El objetivo de este trabajo fue analizar la supervivencia y la evolución de una población de pacientes de Reino Unido que recibieron soporte con un dispositivo de asistencia ventricular izquierda como puente a trasplante cardiaco.
Se realizó un registro que incluyó a todos los pacientes adultos (n = 342) que recibieron una HeartMate II o HeartWare HVAD como asistencias de larga duración entre enero de 2007 y diciembre de 2013 en el Reino Unido. La evolución incluyó el análisis de la supervivencia durante la asistencia, el tiempo hasta la inclusión en lista urgente, trasplante cardiaco y complicaciones incluyendo a aquellos que requirieron un recambio de la bomba.
Un total de 112 pacientes fueron soportados con HeartMate II, y 230 con HeartWare HVAD. La duración media del soporte fue de 534 días. Durante el periodo del estudio 81 pacientes requirieron incluirse en lista de espera de trasplante. De 342 pacientes, 85 (24,8%) se trasplantaron, incluyendo a 63 en lista de espera urgente. La supervivencia a los 30 días fue del 88,9%, mientras que la supervivencia global a los 3 años desde el implante de la asistencia ventricular fue del 49,6%. Un total de 156 (46%) fallecieron durante el soporte con asistencia; la causa más habitual de muerte fue el accidente cerebrovascular. No hubo diferencias significativas entre los dos dispositivos (HeartMate / HeartWare) en la evolución de los pacientes.
Los autores concluyen que en una población de pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada y muy mal pronóstico, el soporte con una asistencia ventricular izquierda permitió a la cuarta parte de ellos a realizarse un trasplante cardiaco en un periodo de 3 años. La supervivencia global de la cohorte fue aproximadamente del 50%. Con las mejoras en la tecnología, y el manejo posimplante, es más probable que el pronóstico sea más favorable en los próximos años.
Comentario
A pesar de los avances en el tratamiento de los pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada en los últimos 30 años, una proporción significativa fallece o presenta un deterioro notable en la calidad de vida. El trasplante cardiaco continúa siendo la mejor opción terapéutica en pacientes seleccionados, con una mediana de supervivencia de 10 años, y la mayoría de los pacientes disfrutan de una excelente calidad de vida. Desafortunadamente, el número de pacientes en lista de espera sobrepasa de manera importante el número de donantes, y además hay casos que presentan comorbilidades que contraindican el trasplante (p. ej., unas resistencias pulmonares elevadas).
Las asistencias ventriculares surgieron en los años 80 del siglo pasado y con las mejoras en las técnicas, actualmente se puede mantener a los pacientes con esta terapia de soporte durante años. Las nuevas asistencias de flujo continuo no solo mejoran la supervivencia, sino también la calidad de vida. Sin embargo, es importante señalar que las complicaciones a largo plazo son una fuente importante de mortalidad y morbilidad. La supervivencia sin soporte se estima alrededor de un 34%, y con asistencia ventricular izquierda alrededor de un 49,6%. Aunque el trasplante tiene una supervivencia superior al soporte con asistencia ventricular, la proporción de pacientes que se trasplantan en el Reino Unido es inferior al 25%, y los pacientes que reciben el implante de asistencia como puente al trasplante no hubieran recibido un órgano a tiempo, o no hubieran sido candidatos adecuados para el mismo. El 70% estaba con inotrópicos, el 35% había tenido balón de contrapulsación y más del 85% un dispositivo de asistencia circulatoria de corta duración o ECMO (oxigenador extracorpóreo de membrana).
Hasta el 80% de los que se trasplantaron lo hizo en lista urgente y la mayoría por presentar una complicación relacionada con el dispositivo. La proporción de pacientes con un evento neurológico fue cercana al 30%, y la trombosis de la bomba se observó en el 10,5%. El programa de asistencias permitió estabilizar a los pacientes aunque se necesitan mejorar aspectos como la anticoagulación crónica, control de la presión arterial y la tecnología (p. ej., batería que permita recargarse con transmisión transcutánea de la energía, de modo que se reduzca el riesgo de infecciones).
Los datos de este registro proceden de la base de asistencias ventriculares del Reino Unido. Se requirió que todos los centros que proporcionan este soporte enviasen los datos de los pacientes a esta base centralizada. Como limitación, cabe señalar que el número de pacientes incluidos es inferior al registro INTERMACS. Además, no se especificó la gravedad del ictus en los pacientes que lo presentaron. A pesar de ello, el trabajo tiene un gran valor, ya que presenta los resultados en pacientes de la práctica habitual.
Referencia
- Parameshwar J, Hogg R, Rushton S, Taylor R, Shaw S, Mehew J, Simon A, MacGowan GA, Dalzell JR, Al Attar N, Venkateswaran R, Lim HS, Schueler S, Tsui S, Banner NR.
- Heart. 2018 Aug 18. pii: heartjnl-2018-313355.