El equipo del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Salamanca resume su experiencia con la primera resonancia magnética (RM) gestionada por cardiología de la sanidad pública española.
Comentario
Si yo tuviera que elegir una única técnica de imagen en cardiología, y no tuviera ninguna restricción, elegiría la resonancia magnética (RM). La RM es la técnica de referencia para evaluar la morfología, función y perfusión cardiaca. La objetividad con la que se mide la función sistólica del ventrículo izquierdo, la del ventrículo derecho o los tamaños, volúmenes de las diferentes capacidades la hacen única.
A finales del año 2013, en el Hospital Universitario de Salamanca, por causa de la crisis económica, no podíamos utilizar esta técnica en la mayoría de los pacientes cardiológicos. Únicamente disponíamos de un día de sala cada quince días y las características técnicas de la RM del hospital con 0,5 T hacía que nuestros estudios no fueran de calidad.
Desde el servicio de cardiología la primera iniciativa que solicitamos fue disponer de algún día más de sala, pero la gran presión asistencial del servicio de radiodiagnóstico no lo hacía posible. Ante esta situación, buscamos iniciativas público-privadas que pusiesen en marcha un modelo innovador, no conocido hasta el momento en nuestro país; instalar una RM en un servicio de cardiología con los objetivos de: poner a disposición del paciente la mejor tecnología en imagen cardiaca, mejorar la formación del servicio, y dar un salto en la investigación.
En julio de 2014 instalamos la primera RM en un hospital público del Sistema Nacional de Salud (SNS) con estas premisas. El equipo instalado es un Philips Achieva DS 1.5T (Philips Healthcare). Tuvimos el acierto de instalarlo en el área de imagen cardiaca, al lado de los ecocardiogramas y también adyacente a las salas de hemodinámica y electrofisiología.
Nuestra actividad asistencial se ha disparado en estos años. Hacemos por encima de las 1.300 RM anuales, con lo que nuestra experiencia con la técnica se ha multiplicado. Si un centro con experiencia debe realizar por encima de 300 RM cardiacas anuales, en solo 3 años hemos alcanzado la experiencia que este centro tardaría 10 años en obtener. Esto ha contribuido a la formación del servicio. De forma que nuestros protocolos clínicos incluyen en su mayoría la realización de una RM dada su disponibilidad. Nuestra lista de espera ha desaparecido. Y de ser un centro que enviaba a sus residentes a rotar por RM y otras técnicas de imagen como el TC, nos hemos convertido en un centro de referencia para la formación de residentes y especialistas de otros hospitales.
Finalmente, hemos de reseñar un aspecto clave en la instalación de la RM: su influencia en investigación. El Hospital de Salamanca se ha convertido en un referente en la investigación cardiovascular en protocolos clínicos que requieran la RM. De hecho, el 25% de nuestros estudios son actualmente protocolos de investigación. Sirva de ejemplo como la RM nos ha acercado a colaborar más dentro del Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) o con centros nacionales de investigación como el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).
La inversión económica de la RM ha generado más ingresos en I+D+i que el coste de su instalación. De hecho, nuestro ejemplo debería ser trasladable a hospitales de referencia parecidos al nuestro.
Referencia
- Barreiro-Pérez M, Tundidor-Sanz E, Martín-García A, Díaz-Peláez E, Íscar-Galán A, Merchán-Gómez S, Gallego-Delgado M, Jiménez-Candil J, Cruz-González I, Sánchez PL.
- Rev Esp Cardiol. 2018;71:365-72.
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