Fumar sigue siendo un gran problema de salud pública. En este estudio de cohortes prospectivo se analizó la relación entre el efecto del abandono del consumo de tabaco y el cambio de índice de masa corporal (IMC), con el riesgo de infarto de miocardio (IM) e ictus.
Se obtuvieron los datos procedentes del sistema nacional seguros de salud de 108.242 varones mayores de 40 años habitantes de Korea, sin historia previa de enfermedad cardiovascular, durante los periodos de 2002-2003 y 2004-2005. Se registraron en esos periodos la información de hábito tabáquico e IMC, para dividir los grupos en fumadores, exfumadores y no fumadores, y a su vez, los exfumadores en tres categorías: ganancia de peso, mantenimiento y pérdida de peso, definido como una variación en el IMC mayor a 1 kg/m2. Los participantes fueron seguidos desde 1 enero de 2006 hasta el 30 de diciembre de 2013.
Durante el periodo de seguimiento, un 46% continuaban fumando, 48% eran no fumadores y un 8% exfumadores. Dentro de los exfumadores (n = 6.027), 1.633 ganaron peso, 3.710 se mantuvieron en el mismo peso y 684 perdieron peso. En el grupo de fumadores y no fumadores no hubo variaciones de peso relevantes. Se analizaron los datos mediante el modelo de riesgo proporcional (Cox) ajustado. El riesgo de IM se redujo en exfumadores con ganancia de IMC un 67% (hazard ratio 0,33; IC 95%: 0,16-0,7) y un 25% para ictus ictus (HR 0,75; IC 95%: 0,62-0,92 para ictus). En aquellos que mantuvieron peso se redujo el riesgo de IM un 45% (HR 0,55; IC 95%: 0,37-0,83) y un 25% para ictus (HR 0,75; IC 95%: 0,62-0,92). Los exfumadores que perdieron peso se redujo 9% el riesgo de IM (HR 0,91; IC 95%: 0,43-1,91) y un 13 % el de ictus (HR 0,86; IC 95%: 0,57-1,31 para ictus), no siendo una reducción significativa. En el grupo de no fumadores se reducía el riesgo de padecer IM 63% (HR 0,37; IC 95%: 0,32-0,43) y un 32% de ictus (HR 0,68; IC 95%: 0,64-0,73) comparado con los fumadores.
Comentario
De todos es bien conocido la relación entre el tabaco y el aumento de la incidencia de IM e ictus. Numerosos estudios demuestran que el cese del hábito tabáquico se acompaña de una reducción de las enfermedades cardiovasculares, entre otras. Pese a ello, continuamente se plantean dudas por parte de los pacientes sobre el potencial efecto deletéreo derivado del aumento de peso al dejar de fumar.
En este artículo se aborda esta cuestión y claramente refleja que el efecto beneficioso del abandono del tabaco se mantiene tanto en aquellas personas que ganan peso al dejar de fumar como en las que no. Además, podemos observar que solo un 27% de los que dejan de fumar aumentan de peso.
De todo ello podemos concluir que no hay excusas para no dejar de fumar, dada la reducción significativa del riesgo de IM y de ictus. El dejar de fumar no supone un aumento de peso por sí mismo, ya que la mayoría de las personas no aumentan de peso.
Referencia
- Kyuwoong Kim, Sang Min Park, and Kiheon Lee.
- European Heart Journal (2018) 39, 1523-1531.