Publicado en NEJM.
Introducción
El cardioversor–desfibrilador implantable (ICD) es altamente eficaz en la reducción de la mortalidad en los pacientes en riesgo de arritmias mortales, pero las activaciones inapropiadas son frecuentes y pueden provocar efectos adversos.
Material y métodos
1500 pacientes fueron randomizados. Todos tenían indicación de ICD en prevención primaria. Los pacientes fueron asignados a uno de tres brazos con diferentes configuraciones de la terapia. El objetivo principal fue determinar si la terapia de alta frecuencia (con un retraso de 2.5 segundos antes de la iniciación en un pulso de ≥200 latidos por minuto) o la terapia retrasada (con una demora de 60 segundos a 170 a 199 latidos por minuto y un retraso de 12 segundos o a 200 a 249 latidos por minuto y un retraso de 2.5 segundos a ≥250 latidos por minuto) se asoció con una disminución en el número de pacientes con una primera aparición de terapia antitaquicardia inapropiada o descarga, en comparación con la programación convencional (2,5 segundos de retraso a 170 a 199 pulsaciones por minuto y un retraso de 1 segundo a ≥200 pulsaciones por minuto).
Resultados
Durante un seguimiento promedio de 1,4 años, la terapia de alta frecuencia y retraso del ICD, en comparación con la programación del dispositivo convencional, se asoció con una reducción de una primera aparición de tratamiento inadecuado (cociente de riesgo con la terapia de alta velocidad frente a la terapia convencional, 0,21; 95; intervalo de confianza 95%: 0,13-0,34; P<0,001; cociente de riesgo con la terapia de retrasada frente a la terapia convencional: 0,24; IC 95%: 0,15 a 0,40; P<0,001).
Se observó una reducción de la mortalidad por todas las causas (cociente de riesgo con la terapia de alta velocidad frente a la terapia convencional, IC95%: 0,45; IC 95: 0,24- 0,85; P<0,01; cociente de riesgo con la terapia de retraso frente a la terapia convencional: 0,56; IC95%: 0.30- 1,02; P=0,06). No hubo diferencias significativas relacionadas con el procedimiento en cuanto a eventos adversos entre los grupos.
Conclusiones
La programación de terapias de ICD para taquiarritmias de 200 pulsaciones por minuto o superior o con un retraso prolongado en terapia a 170 pulsaciones por minuto o superior, en comparación con la programación convencional, se asoció con reducciones en terapia inadecuada y todas las causas mortalidad durante el seguimiento a largo plazo.