Uno de los estudios más esperados del congreso de la European Society of Cardiology (ESC) 2018 ha sido el estudio CAMELLIA-TIMI 61, que analiza la seguridad cardiovascular de lorcaserina en pacientes con sobrepeso u obesidad.
La obesidad es un factor de riesgo cardiovascular muy prevalente. Según los últimos datos del registro EUROASPIRE V, su prevalencia en prevención secundaria se sitúa en el 38%. Salvo el ejercicio, la dieta hipocalórica, orlistat y, en casos seleccionados, la cirugía bariátrica, existen pocas armas terapéuticas para tratar a nuestros pacientes con obesidad.
Lorcaserina es un agonista selectivo de los receptores serotoninérgicos a nivel del hipotálamo que regula el apetito y puede ayudar a perder peso. Moléculas con mecanismo de acción similar como fenfluramina y dexfenfluramida, pese a demostrar su efecto anorexígeno, fueron retiradas del mercado en el pasado por aumentar el riesgo de hipertensión pulmonar y valvulopatías.
Lorcaserina fue aprobada para su uso por la Food and Drug Administration (FDA) en 2012 a raíz del beneficio y seguridad demostrado en los ensayos BLOOM y BLOSSOM, en fase III, al conseguir disminuir el peso de los pacientes de forma significativa comparado con placebo.
En el estudio CAMELLIA-TIMI 61, se aleatorizaron 12.000 pacientes con un índice de masa corporal (IMC) de más de 27 kg/m2 (aunque la media del estudio fue de 35 kg/m2) con enfermedad cardiovascular establecida o con múltiples factores de riesgo cardiovasculares a recibir lorcaserina 10 mg dos veces al día o placebo. El objetivo primario de seguridad del estudio fue un compuesto de muerte cardiovascular, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular no fatal. Tras 3,3 años de seguimiento medio, el grupo tratado con lorcaserina experimentó una mayor pérdida de peso, una diferencia de 2,8 kilos al año y de 1,9 kilos a los 40 meses.
Pese a esto, no hubo diferencias significativas en los eventos cardiovasculares entre el grupo tratado y no tratado. Tampoco hubo diferencias estadísticamente significativas durante el seguimiento en el diagnóstico de valvulopatías o hipertensión pulmonar.
Hubo diferencias muy discretas al año en reducción de presión arterial sistólica de 0,9 mmHg, diastólica de 0,8 mmHg, lipoproteínas de baja densidad (LDL) de 1,2 mg/dl y hemoglobina glicosilada de 0,2% en el grupo tratado con lorcaserina. En los pacientes con prediabetes se apreció una reducción llamativa de los nuevos diagnósticos de diabetes en un 19% (hazard ratio [HR] 0,81; 0,66-0,99).
Lorcaserina es, por tanto, el primer tratamiento farmacológico para perder peso que demuestra seguridad cardiovascular en pacientes de muy alto riesgo cardiovascular. Sin embargo, las reducciones de peso en este estudio son discretas y parecen atenuarse con el tiempo. Aunque demuestra seguridad no consigue demostrar beneficio a la hora de reducir los eventos cardiovasculares.
Fármacos como los agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) o los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2) consiguen pérdidas de peso similares o incluso superiores en pacientes diabéticos, con reducción incluida de morbimortalidad. No obstante, este estudio podría abrir la posibilidad de usar esta molécula, lorcaserina, en algún subgrupo de pacientes con obesidad, prediabetes y alto riesgo cardiovascular.
Más información
Videocomentario de la Dra. Almudena Castro sobre el estudio CAMELLIA-TIMI 61:
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