¿De qué se trata?
Este estudio recoge la experiencia de nueve grandes centros en Estados Unidos sobre la aparición de ictus como complicación de la ablación de la fibrilación auricular y el impacto de diferentes estrategias como el manejo de la anticoagulación o de los catéteres de punta irrigada en la incidencia de esta complicación.
Circulation. 2010;121:2550-6
Los autores recogieron datos de 6.454 pacientes en nueve centros con similares protocolos clínicos a los que dividieron en tres grupos en función del tipo de catéter empleado en el procedimiento y del tratamiento anticoagulante que tenía el paciente: ablación con catéter de 8 mm tras haber suspendido la warfarina (el análogo de nuestro sintrom, 2.488 pacientes, grupo 1), ablación con catéter de punta irrigada tras haber suspendido la warfarina (1.348 pacientes, grupo 2) y ablación con catéter de punta irrigada manteniendo la warfarina para tener un INR entre 2 y 3 (2.618 pacientes, grupo 3). Se recogieron datos sobre la aparición de ictus o de sangrado como complicación del procedimiento.
Hubo accidentes cerebro vasculares en relación al procedimiento en 27 pacientes en el grupo 1 (1,1%) y en 12 (0,9%) en el grupo 2, es decir en los grupos en los que se suspendió la warfarina antes de la ablación. Sin embargo, no hubo ningún caso en el grupo 3, en el que no se había suspendido la warfarina, a pesar de que los pacientes tenían una proporción mayor de factores de riesgo. Las tasas de otro tipo de complicaciones, incluyendo sangrado importante o derrame pericárdico, fueron iguales en los tres grupos.
Comentarios
Muchos laboratorios de electrofisiología incluyen dentro de sus protocolos clínicos la retirada del sintrom y el paso del paciente a heparina como una medida básica antes de realizar un procedimiento de ablación de fibrilación auricular, con la intención de reducir el riesgo de sangrado en el procedimiento. Los resultados de este estudio son intrigantes, ya que sugieren que esta estrategia, cambio de sintrom por heparina y viceversa tras el procedimiento, expone a los pacientes a un riesgo de ictus asociado a las fluctuaciones de la anticoagulación. Los autores sugieren que mantener la anticoagulación con warfarina o sintrom no sólo es seguro sino que además se asocia a unos costes más bajo debido a que se necesita un número menor de otras pruebas complementarias como el ecocardiograma transesofágico. Aunque esta estrategia parece bastante atractiva sobre el papel, se debe tener en cuenta que los centros participantes en este estudio son centros de excelencia con un volumen muy alto de pacientes; seguramente cada laboratorio deba evaluar de forma individualizada la utilidad de esta estrategia en su práctica clínica.
Referencia
- Di Biase L, Burkhardt JD, Mohanty P, Sanchez J, Horton R, Gallinghouse GJ, Lakkireddy D, Verma A, Khaykin Y, Hongo R, Hao S, Beheiry S, Pelargonio G, Dello Russo A, Casella M, Santarelli P, Santangeli P, Wang P, Al-Ahmad A, Patel D, Themistoclakis S, Bonso A, Rossillo A, Corrado A, Raviele A, Cummings JE, Schweikert RA, Lewis WR, Natale A.
- Circulation. 2010;121:2550-6.