Los factores de riesgo modificables para las valvulopatías continúan siendo desconocidos, lo cual limita su prevención y tratamiento. Este estudio tuvo como objetivo esclarecer la asociación entre la presión arterial sistólica y la enfermedad valvular.
Para ello se analizó una población de 502.602 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 40 y los 96 años, que fue evaluada por medio de un método de aleatorización mendeliana, y empleando datos de pacientes individuales. Los criterios de inclusión fueron datos genéticos válidos y mediciones de presión arterial. Los pacientes fueron reclutados entre 2006 y 2010, y el análisis de los datos se realizó desde junio de 2018 hasta enero de 2019.
La presión arterial sistólica se midió durante la evaluación clínica. Los instrumentos para determinar el efecto genético de la hipertensión se identificaron a partir de variantes que fueron independientemente asociadas con la presión arterial sistólica con una frecuencia de alelos menores mayor que 0,01 (umbral de desequilibrio de ligamiento de r2 < 0,1). Se seleccionó un total de 130 polimorfismos de un solo nucleótido que se ha demostrado que están asociados con la presión arterial sistólica en un metaanálisis de asociación de todo el genoma que involucra a 1 millón de participantes de ascendencia europea.
El objetivo primario fue la incidencia de estenosis aórtica, insuficiencia aórtica e insuficiencia mitral, individualmente y combinadas. Los casos estaban basados en los registros hospitalarios conectados al biobanco del Reino Unido, con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10).
De los 502.602 pacientes a los que se realizó valoración, 329.237 participantes (177.741 [53,99%] mujeres, con edad media 56,93 años [desviación estándar 7,99]) tenían datos genéticos válidos y mediciones de presión arterial. De esta cohorte, 3.570 individuos (1,08%) tenían un diagnóstico de enfermedad valvular (1.491 [0,45%] estenosis aórtica; 634 [0,19%] insuficiencia aórtica; y 1.736 [0,53%] insuficiencia mitral). Cada incremento de 20 mmHg de la presión arterial sistólica estuvo asociado con un aumento del riesgo de estenosis aórtica (odds ratio [OR] 3,26; intervalo de confianza [IC] 95%: 1,50-7,10), insuficiencia aórtica (OR 2,59; IC 95%: 0,75-8,92) e insuficiencia mitral (OR 2,19; IC 95%: 1,07- 4,47) sin evidencia de heterogeneidad por tipo de afectación valvular (p = 0,90). Los análisis de sensibilidad confirmaron la robustez de la asociación.
Los autores concluyen que la exposición a cifras elevadas de presión arterial sistólica a lo largo de la vida parece estar asociada con un aumento del riesgo de enfermedad valvular cardiaca.
Comentario
A lo largo del siglo pasado hemos presenciado un cambio importante en el espectro de la enfermedad valvular cardiaca. La degeneración valvular asociada a la edad ha reemplazado a la enfermedad reumática como etiología más frecuente, y habitualmente se presenta como estenosis aórtica o insuficiencia mitral. Los autores de este trabajo se cuestionaron si la hipertensión arterial es un factor de riesgo modificable de enfermedad valvular cardiaca. Para ello se realizó un estudio de aleatorización mendeliana que utiliza la exposición aleatoria natural de individuos a variantes genéticas que están altamente asociadas con el aumento de presión arterial sistólica. La asignación mendeliana al azar es similar a la asignación aleatoria de la intervención en ensayos clínicos aleatorizados.
Los autores observaron un incremento del riesgo de presentar estenosis aórtica, insuficiencia aórtica e insuficiencia mitral en pacientes con presión arterial elevada. Si se consideraban juntas las tres afectaciones valvulares como un endpoint compuesto, por cada aumento de presión arterial de 20 mmHg la OR de presentar valvulopatía se triplicaba. Los resultados están en consonancia con registros realizados con anterioridad, que incluso mostraron una asociación algo menos fuerte, probablemente por un sesgo de confusión residual (“hacia el nulo”). Los estudios de aleatorización mendeliana a menudo muestran asociaciones más fuertes ya que presentan la exposición a lo largo de la vida y no solo en un tiempo específico.
Teniendo en cuenta que la asociación entre la presión arterial elevada y las valvulopatías es similar a otras enfermedades cardiovasculares como el ictus, la insuficiencia cardiaca y la cardiopatía isquémica, es razonable pensar que la reducción de la presión arterial puede conllevar efectos similares en pacientes con riesgo de presentar una valvulopatía en el futuro. Por tanto, el control de la presión arterial podría ser una estrategia preventiva para la enfermedad valvular cardiaca.
Entre las limitaciones del estudio destaca su naturaleza cuasiexperimental derivada de su diseño (aleatorización mendeliana). No puede descartarse la presencia de errores debido a la extracción de los datos de registros electrónicos, así como la ausencia de datos ecocardiográficos.
A pesar de las limitaciones, este estudio sugiere que la exposición a una presión sistólica elevada a lo largo de la vida puede asociarse con un mayor riesgo de afectación valvular. El tratamiento para reducir la presión arterial puede ser una estrategia útil para la prevención de valvulopatías.
Referencia
Systolic Blood Pressure and Risk of Valvular Heart Disease: A Mendelian Randomization Study
- Nazarzadeh M, Pinho-Gomes AC, Smith Byrne K, Canoy D, Raimondi F, Ayala Solares JR, Otto CM, Rahimi K.
- JAMA Cardiol. 2019 Jul 10. [Epub ahead of print]