En el segundo día de la reunión anual de la American Heart Association, celebrada en Orlando, se han presentado los primeros resultados del estudio SPRINT (Systolic Blood Pressure InterventionTrial).
RESUMEN
Introducción: el objetivo de presión arterial sistólica más apropiado para reducir la morbilidad y mortalidad cardiovascular en personas sin diabetes no es bien conocido.
Métodos: se aleatorizó a 9.361 pacientes con presión arterial sistólica ≥130 mmHg y riesgo cardiovascular elevado, pero sin diabetes, a un objetivo de control de presión arterial sistólica
Resultados: en el primer año, la presión arterial sistólica fue 121,4 mmHg en el grupo de tratamiento intensivo y 136,2 mmHg en el grupo de tratamiento estándar. El estudio fue interrumpido precozmente, tras un media de seguimiento de 3,26 meses, debido a una incidencia significativamente inferior en la incidencia del objetivo primario en el grupo de tratamiento intensivo (1,65% por año frente a 2,19% por año; HR 0,75 IC95% 0,64-0,89; p < 0,001). La mortalidad por cualquier causa fue también significativamente inferior en el grupo de tratamiento intensivo (HR: 0,73 IC95% 0,60-0,90; p = 0,003). La incidencia de efectos secundarios graves de hipotensión, síncope, anormalidades en electrolitos o fallo renal agudo, pero no en caídas, fue ligeramente superior en el grupo de tratamiento intensivo.
Conclusiones: en pacientes de alto riesgo cardiovascular, pero sin diabetes, tratar la presión arterial sistólico con un objetivo
COMENTARIO
El estudio SPRINT analizó una hipótesis con gran relevancia clínica que no se había evaluado previamente: el control de la presión arterial sistólica en pacientes no diabéticos de alto riesgo cardiovascular a valores
El estudio incluyó a pacientes únicamente en EE.UU. y la muestra inscrita tenía una edad media de 68 años, además de ser de alto riesgo cardiovascular, ya que la presencia de enfermedad cardiovascular previa era del 20,1% y el riesgo estimado por Framingham >20%. El estudio se interrumpió tras un análisis del comité de eventos que dictaminó que las diferencias en el objetivo primario eran demasiado amplias como para mantener el estudio.
El análisis detallado del objetivo primario muestra que el beneficio se debió en gran parte a la reducción en la insuficiencia cardiaca e enfermedad vascular cerebral, pero no de infarto agudo de miocardio u otros síndromes coronario agudos. De hecho, las diferencias en mortalidad por cualquier causa son un resultado sorprendente y muy llamativo, que refleja la relevancia de la hipertensión arterial para descompensar gran cantidad de sistemas.
Falta por conocer cuáles fueron los fármacos empleados durante el estudio y si hubo diferencias en el uso de cada familia entre ambos grupos, aunque por lo comunicado en la sesión, este hecho ya se está analizando y no parece haber diferencias ni ser determinante. Sí se agradece que se presenten los resultados en subgrupos de interés, como por ejemplo los pacientes de >75 años en los que se observó, incluso, mayor beneficio (HR: 0,76).
Los resultados del estudio SPRINT muestran claramente que un programa que busque conseguir un control estricto de la presión arterial sin excesiva celeridad en personas de alto riesgo cardiovascular sin diabetes aporta un beneficio muy relevante en el pronóstico. Estos resultados suponen un gran respaldo al control estricto de la presión arterial en los pacientes de alto riesgo cardiovascular y plantea un cambio sustancial en las recomendaciones de las guías, especialmente las estadounidenses de 2014 (JNC-8), que recomendaban objetivos de presión arterial >150/90 en las personas de >60 años.
Referencia
A Randomized Trial of Intensive versus Standard Blood-Pressure Control
- The SPRINT Research Group.
- N Engl J Med 2015; 373:2103-2116.