Se trata de un estudio de costes en el que analizan el coste económico directo que supone a los sistemas de salud pública de los países miembros de la Organización Mundial de Salud (OMS) siete enfermedades fuertemente relacionadas con la inactividad física: enfermedad coronaria (EC), ictus, diabetes mellitus tipo 2 (DM2), hipertensión arterial (HTA), cáncer, demencia y depresión.
Para el estudio se ha utilizado la fracción atribuible a la población (PAF) que combina estimaciones de prevalencia de inactividad física y el riesgo relativo asociado a cada una de las siete enfermedades mencionadas.
Se estimó la prevalencia de inactividad física mundial con los datos del estudio del Global Health Observatory (GHO) data de la OMS: Prevalence of insufficient physical activity among adults aged 18+ years de 2016. La inactividad física se definió como el no cumplimiento de las recomendaciones de la OMS: adultos, al menos 150 minutos por semana de ejercicio aeróbico moderado-intenso o al menos 75 minutos por semana de ejercicio vigoroso o un equivalente combinado. Luego aplicaron las estimaciones de PAF para derivar los costes de atención médica atribuibles, en función de las estimaciones de casos futuros prevenibles.
El riesgo relativo (RR) para cada una de las variables fue estimado de metaanálisis recientes datos agrupados de revisiones sistemáticas. Además, para cada enfermedad se calcularon los costes directos anuales totales para el sistema de salud por país multiplicando el número total estimado de casos nuevos de enfermedades atribuidas a la inactividad física por los costes anuales medios estimados por enfermedad. Los costes anuales totales se extrapolaron de 2020 a 2030 utilizando las tasas de inflación específicas del país según lo informado por el Banco Mundial.
Los autores estiman que, en ausencia de cualquier cambio en la prevalencia mundial de la inactividad física, se producirían 499,2 millones de casos nuevos de enfermedades no declarables prevenibles, de las cuales 234,6 millones (47%) serán HTA y 216,7 millones (43%) depresión y ansiedad.
Esto supondrá un coste global de 520 billones de dólares en costes de atención médica asociados entre 2020 y 2030 (11 años). Aunque el 74% de los casos se producirán en países en vías de desarrollo, los países desarrollados asumirán un 63% del coste, siendo la carga económica atribuible a la inactividad física mayor en la Región de Europa (32%), seguida de la Región de las Américas (25%), la Región del Pacífico Occidental (20%), la Región del Mediterráneo Oriental (13%), la región del Sudeste Asiático (8%) y la Región Africana.
Comentario
Existe amplia evidencia acerca de que la inactividad física es uno de los factores de riesgo modificable más importante, ya que se asocia a muerte prematura y aumento de incidencia de enfermedades graves: enfermedad cardiovascular, cáncer o diabetes. Sin embargo, a pesar de estos avances científicos, la prevalencia global de la inactividad física entre adultos fue de 27,5% en 2016.
Este estudio pone de relevancia la importancia económica de la inactividad física y en la coste-efectividad de las estrategias para implementar la actividad física en la población. Sin embargo, la cifra 520 billones $ no se debe interpretar como el coste total que se ahorraría si el sujeto realizase ejercicio físico exclusivamente. Debe asociarse a dos ideas: la primera es que los sujetos suelen cambiar de hábitos se vuelven más activos, mejoran su dieta, reducen la ingesta de alcohol y dejan de fumar; y la segunda que para estimar los costes totales evitables de la inactividad física requiere calcular el coste neto de las intervenciones implementadas para aumentar la actividad física.
Sin embargo, como remarca el editorial acompañante Katzmarzyk en Lancet, los costes económicos indirectos (p. ej., los costes asociados con el ausentismo, el presentismo o la pérdida de productividad debido a la mortalidad prematura) no se abordaron en este análisis y estos costes a menudo son sustanciales.
Otra limitación del estudio que remarcan los autores es la definición de ejercicio y la exclusión del ejercicio de fuerza parámetro que cada vez cobra más importancia en los programas de ejercicio.
Los resultados de esta investigación invitan a seguir investigando en la promoción del ejercicio físico para reducir morbimortalidad y reclamar la necesidad de inversión en estrategias de salud pública en prevención primaria.
Referencia
- Santos AC, Willumsen J, Meheus F, Ilbawi A, Bull FC.
- Lancet Glob Health. 2023 Jan;11(1):e32-e39.