La fibrilación auricular (FA) es la arritmia cardiaca más común y es sobradamente conocida su implicación en el desarrollo de comorbilidad como el ictus, insuficiencia cardiaca y la demencia por microinfartos cerebrales.
La patología cardiovascular, las neumopatías y la hipertensión arterial son factores de riesgo para su aparición. Además, datos recientes de estudios observacionales plantean que un estilo de vida saludable podría tener un impacto positivo en la reducción de las tasas de incidencia. Aunque las Guías ESC 2016 sobre prevención cardiovascular afirman que el estrés laboral es un factor potencialmente cardionocivo y que los largos turnos de trabajo están relacionados con el incremento de ictus incidente, poca es la literatura sobre el potencial arrítmico de este. En principio, el estrés de las jornadas agotadoras puede potenciar las reentradas funcionales y las descargas repetidas de las aurículas y las venas pulmonares, así como facilitar alteraciones del sistema nervioso autónomo que inducirían una vulnerabilidad arrítmica. Pero, a pesar de que algunos estudios han encontrado nexos entre el estrés y el estado “exhausto” de un individuo como predictores de FA sintomática, son publicaciones de escasa potencia estadística por carecer de amplias muestras poblacionales y los resultados no alcanzan la significación.
Así pues, aunque diversos estudios apuntan hacia la hipótesis de que turnos de trabajo de numerosas horas podrían ser la génesis de episodios de FA, esta relación no ha sido aún demostrada. En el pasado ya se logró poner de manifiesto la influencia de turnos laborales extenuantes con la incidencia de accidentes cerebrovasculares, por lo que basándose en este estudio, se ha pretendido analizar el poder arritmogénico de los turnos de > 55 horas frente a las estándares de 35-40 semanales con el seguimiento de diversas cohortes.
Se tomaron datos de casi 85.500 hombres y mujeres libres de FA del Reino Unido, Dinamarca, Suecia y Finlandia, repartidos en diez cohortes y seguidos durante unos trece años. Las fuentes de datos fueron diversas, desde ECG rutinarios hasta registros hospitalarios, reembolsos de gasto farmacéutico y certificados de defunción. En este periodo se identificaron 1.061 nuevos casos incidentes de dicha arritmia. Tras ajustar por edad, sexo y estatus socioeconómico se evidenció que los trabajadores de turnos más exigentes presentaban un incremento de riesgo de 1,4 veces de presentar FA de novo, al ser comparados con aquellos que desempeñaban su labor en un marco horario estándar (p = 0,003). Dicho hallazgo se mantuvo homogéneo entre las distintas cohortes y se mantuvo tras excluir a los participantes con patología coronaria o ictus. El ajuste por factores potenciales de confusión como la obesidad, el consumo alcohólico y la hipertensión, no modificaron el impacto de la asociación.
Por tanto, el artículo acaba concluyendo que los individuos que desarrollan largas jornadas laborales son más propensos a presentar fibrilación auricular que aquellos que ejercen su labor durante turnos con horarios estándar.
Referencia
Long working hours as a risk factor for atrial fibrillation: a multi-cohort study
- Mika Kivimäki Solja T. Nyberg G. David Batty Ichiro Kawachi Markus Jokela Lars Alfredsson Jakob B. Bjorner Marianne Borritz Hermann Burr Nico Dragano Eleonor I. Fransson Katriina Heikkilä Anders Knutsson Markku Koskenvuo Meena Kumari Ida E.H. Madsen Martin L. Nielsen Maria Nordin Tuula Oksanen Jan H. Pejtersen Jaana Pentti Reiner Rugulies Paula Salo Martin J. Shipley Sakari Suominen Töres Theorell Jussi Vahtera Peter Westerholm Hugo Westerlund Andrew Steptoe Archana Singh-Manoux Mark Hamer Jane E. Ferrie Marianna Virtanen Adam G. Tabak for the IPD-Work consortium.
- Eur Heart J. 2017;38:2621-2628.