La cardiotoxicidad por antraciclinas es un problema clínico significativo, por lo que son necesarios marcadores precoces de este fenómeno. El objetivo de este trabajo fue identificar cardiotoxicidad precoz secundaria a doxorubicina (doxo) mediante resonancia magnética cardiaca (RMC) y su relación con hallazgos anatomopatológicos en un modelo animal. Adicionalmente se valoró la reversibilidad de la toxicidad suspendiendo la administración de doxo tras detectar alteraciones en los parámetros de RMC.
Se estudiaron 20 ejemplares porcinos divididos en cuatro grupos: los del primero recibieron cinco dosis intracoronarias de doxo cada 2 semanas y tras un seguimiento de 16 semanas se sacrificaron, los del segundo grupo recibieron tres dosis y se sacrificaron también tras 16 semanas, el tercer grupo recibió tres dosis, pero se sacrificaron tras 6 semanas, mientras que el cuarto grupo (control) se sacrificó tras realizarse una RMC basal. A todos los ejemplares se les realizó RMC semanal con valoración anatómica, funcional, realce tardío de gadolinio (RTG), T1, T2 y cálculo de volumen extracelular (VEC).
El parámetro más temprano de cardiotoxicidad por doxo fue la prolongación del tiempo de relajación T2 en la semana 6 (2 semanas después de la tercera dosis). En este punto no se observaron alteraciones en mapping T1, VEC ni en la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI). Estos hallazgos se relacionaron con la presencia de edema intracelular, sin fibrosis, en las muestras histológicas de los ejemplares del grupo 3 (sacrificados tras tres dosis).
En el seguimiento del grupo 1, que recibió dos dosis adicionales, se observó una disminución de la FEVI, presencia de RTG e incremento de los valores de mapping T1 y VEC a partir de la semana 10, que posteriormente, se relacionaron con la presencia de fibrosis en el estudio patológico. Por otro lado, la suspensión de la doxo tras tres dosis en los ejemplares del grupo 2 con alteración del tiempo T2, previno la afectación contráctil del VI y permitió la resolución del edema intracelular (con normalización de T2), demostrando que este hallazgo identifica una fase reversible de la enfermedad.
Los autores concluyen que el T2 mapping identifica el desarrollo de edema intracelular, siendo el marcador más temprano de la cardiotoxicidad inducida por doxo, en ausencia de alteraciones en mapping T1, VEC o FEVI. Dado que este parámetro se afecta en una fase reversible de la enfermedad, la RMC puede posicionarse como la modalidad de imagen de elección para monitorizar y ajustar los tratamientos con antraciclinas.
Comentario
Se trata de un estudio experimental con un diseño minuciosamente planificado que ha permitido demostrar la utilidad de la RMC, a través del mapping T2, para detectar el edema intracelular como marcador más temprano de cardiotoxicidad inducida por antraciclinas; pero el hecho de que estas alteraciones identifiquen una fase reversible de la enfermedad representa el hallazgo con mayor potencial de impacto clínico.
Los autores señalan que la monitorización con RMC permitiría administrar dosis completas de antraciclinas en aquellos pacientes que no presenten alteración de mapping T2, aumentado el beneficio de dicho tratamiento en los casos que así lo requieran. Por otro lado, sería posible vigilar estrechamente a aquellos pacientes con mayor riesgo de desarrollar toxicidad y modificar los esquemas terapéuticos o iniciar precozmente fármacos cardioprotectores.
Es indudable que estos datos aportan mucha información para la comprensión fisiopatológica del desarrollo de la cardiotoxicidad por antraciclinas, pero hay que tener en cuenta las limitaciones de extrapolar los resultados de un modelo animal a la práctica clínica. Como señala Anthony Yu en el editorial que acompaña la publicación, los cambios en el mapping T2 se han observado con administración intracoronaria de doxo, y queda por comprobar que sean semejantes tras administración intravenosa cuando se utiliza en los pacientes oncológicos, de hecho, un estudio reciente no encontró diferencias en mapping T2 tras analizar 30 pacientes con sarcoma.
Finalmente, la disponibilidad y el costo actual de la RMC limitan la aplicación de un esquema de monitorización semanal, como el descrito en este estudio, a todos los pacientes en tratamiento con antraciclinas; pero si en ensayos clínicos posteriores se comprueba su utilidad pronóstica definiéndose el tiempo óptimo para la valoración, la determinación del mapping T2 puede constituirse como la estrategia de elección, al menos para los pacientes con mayor riesgo de desarrollar cardiotoxicidad.
Referencia
Serial Magnetic Resonance Imaging to Identify Early Stages of Anthracycline-Induced Cardiotoxicity
- Carlos Galán-Arriola, Manuel Lobo, Jean Paul Vílchez-Tschischke Gonzalo J. López, Antonio de Molina-Iracheta, Claudia Pérez-Martínez, Jaume Agüero, Rodrigo Fernández-Jiménez, Ana Martín-García, Eduardo Oliver, Rocío Villena-Gutierrez, Gonzalo Pizarro, Pedro L. Sánchez, Valentín Fuster, Javier Sánchez-González, Borja Ibáñez.
- J Am Coll Cardiol 2019;73:779–91.