Estudio publicado en JACC Clinical Electrophysiology cuyo objetivo fue examinar si existen diferencias relacionadas con el sexo en la incidencia de arritmias ventriculares y mortalidad después de la implantación de un desfibrilador con terapia de resincronización cardiaca (TRC-D), así como confirmar si estas diferencias de sexo se aprecian en un escenario del “mundo real”.
Importante estudio retrospectivo multicéntrico español, liderado por el Dr. Aurelio Quesada, que evalúa los beneficios de la terapia de resincronización cardiaca relacionados con la variable sexo, así como las posibles diferencias relacionadas con el sexo en la aparición de taquiarritmias ventriculares (TV). Se incluyeron 460 pacientes (355 varones y 105 mujeres) del registro UMBRELLA (Incidence of Arrhythmia in Spanish Population With a Medtronic Implantable Defibrillator Implant), todos ellos con indicación de prevención primaria, con un seguimiento remoto (seguimiento medio 2,2 ± 1,0 años) tras la primera implantación del TRC-D. El 22,2% de los pacientes incluidos presentaban fibrilación auricular en el momento de la implantación.
Los resultados más relevantes del estudio fueron:
- Basalmente, las mujeres presentaban una peor clase funcional (NYHA III) en comparación con la de los hombres (67,0% frente al 49,7%; p = 0,03).
- Las mujeres tenían menos antecedentes de cardiopatía isquémica (20,8% frente al 41,7%; p < 0,001).
- Los factores predictores independientes de presentación de arritmia ventricular fueron: el sexo femenino, la fracción de eyección ventricular izquierda y la cardiopatía no-isquémica.
- La mortalidad en las mujeres fue la mitad de la de los hombres, aunque los acontecimientos eran escasos y sin diferencias significativas (2,9% frente al 5,6%; p = 0,25).
Así pues, los autores concluyen que las mujeres con bloqueo de rama izquierda (pero no con bloqueo de rama derecha ni con trastorno inespecífico de la conducción intraventricular) tras implante de TRC tienen una tasa más baja de TV que los hombres, y que la mortalidad por todas las causas es, al menos, similar entre mujeres y varones. Los hallazgos apoyan fuertemente la indicación de implantación de TRC en mujeres, a pesar de su menor implantación en la práctica diaria.
Comentario
La terapia de resincronización cardiaca (TRC) es una herramienta útil y cada vez más empleada por sus excelentes resultados (aumenta la supervivencia y mejora la calidad de vida) en pacientes con disfunción sistólica ventricular grave y QRS prolongado que reciben un tratamiento farmacológico óptimo, tanto en insuficiencia cardiaca avanzada como leve. Diferentes variables han demostrado tener un impacto sobre la respuesta obtenida (duración y morfología del intervalo QRS, fibrosis, necrosis). Las mujeres obtendrían mayores beneficios de esta terapia en términos de menor mortalidad y mayores niveles de reversión del remodelado ventricular, y diferentes estudios han indicado que las mujeres presentan una mejor respuesta tras TRC en prevención primaria en comparación con pacientes varones.
Se ha sugerido que el sexo no influye en los resultados de la TRC, lo que apoya las directrices actuales al respecto, aunque hay trabajos que destacan una mejora de las tasas de mortalidad y de hospitalización por insuficiencia cardiaca en mujeres con TRC-D. En este sentido, estudios previos han analizado la relación entre el sexo, la mortalidad, el remodelado cardiaco, pero no sobre las TV específicas del sexo en los receptores de TRC. En este trabajo publicado en JACC Clinical Electrophysiology se evalúa si existen diferencias entre mujeres y varones en la incidencia de TV tras la implantación del TRC-D, así como analizar las diferencias entre ellos en cuanto a la mortalidad por todas las causas después de dicha implantación.
Existen datos que sugieren que el riesgo de TV del sexo femenino puede ser menor que en los hombres. Los hallazgos del estudio del Dr. Quesada et al., sugieren que, entre los pacientes con disfunción VI y disincronía eléctrica, las mujeres pierden esta ventaja natural, y su riesgo de arritmia es similar al de los hombres. La TRC restituiría a las mujeres a su menor tendencia a desarrollar arritmia, y el hecho de que esta disminución de incidencia de TV/fibrilación ventricular (FV) solo se observe en mujeres con bloqueo de rama izquierda (BRI), podría sugerir que la TRC sería responsable de este potente resultado antiarrítmico.
Es de resaltar que, aunque tras el implante el riesgo de TV es menor en las mujeres, este no desaparece, incluso en el grupo más benigno (miocardiopatía no isquémica y NYHA I y II. Además, los hallazgos de este estudio pueden impulsar nuevas líneas de investigación respecto al papel que pueden tener los mecanismos genéticos ligados al sexo en el desarrollo de arritmias ventriculares.
Asimismo, hay que destacar que las mujeres tenían un peor estado funcional basal en el momento del implante (67% frente al 49,7%; p = 0,003), un intervalo QRS significativamente menor que el de los hombres (150,9 ± 25,0 ms frente a 157,6 ± 27,2 ms; p = 0,032) solo significativo en aquellos pacientes con un trastorno diferente al BRI (por ejemplo, bloqueo de rama derecha o trastorno inespecífico de conducción intraventricular; p = 0,007). Además, las mujeres tenían menos antecedentes de cardiopatía isquémica (20,8% frente al 41,7%; p < 0,001), eran menos fumadoras y con diabetes tipo 2, sin hallarse diferencias significativas en otras variables (edad, fracción de eyección del ventrículo izquierdo [FEVI] o presencia de BRI). No se encontraron diferencias entre ambos sexos en cuanto a la mortalidad total. Por tanto, uno de los hallazgos colaterales de este estudio es que parece que las mujeres han de estar con insuficiencia cardiaca más avanzada para que se les indique un TRC-D.
Así pues, estamos ante un estudio que nos puede aportar nuevas evidencias a la hora de la prevención de arritmias ventriculares y el tratamiento de la insuficiencia cardiaca, ya que destaca cómo las mujeres con una indicación de TRC-D en prevención primaria, mostraron una menor incidencia de TV requiriendo terapias eléctricas que los hombres, y también apoya la indicación de TRC en mujeres con presencia de BRI, disfunción ventricular izquierda de causa no isquémica y en prevención primaria, a pesar de su menor implantación en la práctica diaria y tener poca presencia en los estudios publicados hasta la fecha.
Referencia
Sex-specific ventricular arrhythmias and mortality in cardiac resynchronization therapy recipients
- Aurelio Quesada, Francisco Arteaga, Rafael Romero-Villafranca, Luisa Perez-Álvarez, José Martinez-Ferrer, Javier Alzueta-Rodriguez, Joaquín Fernández de la Concha, Juan G. Martinez, Xavier Viñolas, Jose M. Porres, Ignasi Anguera, Rosa Porro-Fernández, Blanca Quesada-Ocete, Fernando de la Guía-Galipienso, Víctor Palanca, Javier Jiménez, Javier Quesada-Ocete, Fabian Sanchis-Gomar, on behalf of the UMBRELLA Research Group.
- J Am Coll Cardiol Clin Electrophysiol. Dec 23, 2020. Epublished DOI: 10.1016/j.jacep.2020.10.009