La decisión final de optar por una revascularización percutánea o quirúrgica en el paciente con insuficiencia cardiaca debe asentarse en la valoración de numerosas variables y condicionantes pero, en definitiva, la elección última se tendrá que basar fundamentalmente en las particularidades que presente cada paciente. Y es que ambas intervenciones muestran ventajas e inconvenientes.
En una mesa de discusión, celebrada en el Congreso SEC21 de la Salud Cardiovascular, se han planteado dudas y se han ofrecido respuestas sobre el abordaje de revascularización más apropiado en pacientes con enfermedad coronaria. “Tener a nuestra disposición diferentes tipos de revascularización es ya una gran ventaja para los médicos y para el paciente, ya que podemos ofrecerle la alternativa más apropiada y la que pueda aportarle mejores resultados a largo plazo, todo ello en base a la situación particular que presenta cada persona”, destaca el Dr. Mario José López Gómez.
Ventajas e inconvenientes
Respecto a la dicotomía que se plantea sobre el empleo de revascularización percutánea o quirúrgica, lo cierto es que “ambas alternativas ofrecen grandes beneficios”, según este experto cardiólogo hemodinamista afincado en los Estados Unidos.
A su juicio, “con la revascularización quirúrgica hay menos casos de eventos clínicos a largo plazo, pero es una cirugía cardíaca de gran envergadura y conlleva una recuperación postquirúrgica muy importante”. En el caso de intervención percutánea, continúa exponiendo, “la recuperación es mucho más rápida y menos traumática, pero desafortunadamente se produce una incidencia mayor de eventos clínicos donde el paciente puede tener revascularizaciones repetidas”.
Ampliando estas explicaciones, el Dr. Mario López argumenta que “la ventaja principal de la intervención percutánea deriva, generalmente, de su capacidad para ser mucho menos traumática para el paciente, de la rapidez de recuperación y de que permite al enfermo volver a recuperar una vida normal de manera mucho más anticipada que si se hubiera sometido a una intervención quirúrgica”. En caso de abordaje quirúrgico, tal y como advierte este experto, “hay que seleccionar muy bien al candidato idóneo, en el que se prevea desde un principio que la intervención le va a reportar mayores beneficios que una intervención percutánea y con una la probabilidad de tener menos complicaciones a largo plazo”.
La correcta evaluación y selección del paciente que va a someterse a estos procedimientos es clave, debiendo valorarse varios aspectos esenciales. “Sabemos que la edad del paciente es muy importante, así como la presencia de otras comorbilidades (como la diabetes, la enfermedad renal y vascular, la historia de ictus, la obesidad, la enfermedad pulmonar) y la habilidad del paciente para poder hacer una recuperación física”, aclara este experto. Por eso, el Dr. López considera que “el paciente quirúrgico idóneo tiene que ser activo y debe estar motivado para hacer ejercicio”; de hecho, el paciente cardíaco inactivo no suele tener tan buenos resultados a largo plazo como aquel que se muestra más activo.
Las claves del éxito
Independientemente de la decisión que se adopte en el paciente coronario, apostándose por un abordaje quirúrgico o percutáneo, existen una serie de factores que son ‘garantía’ de éxito.
Según su bagaje personal, y en base también a la evidencia clínica actual, el Dr. Mario López considera que “el éxito de la intervención quirúrgica en estos casos se sustenta, sobre todo, en la experiencia del cirujano, los grandes avances de las técnicas quirúrgicas y, por supuesto, en la correcta selección del paciente”. También resulta fundamental movilizar al paciente lo antes posible después de cirugía, y manejar de una manera rápida y efectiva las posibles complicaciones postquirúrgicas.
En el caso de la intervención percutánea, el éxito también depende en gran medida de la experiencia y habilidad del cirujano, así como de la adecuada selección del paciente. En estos casos, también es importante que el paciente sea activo y participe en un programa de rehabilitación física.
“Hoy en día tenemos a nuestra disposición muchísimos medios de intervención para tratar a cada paciente, siendo posible seleccionar los más idóneos para cada persona en particular”, sentencia el Dr. López, quien resalta “la suerte de poder contar con muchas alternativas para tratar al paciente cardíaco, que cada día mejoran no sólo desde el punto de vista quirúrgico o percutáneo sino también médico; y es que los avances en la farmacología cardiaca son sumamente trascendentales también para tratar y beneficiar al paciente cardíaco”.