El debate sobre el riesgo cardiovascular asociado con la obesidad metabólicamente saludable (OMS) continúa. Muchos estudios que han investigado el riesgo de la OMS en un seguimiento prospectivo han mostrado resultados contradictorios.
La hipótesis de investigación de este trabajo es que la OMS es un estado de transición hacia el síndrome metabólico (SdM), y que la duración del SdM explica la heterogeneidad en la incidencia de enfermedad cardiovascular y la mortalidad.
Un total de 6.809 pacientes participaron en el estudio MESA. Los autores usaron un modelo de regresión logística y de Cox para investigar la asociación conjunta entre la obesidad y el SdM con la enfermedad cardiovascular y la mortalidad durante una mediana de seguimiento de 12,2 años. Se realizó un análisis de interacción para un rango de diagnósticos que pudieran actuar como covariables, y que se especifican en el manuscrito.
En comparación con los sujetos normopeso, la OMS basalmente no estuvo asociada con la incidencia de enfermedad cardiovascular. No obstante, casi la mitad de estos pacientes obesos desarrollaron SdM durante el seguimiento (OMS inestable). Aquellos que tenían OMS inestable tenían un riesgo incrementado de enfermedad cardiovascular (odds ratio [OR]: 1,60; intervalo de confianza [IC] al 95%: 1,14-2,25), en comparación con aquellos que tenían OMS estable o un peso normal.
La duración del SdM estuvo asociada de manera significativa y linear con la enfermedad cardiovascular (tener 1 revisión con SdM tenía una OR: 1,62; IC 95%: 1,27-2,07; 2 revisiones con SdM, OR: 1,92; IC 95%: 1,48-2,49; 3 revisiones OR: 2,33; IC 95%: 1,89-2,87; valor de p para la tendencia < 0,001). Además, el SdM explicó aproximadamente un 62% (44% a 100%) de la relación entre tener obesidad en cualquier momento del seguimiento y la enfermedad cardiovascular.
Los autores concluyen que la obesidad metabólicamente saludable no es una condición estable, ni un indicador fiable del riesgo futuro de tener enfermedad cardiovascular. La pérdida de peso, y los cambios en el estilo de vida evitando los factores de riesgo cardiovascular clásicos deben recomendarse a todos los pacientes obesos.
Comentario
La obesidad es una de las epidemias del siglo XXI, y su incidencia y prevalencia han aumentado de manera muy importante en todos los sectores de la población.
Una condición muy discutida ha sido el prototipo de "obesidad metabólicamente saludable" (OMS), que básicamente se refiere a individuos obesos que tienen niveles relativamente normales de lípidos plasmáticos, glucosa y presión arterial. Se trata de un grupo de sujetos obesos que podrían no estar en mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Tradicionalmente se ha atribuido un mejor pronóstico a los pacientes con OMS, que tenían un perfil metabólico más favorable que aquellos con obesidad no saludable o SdM, a pesar de tener niveles comparables de grasa corporal.
Los autores de este estudio se plantearon tres hipótesis:
- Los pacientes con OMS al inicio del estudio tendrían un riesgo intermedio (comprendido entre el riesgo para aquellos normopeso y aquellos con obesidad metabólicamente no saludable) de eventos cardiovasculares y mortalidad por todas las causas.
- La transición a SdM explicaría una porción significativa de riesgo de enfermedad cardiovascular para aquellos con OMS, y existiría una relación dosis-respuesta significativa entre la duración del SdM y la enfermedad cardiovascular.
- La relación entre la obesidad y la enfermedad cardiovascular estaría mediada sustancialmente por el SdM, lo que explicaría la ausencia de una asociación independiente de la obesidad con la enfermedad cardiovascular, cuando se ajusta para SdM.
Así, al final del seguimiento, y apoyando las hipótesis planteadas en un inicio, casi la mitad de aquellos con OMS al inicio del estudio desarrollaron SdM durante el seguimiento y luego tuvieron un riesgo significativamente más alto de enfermedad cardiovascular, aunque fue menor que en aquellos con obesidad metabólicamente no saludable (definida como ≥ 3 componentes del síndrome metabólico) desde el inicio. Además, la asociación entre la obesidad y la enfermedad cardiovascular estuvo fuertemente mediada por el SdM, lo que refuerza la premisa de que la obesidad es una causa de riesgo cardiometabólico. Por tanto, suponiendo que este riesgo es debido a una exposición acumulada a la obesidad, su prevención debería de ser prioritaria. La OMS sería un fenotipo inestable y de transición hacia la obesidad no saludable y el SdM, y la identificación temprana de individuos con OMS brinda una oportunidad excelente para la prevención primaria a nivel poblacional, al instituir cambios sencillos en el estilo de vida, como la pérdida de peso y la actividad física regular.
No obstante, una limitación significativa de muchos de los estudios recientes en sujetos obesos, incluido el presente estudio de Mongraw-Chaffin et al., es la falta de información sobre el papel del ejercicio físico y el estado de forma física. Esta información será útil, porque muchos estudios han indicado que la forma física puede ser más importante que el peso para predecir el pronóstico a largo plazo. Además, hay estudios que han descrito un pronóstico excelente para el grupo de pacientes obesos en buen estado de forma física. Es posible que solo aquellos con OMS y niveles bajos de actividad física pudieran tener un riesgo significativamente incrementado de enfermedad cardiovascular, a excepción de la posible insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada, que probablemente se incremente universalmente en la obesidad.
Referencia
Metabolically Healthy Obesity, Transition to Metabolic Syndrome, and Cardiovascular Risk
- Mongraw-Chaffin M, Foster MC, Anderson CAM, Burke GL, Haq N, Kalyani RR, Ouyang P, Sibley CT, Tracy R, Woodward M and Vaidya D.
- J Am Coll Cardiol. 2018;71:1857-1865.