Los autores de este trabajo se plantearon algo tan sencillo como valorar si existe asociación entre el insomnio y el riesgo de aparición de insuficiencia cardiaca (IC). Para ello analizaron los datos de 12.761 personas incluidas en el Health and Retirement Study, un estudio diseñado para obtener una muestra representativa de la población de más de 50 años de Estados Unidos. Los participantes rellenaron una encuesta amplia que incluía datos de salud, familiares y laborales y fueron seguidos durante un periodo de 16 años en el que se evaluó la aparición de nuevos casos de IC.
En la evaluación inicial al menos un 38,4% de los encuestados refirió haber tenido algún síntoma de insomnio. Durante el periodo de seguimiento 1.730 personas desarrollaron insuficiencia cardiaca. Tanto la dificultad de iniciar el sueño como la dificultad de mantenerlo, el despertar temprano en la mañana y la sensación de sueño no reparador se asociaron con un riesgo significativamente mayor (1,2 veces) de desarrollar insuficiencia cardiaca en comparación con los pacientes sin insomnio. El riesgo de presentar insuficiencia cardiaca aumentó con el número de síntomas de insomnio, de tal modo que fue 1,22 veces mayor en pacientes que tenían uno de los cuatro síntomas analizados, 1,45 veces mayor en pacientes con dos síntomas, 1,66 veces mayor en pacientes con tres síntomas y 1,80 veces mayor en pacientes con los cuatro síntomas de insomnio analizados. Los datos sugieren que los síntomas de insomnio se asocian tanto de forma individual como acumulativa con la aparición de IC y que por tanto deben valorarse como un nuevo factor de riesgo.
Comentario
La insuficiencia cardiaca es uno de los principales problemas en nuestra práctica clínica diaria. Aunque hemos mejorado en su manejo, sigue siendo un problema grave que reduce tanto la cantidad como la calidad de la vida de los pacientes. Por esta razón, tenemos todo el interés en aprender por qué se produce y cuáles son los factores de riesgo asociados. Se calcula que un 70% de los problemas cardiovasculares se deben a la acción de factores de riesgo modificables. Y sabemos que mantener hábitos de vida saludables como evitar el tabaco, el alcohol y el sobrepeso, mantener una dieta saludable y realizar actividad física de forma regular previene la aparición de hipertensión, obesidad y diabetes, y enfermedad coronaria. Por tanto, identificar y tratar estos factores de riesgo modificables puede reducir el riesgo de desarrollar IC y menorar la calidad de vida.
El insomnio es un síntoma extraordinariamente frecuente en nuestros tiempos. Se calcula que en el periodo de un año aproximadamente un 30-40% de las personas adultas tendrán en algún momento síntomas de insomnio. Se sabe que las personas con insomnio tienen peor calidad de vida, desarrollan con más frecuencia hipertensión y tienen un riesgo 41-55% mayor de presentar infarto de miocardio e ictus, Y por tanto es perfectamente plausible que el insomnio tenga relación con la insuficiencia cardiaca.
Los mecanismos que relacionan insuficiencia cardiaca e insomnio no se conocen bien. Por una parte, el insomnio se asocia con la presencia de hábitos de vida no saludables, como una dieta no balanceada o la ausencia de actividad física. Pero a su vez, produce un estado de hiperactivación anormal en la noche y un deterioro del rendimiento durante el día que facilita mantener los malos hábitos. Se han identificado varios mecanismos fisiopatológicos que incluyen la disregulación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenales que causa aumento del riesgo cardiovascular, resistencia a la insulina, diabetes y depresión, el aumento del tono simpático que causa aumento de la frecuencia cardiaca y de la tensión arterial y el aumento de la secreción de citoquinas proinflamatorias implicadas en la aterogénesis. El resultado final es la suma de múltiples factores que llevan al desarrollo de la insuficiencia cardiaca.
Sin embargo, las cosas no están tan claras. El insomnio es un síntoma que es muchas veces fugaz, va y viene por temporadas y es muy difícil de cuantificar. Así que este tipo de estudios que se basan en una única encuesta al inicio del seguimiento son muy vulnerables a los sesgos de selección. Otra dificultad metodológica de estos estudios es que no se puede valorar ni descartar si el insomnio se debe o no a apnea del sueño, otro problema relativamente frecuente y del que sí sabemos con certeza que es un factor de riesgo cardiovascular importante. Y finalmente, con este tipo de estudios es sencillamente imposible saber si el insomnio es un factor que causa insuficiencia cardiaca o es simplemente un marcador de la fisiopatología alterada que lleva de los hábitos de salud no saludables al desarrollo de la insuficiencia cardiaca. Queda mucho por aprender, pero lo que parece bastante sencillo es incluir la valoración de los hábitos de sueño en nuestros pacientes y defender, una vez más, hábitos de sueño saludable.
Referencia
Insomnia symptoms and incident heart failure: a population-based cohort study
- Asos Mahmood, Meredith Ray, Aram Dobalian, Kenneth D. Ward and SangNam Ahn
- European Heart Journal, Volume 2021; 42 (40) 4169-4176.