Los estudios realizados hasta la fecha sobre las diferencias entre hombres y mujeres con una parada cardiaca extrahospitalaria (PCR-EH) han mostrado resultados contradictorios. El objetivo de este trabajo fue proporcionar una visión global de las diferencias según el sexo en el pronóstico y forma de presentación de una PCR-EH.
Los autores realizaron un estudio de cohortes de base poblacional en los Países Bajos (AmsteRdam REscustation STudies [ARREST]) que analizó a todos los pacientes que recibieron resucitación cardiopulmonar (2006-2012) por una parada de presumible causa cardiaca. Se calcularon las odds ratios (OR) para la asociación entre el sexo y recibir un intento de reanimación por los servicios de emergencia, presentar un ritmo inicial desfibrilable, y recibir tratamiento hospitalario (empleando un modelo de regresión logística). Adicionalmente, se hizo una valoración de las diferencias entre sexos en la supervivencia, supervivencia en la población total y de los pacientes con un ritmo inicial desfibrilable.
Se identificaron 5717 PCR-EH atendidas por los servicios de emergencias (28% mujeres). Se definió “intento de reanimación” cuando los servicios de emergencia valoraron el caso, y la víctima recibió desfibrilación externa y/o compresiones torácicas. Las mujeres con una PCR-EH recibieron menos frecuentemente que los varones un intento de reanimación por los testigos del suceso (67,9% frente al 72,7%; p < 0,001), incluso cuando la PCR-EH fue presenciada (69,2% frente al 73,9%; p < 0,001). Las mujeres que fueron reanimadas tenían menos probabilidad de supervivencia al alta hospitalaria que los varones (OR 0,57; intervalo de confianza al 95% [IC 95%]: 0,48-0,67; 12,5% frente al 20,1%; p < 0,001), supervivencia hasta la llegada al centro hospitalario (OR 0,88; IC 95%: 0,78-0,99; 33,6% fremte al 36,6%; p = 0,033] y supervivencia desde el ingreso hasta el alta (OR 0,49; IC 95%: 0,40-0,60; 33,1% frente al 51,7%). Esto fue explicado fundamentalmente por una menor frecuencia de un ritmo inicialmente desfibrilable en las mujeres (33,7% frente al 52,7%; p < 0,001). Después de ajustar por parámetros de la reanimación, el sexo femenino continuó estando asociado de manera independiente con una menor frecuencia de primer ritmo desfibrilable.
Los autores concluyen que en casos de PCR-EH, las mujeres son reanimadas por testigos con menos frecuencia que los varones. Cuando se lleva a cabo un intento de reanimación, las mujeres presentan menor supervivencia que los varones, en todas las fases de la atención sanitaria (prehospitalaria, e intrahospitalaria). Esta brecha de género se explica posiblemente por una menor tasa de ritmos desfibrilables en las mujeres que puede explicarse, solo de manera parcial, por las características de la reanimación.
Comentario
En los últimos años, las diferencias entre hombres y mujeres en la forma de presentación y el pronóstico de las enfermedades cardiovasculares están cobrando un interés cada vez mayor. La PCR-EH es una de las principales causas de mortalidad, aunque hemos observado una reducción en las muertes por esta causa gracias a estrategias poblacionales que promueven una atención y desfibrilación tempranas. En el caso de la PCR-EH encontramos también diferencias importantes de supervivencia entre sexos y los varones tienen una menor mortalidad.
En este estudio, las características y la forma de presentación de la PCR-EH fue menos favorable en el caso de las mujeres, ya que eran más añosas, con más comorbilidad cardiovascular, presentaron la PCR-EH menos frecuentemente en una localización pública, menos casos fueron presenciados, recibieron menos reanimación por testigos y se documentó un ritmo inicial desfibrilable con menor frecuencia. El infarto agudo de miocardio se diagnosticó menos en las mujeres que habían sufrido una PCR-EH, y además recibieron menos que los hombres una coronariografía y revascularización percutánea. La estrategia de control de temperatura se aplicó de manera similar en varones y mujeres, sin embargo, las mujeres fallecieron más antes de poder aplicar este tratamiento. Después de hacer un ajuste en el modelo multivariable por las comorbilidades previas y las características del evento de PCR-EH, el sexo femenino continuó siendo una variable asociada de manera independiente con un ritmo no desfibrilable. Es destacable que en el subgrupo de pacientes con un ritmo desfibrilable, no hubo diferencias en la supervivencia, ni en el estado neurológico al alta entre hombres y mujeres.
Los resultados de este trabajo son interesantes para una mejor comprensión de los ritmos no desfibrilables. Los autores señalan que la mayor incidencia de ritmos no desfibrilables en mujeres se explicaría, al menos en parte, por un retraso en la identificación de la parada cardiaca y la atención por testigos, aunque también podrían existir factores biológicos y una mayor atipicidad de los síntomas antes del evento.
El acceso a un intento de reanimación en pacientes con PCR-EH depende de un adecuado reconocimiento inicial por parte de los testigos. Las maniobras de reanimación iniciadas por testigos tienen importancia hasta la llegada de los servicios de emergencia, ya que los ritmos inicialmente desfibrilables se transforman en no desfibrilables rápidamente en ausencia de una atención adecuada.
En el editorial que acompaña este artículo, los doctores Hyman y Deo señalan que los resultados de este trabajo son consistentes con experiencias anteriores que también han encontrado una menor atención por testigos en las mujeres con PCR-EH y una mayor frecuencia de ritmos no desfibrilables. Insisten en que existen diferencias demográficas como la viudedad, o convenciones sociales que hacen que las mujeres sean menos atendidas en este contexto y es necesario concienciar a la población. Señalan que en la actualidad el tratamiento de la fibrilación ventricular es claro: una desfibrilación rápida por testigos. En cambio, en el caso de la asistolia y la actividad eléctrica sin pulso es poco específico, ya que muchas entidades pueden producir estos patrones, y desgraciadamente, estamos presenciando un aumento de frecuencia de ritmos no desfibrilables que presentan un peor pronóstico. Es deseable que futuras investigaciones analicen en profundidad las causas que permitan explicar la mayor incidencia de ritmos no desfibrilables en mujeres y adaptar los tratamientos prehospitalarios en estos casos.
Referencia
Women have lower chances than men to be resuscitated and survive out-of-hospital cardiac arrest
- Blom MT, Oving I, Berdowski J, van Valkengoed IGM, Bardai A, Tan HL.
- European heart journal 2019;40(47):3824-3834.