Publicado en NEJM
Introducción
Los pacientes que han sufrido un primer episodio de tromboembolismo venoso no provocado tienen un alto riesgo de recurrencia tras la discontinuación del tratamiento anticoagulante. La aspirina puede ser eficaz en la prevención de la recurrencia de tromboembolismo venoso.
Material y métodos
Asignamos aleatoriamente a 822 pacientes que habían completado el tratamiento anticoagulante inicial después de un primer episodio de tromboembolismo venoso no provocado a recibir aspirina, en dosis de 100 mg al día o placebo durante un máximo de 4 años. El objetivo primario del estudio fue la recurrencia de tromboembolismo venoso.
Resultados
Objetivo primario
Durante una mediana de seguimiento de 37,2 meses, el tromboembolismo venoso recurrió en 73 de 411 pacientes asignados a placebo y en 57 de 411 asignados a la aspirina (una tasa de 6,5% anual frente al 4,8% al año, cociente de riesgo con aspirina, 0,74, 95% intervalo de confianza [IC]: 0,52 a 1,05; P = 0,09).
Objetivo secundario
La aspirina redujo la tasa de los dos objetivos secundarios pre-especificados: la tasa de tromboembolismo venoso, infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular se redujo en un 34% (una tasa de 8,0% por año con placebo frente a 5,2% por año con aspirina; razón de riesgo con aspirina, 0,66, 95% CI, 0,48 a 0,92; P = 0,01) y la tasa de tromboembolismo venoso, infarto de miocardio, ictus, hemorragia grave o la muerte por cualquier causa se redujo en un 33% (hazard ratio, 0,67 IC 95%, 0,49 a 0,91; P = 0,01).
Objetivos de seguridad
No hubo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto a las tasas de sangrado mayor o no mayor clínicamente relevante (tasa de 0,6% por año con placebo frente a 1,1% por año con aspirina, P = 0,22) o eventos adversos graves.
Conclusiones
En este estudio, la aspirina, en comparación con el placebo, no redujo significativamente la tasa de recurrencia de tromboembolismo venoso pero se asoció a una reducción significativa en la tasa de eventos vasculares mayores, con mejoría en la tasa de beneficio clínico neto. Estos resultados corroboran las evidencias previas del beneficio terapéutico de la aspirina cuando se administra a los pacientes después de la terapia anticoagulante en los casos de un primer episodio de tromboembolismo venoso no provocado.