El objetivo del estudio fue valorar la relación de la respiración agónica (gasping) durante la parada cardiaca extrahospitalaria y la supervivencia a 1 año con resultado neurológico favorable.
Se obtuvieron los datos de forma prospectiva de la incidencia de respiración agónica de un ensayo clínico aleatorizado sobre la parada cardiaca extrahospitalaria, realizado con fondos del sistema nacional de salud de los Estados Unidos entre agosto de 2007 y julio de 2009.
La asociación entre la respiración agónica y la supervivencia a 1 año con buena respuesta neurológica definida como categoría de rendimiento cerebral (cerebral performance category [CPC]) ≤ 2, fue estimada utilizando la regresión logística variable. La tasa al año de supervivencia con buen pronóstico neurológico fue de 5,4% (98/1.827). En aquellas paradas con respiración agónica fue de 20% (36/177) y en las que no expresaron respiración agónica fue de 3,7% (61/1.643). En el análisis multivariable se evidenció que la supervivencia a 1 año con buen pronóstico neurológico (CPC ≤ 2) se asociaba a ser joven (odds ratio [OR] 0,56; intervalo de confianza [IC] 95%: 0,43-0,76), la presencia de respiración agónica (OR 3,94; IC 95%: 2,09-7,94), ritmo desfibrilable (OR 16,5; IC 95%: 7,4-36,81), dosis bajas de adrenalina (OR 0,47; IC 95%: 0,25-0,87), edema pulmonar (OR 3,41; IC 95%: 1,53-7,6 ) y menor tiempo de reanimación (OR 0,31; IC 95%: 0,19-0,51). La respiración agónica asociada a ritmo desfibrilable presentaba un OR 57 veces mayor (IC 95%: 23,49-136,92) comparada con aquellas paradas sin respiración agónica y sin ritmo desfibrilable.
En conclusión, la presencia de respiración agónica durante la parada cardiaca extrahospitalaria se asocia a un incremento de la supervivencia a 1 año con buen pronóstico neurológico (CPC ≤ 2). Este hallazgo nos indica que no se debe terminar la reanimación en aquellas personas con respiración agónica y la necesidad de detectar, monitorizar y grabar la presencia de respiración agónica en los futuros registros y ensayos clínicos.
Comentario
La parada cardiaca extrahospitalaria es un desafío para la salud pública, a pesar del refuerzo de los servicios de urgencias, la formación del personal y la amplia distribución de los desfibriladores, la supervivencia de la parada cardiaca sigue siendo pobre. La reanimación precoz, sobre todo en el contexto de la presencia de un ritmo desfibrilable, conlleva un buen pronóstico. Se ha evidenciado que la presencia de respiración agónica es frecuente después de la parada cardiaca y en las primeras etapas de la parada se parece a la respiración normal, lo que puede llevar a demoras en el inicio de la reanimación.
Muchas veces no reconocida o mal interpretada, la respiración agónica es tan fundamental como la respiración. Tiene numerosos efectos fisiológicos como el intercambio de gases, disminución de la presión de la aurícula derecha, favorece la precarga, disminuye la presión intracraneal y favorece la presión de perfusión cerebral, coronaria y aórtica. Ante todos estos beneficios, el inicio de la respiración agónica se ha ligado a nivel del oxígeno en el tallo cerebral, estimulación de los barorreceptores y quimiorreceptores arteriales que conlleva a una repentina disminución de la presión arterial y a un equilibrio ácido-base. De forma opuesta, la restauración de los niveles de oxígeno en el tallo cerebral con la reanimación cardiopulmonar refuerza la presencia de la respiración agónica.
El conocimiento insuficiente de la respiración agónica puede llevar a una falta de atención a este marcador natural durante la parada cardiaca. Además, la relación entre la respiración agónica y el buen pronóstico neurológico a largo plazo no se conoce. Por esta razón, los autores realizan una evaluación retrospectiva de los datos obtenido de forma prospectiva en el ensayo clínico, que compara la realización de la reanimación cardiopulmonar clásica con la reanimación basada en la compresión-descompresión activa con aumento de la presión intratorácica negativa durante la parada cardiaca extrahospitalaria.
El ensayo clínico se realizó en 47 servicios de emergencia de siete comunidades de los Estados Unidos. El objetivo primario era encontrar la asociación independiente entre la presencia de la respiración agónica y la supervivencia a 1 año con buena función neurológica. El objetivo secundario era buscar el potencial valor pronóstico a largo plazo de la combinación de los dos marcadores naturales: la respiración agónica y la taquicardia ventricular/fibrilación ventricular. Se incluyeron las paradas cardiacas extrahospitalarias de origen no cardiológico y no traumáticas.
Este es el primer estudio que demuestra que la presencia de respiración agónica se asocia a supervivencia mayor de 1 año con buena función neurológica de forma independiente a la presencia de arritmias ventriculares.
Ewy y Amstrong publican un editorial sobre el artículo en el que elogian a los autores por sus hallazgos, que apuntan a que la respiración agónica es un marcador natural de actividad del tallo cerebral y se relaciona con mayor supervivencia y buena función neurológica, y resaltan que estos resultados se observan en un modelo animal, añadiendo que en este modelo, el número de respiraciones agónicas va decreciendo a medida que se prolonga la parada cardiaca.
En estudio tiene las siguientes limitaciones: es observacional, no hay datos sobre el tiempo que tarda en recuperar la consciencia tras la presencia del gasping, la presencia de la respiración es menor que en otros estudios y se pudo haber infraestimado la asociación encontrada. Por último, queda la duda de si sería perjudicial suprimir la respiración agónica.
En conclusión, los autores establecen que la presencia de respiración agónica durante la parada cardiaca sería un marcador natural de supervivencia a 1 año con buena función neurológica, que asociada a la presencia de arritmias ventriculares, predice mayor supervivencia con buen pronóstico neurológico. Ante estos hallazgos, no se debería limitar la reanimación cuando se evidencia presencia de respiración agónica y tampoco se debería inhibir. Además, se debería tomar en cuenta la presencia de la respiración agónica antes y durante la parada en los registros, con el fin de poder realizar más estudios.
Referencia
Long-Term Prognostic Value of Gasping During Out-of-Hospital Cardiac Arrest
- Guillaume Debaty, Jose Labarere, Ralph J. Frascone, Marvin A. Wayne, Robert A. Swor, Brian D. Mahoney, Robert M. Domeier, Michael L. Olinger, Brian J. O’Neil, Demetris Yannopoulos, Tom P. Aufderheide, Keith G. Lurie.
- J Am Coll Cardiol 2017; 70:1467-76.