Publicado en NEJM
Introducción
La combinación de la administración de un inhibidor de la glicoproteína IIb / IIIa y heparina no se ha comparado con bivalirudina específicamente en pacientes con síndromes coronarios agudos sin elevación del segmento ST sometidos a angioplastia coronaria percutánea. Se compararon ambas estrategias de tratamiento en esta población de pacientes.
Material y métodos
Antes de la realización de la angioplastia coronaria percutánea, se aleatorizaron 1721 pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST a recibir abciximab más heparina no fraccionada (861 pacientes) o bivalirudina (860 pacientes).
La hipótesis del estudio fue que la combinación de abciximab y heparina sería superior a la bivalirudina en relación en cuanto a muerte, infarto de miocardio extenso, revascularización urgente del vaso diana, o sangrado mayor a 30 días. Los objetivos secundarios incluyeron la combinación de muerte, cualquier infarto de miocardio recurrente o revascularización urgente del vaso diana (objetivo de eficacia) y hemorragia grave (objetivo de seguridad) a los 30 días.
Resultados
El objetivo primario ocurrió en el 10,9% de los pacientes en el grupo de abciximab (94 pacientes) y en 11,0% en el grupo de bivalirudina (95 pacientes) (riesgo relativo con abciximab, 0,99, 95% intervalo de confianza [IC]: 0,74 a 1,32 , p = 0,94). La muerte, infarto de miocardio, revascularización urgente del vaso tratado, se produjo en el 12,8% de los pacientes en el grupo de abciximab (110 pacientes) y en el 13,4% en el grupo de bivalirudina (115 pacientes) (riesgo relativo: 0,96, IC 95%, 0,74 a 1,25, p = 0,76). La hemorragia mayor ocurrió en el 4,6% de los pacientes en el grupo de abciximab (40 pacientes) en comparación con el 2,6% en el grupo de bivalirudina (22 pacientes) (riesgo relativo: 1,84, IC 95%, 1,10 a 3,07, p = 0,02).
*Objetivo primario del estudio.
Conclusiones
La administración de abciximab y heparina no fraccionada, en comparación con bivalirudina, no logró reducir la tasa del objetivo primario y aumentó el riesgo de sangrado en pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST que fueron sometidos a angioplastia coronaria percutánea.