Estudio prospectivo que analizó la mejoría de la capacidad de ejercicio objetivada mediante el consumo pico de oxígeno (CPO2) tras administración de carboximaltosa férrica en pacientes con insuficiencia cardiaca (IC).
Se incluyeron los pacientes con indicación de corrección de déficit de hierro (DH) según las guías europeas de IC (déficit absoluto o funcional de hierro, IC crónica sintomática y FEVI ≤45%). Fueron aleatorizados a tratamiento con carboximaltosa férrica o tratamiento estándar habitual (grupo control). Se evaluó el cambio en el CPO2 a las 24 semanas de la intervención. Como objetivos secundarios se analizaron: calidad de vida, seguridad, biomarcadores cardiacos y parámetros hematimétricos.
Se incluyeron 172 pacientes, 86 en cada uno de los grupos. Ambos grupos eran comparables, con una FEVI media del 32% y un CPO2 de 13,5 mL/min/kg. En el seguimiento se observó un descenso significativo en el CPO2 en el grupo control a las 24 semanas y se mantuvo en el grupo de intervención. Se observó una mejoría en los parámetros analíticos férricos y una mejoría de la clase funcional en los pacientes tratados con carboximaltosa férrica. No se observaron efectos secundarios significativos
Por tanto, según este trabajo, la corrección del DH con carboximaltosa férrica mejora los parámetros analíticos y la clase funcional, y tiene un impacto sobre el CPO2 a 24 semanas cuando se compara con el tratamiento convencional.
Comentario
El DH se ha relacionado en varios estudios con una peor clase funcional e intolerancia al ejercicio en los pacientes con IC. Los estudios FAIR-HF y posteriormente CONFIRM demostraron que su corrección con carboximaltosa férrica endovenosa mejoraba estos parámetros. Así, se recogió en las guías de práctica clínica la recomendación de detectar y tratar el DH en pacientes con insuficiencia cardiaca y fracción de eyección reducida.
Este trabajo confirma mediante el consumo pico de oxígeno calculado en una ergoespirometría una mejoría significativa de la tolerancia al ejercicio y de la clase funcional frente a la no corrección del DH. Además, esta mejoría funcional se acompaña de una mejoría de los parámetros férricos y hematimétricos.
Otra de las novedades de este trabajo es que el análisis se realiza a 24 semanas (6 meses), cuando lo recomendado es hacer una reevaluación a los 3 meses, momento en el que se plantea una nueva reevaluación del DH y su corrección si es necesario. El hecho de que a 6 meses de la administración de carboximaltosa férrica los pacientes mantengan estable el CPO2 y los parámetros analíticos habla del potencial efecto de la corrección del DH a largo plazo.
Por tanto, parece claro que la corrección del DH es imprescindible en los pacientes con IC y disfunción ventricular, algo que debe realizarse con carboximaltosa férrica. Esta actuación tiene un claro impacto funcional, algo cada vez más importante en los pacientes con IC. Queda por evaluar el potencial impacto pronóstico de la corrección del DH, algo que hasta ahora no se ha demostrado de manera consistente.
Referencia
- van Veldhuisen, Ponikowski P, van der Meer P, Metra M, Böhm M, Doletsky A, Voors AA, Macdougall IC, Anker SD, Roubert B, Zakin L, Cohen-Solal A1; EFFECT-HF Investigators.
- Circulation. 2017 [Epub ahead of print]. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.117.027497.