La percepción de los cardiólogos sobre la mala calidad de la anticoagulación con antivitamina K en pacientes con fibrilación auricular (FA) no valvular es prácticamente la mitad de la real. No se trata de una cuestión menor, pues esta arritmia multiplica por cinco el riesgo de ictus y embolia sistémica en más de un millón de pacientes que la padecen en nuestro país.
El estudio ANZEN, presentado en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2018, nació con el objetivo de analizar los motivos por los cuales el uso de los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) en España es tan limitado y notablemente menor a la media de los países de nuestro entorno.
“La situación actual no es ecuánime con las numerosas y consistentes evidencias científicas que demuestran resultados significativamente superiores de los ACOD frente a los antivitamina K”, valora el Dr. Manuel Anguita, primer firmante de ANZEN. “En ello pueden influir los requisitos que nos solicita la Administración para poder prescribirlos, como el requerimiento de visados, que se aprueban solo ocasionalmente. Pero, además, sospechábamos que podían existir otros factores relacionados con la percepción de los médicos”, aclara.
Desnudando la realidad
ANZEN, promovido por la Agencia de Investigación de la SEC, cuenta con la participación del 94% los Servicios de Cardiología de España, en los que se han realizado 588 entrevistas. Los cardiólogos fueron entrevistados por una empresa externa durante su consulta, sin haber recibido previamente ninguna indicación sobre el objeto de la misma. Se les solicitó que accedieran a la historia clínica de un paciente con FA no valvular, tratado con antivitamina K y atendido ese mismo día en consulta. Se tomó nota del International Normalized Ratio (INR), que debe encontrarse entre 2 y 3; y el Tiempo de Rango Terapéutico (TRT), considerándose éste inadecuado si es inferior al 65%. Asimismo, se les solicitó que recordaran los 4 últimos pacientes visitados con FA no valvular tratados con antivitamina K y dieran su impresión sobre el control del TRT.
Los resultados registran que el TRT en los últimos 6 meses fue inadecuado en el 60% de las historias consultadas. No obstante, la impresión de los cardiólogos sobre los últimos 4 pacientes anticoagulados con antivitamina k visitados fue de una mala anticoagulación solo en el 34% de los casos.
“Los resultados de este estudio confirman la necesidad de mejorar la calidad de la anticoagulación en España. La SEC defiende desde hace años la modificación del Informe de Posicionamiento Terapéutico de los ACODs y la supresión del visado previo para su prescripción, pero los datos de ANZEN sugieren que es fundamental concienciar a los médicos sobre la necesidad de revisar en cada visita los INR de los pacientes que reciben antivitamina K y modificar la pauta de anticoagulación en los mal controlados, incluyendo el cambio a un ACOD. Esto puede hacerse cumpliendo los requisitos administrativos de visado y sin representar una sobrecarga de tiempos en las consultas, como se desprende de los resultados este análisis”, concluye el presidente de la SEC.