La administración de terapias antineoplásicas se asocia con el desarrollo de insuficiencia cardiaca y un mayor número de eventos cardiovasculares en supervivientes de cáncer. Las técnicas de mapeo T1 y T2 con resonancia magnética cardiaca (RMC) son capaces de detectar y caracterizar el daño miocárdico.
En este estudio se incluyeron retrospectivamente 115 pacientes a los que se les realizó una RMC por indicación clínica (sospecha de cardiotoxicidad), que habían recibido tratamiento en los 3 meses previos (grupo early Tx) o hace más de 12 meses (grupo late Tx). Los hallazgos se compararon con un grupo control emparejado para sexo, edad y factores de riesgo cardiovascular, y con una cohorte prospectiva de 25 pacientes, con seguimiento longitudinal con RMC a los 2, 12 y 18 meses de iniciar el tratamiento. El protocolo incluyó T1 y T2 mapping, función cardiaca, strain, test de isquemia, realce tardío y obtención de biomarcadores cardiacos.
En comparación con los controles (N 57), los pacientes tenían fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) y strain reducidos, así como T1 y T2 más elevados. El grupo early Tx (N 52) tenía T1, T2 y troponinas significativamente elevados, indicando inflamación miocárdica y edema (p < 0,001). Por el contrario, el grupo late Tx mostró una elevación de T1 nativo, volúmenes telediastólicos del ventrículo izquierdo y fracción aminoterminal del propéptido natriurético cerebral (NT-proBNP), así como una reducción de la FEVI y del strain longitudinal (p < 0,05). La validación prospectiva de estos resultados en una cohorte independiente de pacientes con similar régimen de tratamiento antineoplásico (N 25) y valoración longitudinal con RMC, reveló alta concordancia en los diferentes parámetros de imagen tanto en la afectación precoz como tardía. Además el T1 nativo a los 2 meses presentó una asociación predictiva con la FEVI a los 18 meses y con el cambio de FEVI 2-18 meses.
Los autores concluyen que el T1 y T2 mapping nativo pueden ser útiles para detectar y monitorizar la afectación cardiaca relacionada con el tratamiento antineoplásico, identificando distintos fenotipos: uno de afectación precoz caracterizado por inflamación (T1 y T2 elevados) y otro de afectación tardía, con fibrosis difusa y remodelado (T1 elevado pero T2 normal). Sugieren un algoritmo para la identificación del miocardio en riesgo, con potencial para guiar el inicio de tratamiento cardioprotector.
Comentario
Aunque la viabilidad de usar estar nuevas secuencias ya se había probado en modelos animales de cardiotoxicidad (en ratones, y recientemente en otro estudio con cerdos), este es el primer estudio que explora esta posibilidad en humanos. Se trata de un estudio tipo “prueba de concepto”, que consigue caracterizar dos fenotipos de daño por cardiotóxicos: uno de afectación precoz, que refleja fundamentalmente inflamación activa y daño miocárdico agudo, identificados a través de T1 y T2 nativo (este último parámetro es específico de edema miocárdico), junto con el ascenso de determinación de troponina T de alta sensibilidad (hsTnT); y otro fenotipo de afectación tardía, caracterizado por fibrosis difusa y remodelado miocárdico, con T1 nativo elevado y GLS reducido y valores de NT-proBNP elevados. A pesar de ser un estudio limitado por su naturaleza retrospectiva, su número de pacientes y la heterogeneidad de los mismos, es de interés por demostrar por primera vez la capacidad de la RMC de caracterizar los procesos fisiopatológicos que subyacen y preceden a la disfunción ventricular por cardiotóxicos. Además identifica marcadores de daño precoz muy robustos y reproducibles, que señalan la existencia de miocardio en riesgo.
Estudios de mayor tamaño y diseño apropiado son necesarios para saber si estos parámetros pueden guiar intervenciones preventivas y la posterior estrategia de vigilancia en pacientes con cáncer, con el objetivo final de mejorar su pronóstico.
Referencia
CMR imaging biosignature of cardiac involvement due to cancer-related treatment by T1 and T2 mapping
- Haslbauer JD, Lindner S, Valbuena-Lopez S, Zainal H, Zhou H, D'Angelo T6, Pathan F, Arendt CA, Bug G, Serve H, Vogl TJ, Zeiher AM, Carr-White G, Nagel E, Puntmann VO.
- Int J Cardiol. 2019;275:179-186.