Objetivo del estudio
Aunque los beneficios del bloqueo de los receptores de la angiotensina con dosis altas en pacientes con nefropatía diabética e insuficiencia cardiaca congestiva (CHF) son bien conocidos, no está claro si esto si esto se puede aplicar a pacientes de alto riesgo con hipertensión arterial.
La hipótesis de los autores es que la administración de dosis altas de ARA II sería más beneficioso que la administración de dosis bajas y un CCB en pacientes ancianos con al menos un factor de riesgo cardiovascular.
El objetivo del estudio fue comparar los resultados de la administración de dosis altas de ARA II en comparación con dosis bajas junto con un bloqueante de los canales de calcio (CCB), en pacientes ancianos japoneses con al menos un factor de riesgo cardiovascular.
Diseño del estudio
Todos los pacientes pasaron por un periodo durante el cual recibieron 20 mg de olmesartán diarios. Los pacientes fueron entonces aleatorizados para recibir olmesartán 40 mg al día, u olmesartán 20 mg / día + un CCB (azelnidipino o amlodipino).
Resultados
Un total de 1217 pacientes fueron aleatorizados, de los que finalmente 1164 fueron evaluables. De ellos, 578 recibieron dosis altas de ARA II, y 586 recibieron dosis bajas de ARA II + CCB. Las características basales fueron similares entre los dos grupos, exceptuando el índice de masa corporal, que fue ligeramente superior en el grupo de dosis altas de ARA II. La presión arterial promedio fue de 158/85 mm Hg, con una frecuencia cardíaca de 73 lat/min. Aproximadamente el 70% tenía antecedentes de enfermedad cardiovascular, incluyendo un 3% con infarto de miocardio, un 8% con ICC y el 18% con accidente cerebrovascular. Alrededor del 54% de los pacientes tenían diabetes tipo 2.
A los 3 años, tanto la PA sistólica y diastólica se redujo en ambos brazos, pero en mayor medida en el brazo de dosis bajas de ARA II + CCB comparado con el brazo de dosis altas de ARA II (PAS 136/133.4 mm Hg y PAD 74,6/73.1 mm Hg, p <0,05).
El objetivo primario combinado de eventos cardiovasculares fatales y no fatales y la muerte no CV fue similar entre el grupo de dosis altas de ARA II y dosis bajas + CCB (10,0% vs 8,2%, riesgo relativo [RR] 1,31, intervalo de confianza del 95% [IC] 0,89-1,92, p = 0,17). Del mismo modo, los eventos CV fatales y no fatales (8,5% vs 6,3%, p = 0,09), enfermedad cerebrovascular (4,2% vs 2,6%, p = 0,08), ICC (2,1% vs 1,4%, p = 0,33), y complicaciones derivadas de la diabetes (0,3% vs 0,7%, p = 0,47) fueron similares entre ambos grupos de tratamiento.
En el análisis de subgrupos, el objetivo primario combinado fue mayor en el grupo de dosis altas de ARA II en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida (12,6% vs 8,4%, HR 1,63, IC 95% 1,06-2,52, p = 0,03). En el subgrupo de pacientes con diabetes tipo 2 y sin otras comorbilidades, se observó una tendencia hacia el beneficio para el objetivo primario del estudio con dosis altas de ARA II (p = 0,14). Los eventos adversos graves fueron similares entre los dos grupos (8,1% vs 8,7%, p = 0,75).
Conclusiones
Los resultados del ensayo OSCAR indican que no hay diferencia en los resultados clínicos entre las dosis altas de ARA y dosis bajas+CCB en pacientes ancianos japoneses con al menos un factor de riesgo CV, a pesar de que se produjo una mayor reducción de la PA con las dosis bajas de ARB + CCB. Sin embargo, en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, dosis bajas de ARA II + CCB fue superior a dosis altas de ARA II solo.
El mecanismo de beneficio en este subgrupo se desconoce, pero podría deberse a la casualidad, o debido a acciones complementarias de los ARA y los CCB. Esto tendrá que ser evaluado en otras poblaciones, ya que las diferencias étnicas y raciales también determinan la capacidad de respuesta a muchos agentes antihipertensivos.