El estudio GATEWAY presentado en las sesiones científicas AHA 17, analiza el efecto de la cirugía bariátrica sobre las cifras y control de la tensión arterial en pacientes con índice de masa corporal (IMC) entre 30-39,9 kg/m2 y al menos dos fármacos antihipertensivos.
En el estudio GATEWAY (Gastric Bypass to Treat Obese Patients With Steady Hypertension) se compararon dos grupos, uno con cirugía de bypass gástrico laparoscópico en Y de Roux más tratamiento médico antihipertensivo frente a otro grupo con terapia médica. Se evaluaron casi 1.500 pacientes, de los que se incluyeron 100 pacientes (70% mujeres, edad media 43,8 ± 9,2 años, IMC 36,9 ± 2,7 kg/m2).
Los pacientes con derivación gástrica tenían un control de la TA significativamente mejor en comparación con el grupo de tratamiento médico solo.
Más de la mitad de los pacientes en el brazo de bypass gástrico normalizaron la tensión arterial (TA) al año de seguimiento, manteniendo un buen control de cifras de TA en 42 de los 49 pacientes con bypass (83,7%) frente a 6 de 47 pacientes (12,8%) en el grupo de control. Además, todos los pacientes del grupo de tratamiento médico necesitaban antihipertensivos para mantener la TA baja, y la mitad de ellos necesitaba al menos tres fármacos.
También hubo efectos saludables en los parámetros metabólicos, incluido el control de la glucosa y el colesterol. Las deficiencias nutricionales como la anemia y los bajos niveles de vitamina B12 fueron más comunes entre los pacientes sometidos a cirugía de derivación gástrica. El estudio no tenía potencia para valorar eventos clínicos.
Además, en un análisis post hoc del estudio, aproximadamente el 20% de los pacientes que se sometieron a cirugía bariátrica lograron el objetivo sistólico del SPRINT con una TAS < 120 mmHg, algo que no ocurrió en ningún paciente de grupo control.
Por todo ello, los autores concluyen que la cirugía bariátrica representa una opción terapéutica en el control de la TA en paciente con obesidad e hipertensión.
Comentario
El estudio presenta limitaciones como el corto seguimiento de 12 meses, ya que los efectos de la cirugía bariátrica pueden disminuir con el tiempo, y la realización de la cirugía por un equipo experto, que reduce la validez externa en equipos menos experimentados. Además, hemos de considerar que de los casi 1.500 pacientes que fueron evaluados, solo se incluyeron 100 pacientes, lo que sugiere que la generalización de la técnica es un problema.
El estudio refleja como la cirugía bariátrica es una opción “extra” que nos debe ayudar en el control metabólico e inflamatorio de los pacientes con obesidad con IMC > 30 kg/m2, y por tanto puede reflejar una reducción de eventos cardiovasculares. Hemos de considerar la morbimortalidad operatoria de la técnica y la falta de evidencia en pacientes con IMC < 30 kg/m2.
Referencia
- Carlos Aurelio Schiavon, Angela Cristine Bersch-Ferreira, Eliana Vieira Santucci, Juliana Dantas Oliveira, Camila Ragne Torreglosa et al.
- Circulation. 2017;CIRCULATIONAHA.117.032130. Originally published November 13, 2017