En un entorno científico quizá parezca hasta un sinsentido hacer hincapié en dos hechos: la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo desarrollado, y es prevenible en más del 80% de los casos (OMS). El matiz es que esta obviedad para los profesionales en cardiología, no lo es para el resto de la población, realidad que nos otorga una gran responsabilidad.
Y es que no sólo debemos investigar, que es necesario y está muy bien. Por supuesto que debemos intervenir, es nuestra ocupación diaria, y nos debemos felicitar por los resultados. Pero no nos deberíamos olvidar nunca de la PREVENCIÓN, la acción más efectiva de todas, considerando además que, en el futuro, no habrá sistema sanitario que pueda soportar los tratamientos de una población envejecida y enferma. Aquí reside la misión principal de la Fundación Española del Corazón (FEC) promovida por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y sin embargo desconocida por gran parte de sus miembros.
El objeto social de la FEC (cito textualmente los fines sociales que figuran en sus Estatutos) es “promover la educación, la prevención y la investigación de la salud cardiovascular en la sociedad civil y el fomento y difusión de hábitos de vida cardiosaludable en la población española”; ardua tarea, yo diría que imposible de realizar en solitario, cuando se tiene como horizonte la posibilidad de evitar más de 94.000 muertes al año (según últimos datos del INE en 2014 fallecían 117.393 debido a causas cardiovasculares).
Dos conceptos clave: la alimentación, variada y equilibrada, el concepto “mediterráneo” y la práctica de ejercicio físico. Dos canales: la población general, y el sector empresarial; y dos medios: la comunicación directa y la “virtual”. En estos parámetros se mueve la FEC para tratar de cumplir con el fin que la SEC le encomendó en su creación, hace ya casi 50 años.
La promoción de una Alimentación saludable es una de las líneas quizá más definidas, más eficaces y a la vez más complejas, dado el entorno legislativo (especialmente el que nos compete, el europeo), y el foco de atención constante de medios y población (no hay semana en la que no se debata sobre el apoyo a ciertos componentes como el omega3, no se condenen productos como las bebidas azucaradas, o no se ponga en tela de juicio la aportación de empresas de este sector a instituciones científicas o asimiladas como la nuestra). Quizá lo más fácil en este contexto, habría sido abandonar esta línea de actuación, pero probablemente no sería una opción responsable para quien predica que la Alimentación es fundamental en el concepto de prevención.
Más bien al contrario, la FEC decidió apostar por su Programa de Alimentación y Salud (PASFEC) y, alentados por los resultados de actuaciones similares en otros países, dialogamos con las principales instituciones públicas que trabajan en este campo, como la AECOSAN, apostamos por un asesoramiento en aspectos de comunicación pública vinculándonos a organizaciones como AUTOCONTROL, y promovimos la creación de un Comité de Nutrición integrado por prestigiosos profesionales de este ámbito pertenecientes a reconocidas organizaciones y apoyado por cardiólogos de nuestra Sociedad.
Me he extendido quizá en el punto más controvertido desde una perspectiva social, pero la FEC desarrolla también otras líneas de actuación en distintos ámbitos y colectivos. Destacar en este sentido programas como el PECS (programa de Empresas Cardiosaludables), que se está implementando en la actualidad entre 20.000 trabajadores de empresas españolas, actividades tan consolidadas como la Semana del Corazón y la Carrera Popular del Corazón. Desde la SEC-FEC hemos impulsado recientemente la campaña: “Salvacorazones” que responde al reto internacional lanzado por la OMS para reducir la carga evitable de enfermedades no transmisibles. Concretamente, se propone reducir el número de muertes por estas enfermedades en un 25% a más tardar en 2025. Esto se traduciría en 30.000 fallecimientos anuales menos por enfermedad cardiovascular en nuestro país.
En el importante ámbito de la comunicación, la FEC difunde su mensaje en distintos canales: los clásicos, con su revista Salud&Corazón, quizá medio más sencillo para llegar a los más veteranos de un área también fundamental: los pacientes, o los más actuales, la comunicación virtual en un entorno 2.0, con una página web que recibe más de 8 millones de visitas al año y una posición destacada en cuanto a redes sociales se refiere (Facebook cuenta con 36.000 usuarios, twiter con 21.000 seguidores y youtube con 6.800 suscriptores y más de 5.5 millones de videos visualizados).
El trabajo es difícil de acotar y son necesarios apoyos de todo tipo, pues la responsabilidad de conseguir trasladar el mensaje de prevención, la necesidad de provocar un giro hacia hábitos de vida saludables y sobre todo, las consecuencias de poder o no conseguirlo, son enormes. Os animo por ello a conocer un poco más la Fundación Española del Corazón (www.fundaciondelcorazon.com), vuestra Fundación, y a colaborar activamente para conseguir en definitiva Potenciar la Vida de las Personas, fin último de todos nosotros, los profesionales de la medicina.