¿De qué se trata?
Diversos estudios han comprobado que existe una asociación entre los niveles de glucosa al ingreso en los pacienes con síndrome coronario agudo (SCA) y un peor pronóstico. El objetivo de este trabajo es comparar si es la primera glucemia recogida o bien la glucemia en ayunas la que mejor predice la mortalidad.
Am Heart J 2009;158:989-97
Se estudiaron 811 pacientes consecutivos ingresados por SCA, midiéndose tanto la primera glucemia al ingreso como la glucemia tras una noche en ayunas, comparándose los valores predictivos de ambas mediciones. Los 151 pacientes que murieron tuvieron cifras más elevadas de glucemia (al ingreso y en ayunas) que el resto. Entre los no diabéticos (68,8%) se observó una curva en J entre los niveles de glucosa en ayunas y el riesgo de mortalidad, de tal forma que el riesgo más bajo se encontró con cifras de glucemia de 110 mg/dl, con riesgo significativamente superior con glucemias en ayunas 117 mg/dl. En estos pacientes, el valor predictivo de la glucemia al ingreso y en ayunas persistía hasta el año, pero posteriormente el área bajo la curva de la glucemia en ayunas fue superior que la glucemia al ingreso para la predicción de la mortalidad. En los pacientes diabéticos, ni la glucemia al ingreso ni la glucemia en ayunas fueron predictores de mortalidad, por lo que se concluye que en pacientes no diabéticos, tanto la glucemia al ingreso como en ayunas son marcadores útiles de riesgo, siendo la glucemia en ayunas superior para la predicción a largo plazo.
Comentarios
Los hallazgos del estudio confirman el valor predictivo de los niveles de glucosa en pacientes ingresados por un SCA. Como contribuciones novedosas de este trabajo destacan tres puntos:
- La confirmación de que los niveles de glucemia no tienen ningún valor pronóstico en pacientes previamente diabéticos.
- El hallazgo de una curva en J entre la glucemia y el riesgo de muerte.
- La comparación entre la glucemia al ingreso y la glucemia en ayunas, que hasta un año tienen valores predictivos similares, pero para estimaciones a largo plazo la segunda tiene un valor superior.
Referencia
- Belén Cid Álvarez, Francisco Gude, Carmen Cadarso Suárez, Eva González Babarro, María Xosé Rodríguez Álvarez, José María García Acuna, José Ramón González Juanatey.
- Am Heart J 2009;158:989-97