trabajo científico es claro: las estatinas son la primera línea de tratamiento farmacológico para conseguir el objetivo lipídico en nuestros pacientes. Si estos se muestran reticentes a tomarlas y, sobre todo si tienen dudas acerca de su eficacia frente a métodos que se venden como “naturales”, este estudio aporta evidencia nueva para contrarrestar esa creencia. Porque es en esto último, en la creencia, que es lo contrario de la evidencia, en lo que se basa la industria detrás de la venta de estos productos para poder llegar cada vez a más personas. Como profesionales médicos debemos ser un contrapeso a este potente lobby y qué mejor que estudios científicos como este para poder cargarnos de argumentos.
Referencia
- Luke J. Laffin Dennis Bruemmer, Michelle Garcia, Danielle M. Brennan, Ellen McErlean, Douglas S. Jacoby, Erin D. Michos, Paul M Ridker, Tracy Y. Wang, Karol E. Watson, Howard G. Hutchinson, and Steven E. Nissen.
- J Am Coll Cardiol. 2023 Jan, 81 (1) 1–12.