El presente estudio reporta los resultados maternos y fetales hasta los seis meses, de una cohorte internacional de pacientes embarazadas con miocardiopatía hipertrófica.
En una iniciativa de la Sociedad Europea de Cardiología, se inició un registro internacional prospectivo para valorar la evolución y potenciales complicaciones en pacientes con miocardiopatía hipertrófica (MCH) tanto en la madre como en el feto.
Se valoró la presencia de muerte, insuficiencia cardiaca (IC), evento tromboembólico y arritmia como evento combinado en relación a las características clínicas basales y durante el seguimiento de sesenta mujeres embarazadas (edad media de 30,4 ± 6,0 años) con HCM (41,7% obstructiva).
En prácticamente una cuarta parte de las pacientes se produjo un evento adverso combinado, siendo más frecuente durante el último trimestre y etapa neonatal. No se produjeron muertes maternas durante el seguimiento, pero sí 3 pérdidas fetales (5%). El evento más frecuentemente producido fue la IC (9 pacientes). En una quinta parte de las pacientes que padecieron un evento adverso fue necesario practicar una cesárea. No se detectaron diferencias significativas en relación a la presencia de OTSVI, mientras que sí que las hubo en relación la presencia clínica de IC.
Los resultados de este estudio muestran que las pacientes con MCH pueden tolerar aceptablemente bien los embarazos, pero que las complicaciones cardiovasculares no son infrecuentes y se aboga por un seguimiento intensivo en unidades especializadas.
Comentario
Durante el embarazo, se producen una serie de cambios hemodinámicos encabezados inicialmente por una caída brusca de las resistencias periféricas, con un aumento secundario del gasto cardiaco y volumen sistólico, seguidos posteriormente por una redistribución del volumen con tendencia a la congestión tras el parto. Las pacientes afectas de miocardiopatía presentan una mayor susceptibilidad a todos estos cambios, pudiendo precipitarse eventos a lo largo del embarazo y tras el parto.
El registro de pacientes se engloba en el seno del ROPAC, con origen en los grupos de trabajo de la Sociedad Europea de Cardiología sobre valvulopatías y cardiopatías congénitas. Se trata de un estudio muy interesante que intenta responder a preguntas necesarias con el objetivo de optimizar el seguimiento y tratamiento de pacientes embarazadas con MCH.
Sin embargo, los mismos autores del estudio admiten que por la naturaleza del registro existe información incompleta en relación a características clínicas basales como por ejemplo la presencia de antecedentes familiares, estudio genético, o la presencia previa de arritmias.
En cuanto a las características basales de las pacientes del registro, cabe destacar un importante porcentaje de pacientes sintomáticas, independientemente de la presencia o no de gradiente obstructivo. En este sentido, la presencia de eventos no se ha relacionado con la presencia de gradiente obstructivo de forma significativa, pero sí lo ha sido en relación a la presencia de clínica de IC, lo que en parte podría indicar la presencia de pacientes con cierto grado de restricción del llenado. Sin embargo, hubiese sido interesante poder valorar la evolución del gradiente durante el embarazo y el manejo médico realizado.
A pesar de que el número de pacientes reclutadas es relativamente bajo, la tasa de eventos de forma global no fue despreciable, de entre los que destacan los episodios de IC y TV que se agruparon mayoritariamente durante el tercer trimestre y en el periodo posnatal (en este caso episodios de IC). A destacar, que en un caso se implantó un desfibrilador en el periodo posnatal, por lo que se sugiere que se trató de una arritmia importante.
En cuanto a las complicaciones obstétricas y neonatales, a destacar que la morbilidad fetal observada con mayor frecuencia fue el parto prematuro (26%), retraso en el desarrollo fetal (8%) y bradicardia fetal (3%). Resulta interesante observar, que el uso de medicaciones habituales en la MCH durante la gestación como los betabloqueantes y en menor medida los diuréticos, antagonistas del calcio y antiarrítmicos, no se relacionó de forma significativa con eventos adversos durante el periodo fetal ni durante los primeros 6 meses posnatales.
Ocurrieron tres pérdidas fetales de las cuales 1 aborto espontáneo en un feto con sospecha de miocardiopatía mitocondrial y 2 muertes fetales en relación a una paciente con IC y TV y una paciente con fibrilación auricular que se trató con fármacos (digoxina y disopiramida). No hubo una relación estadísticamente significativa entre la presencia de eventos adversos y problemas neonatales. Sin embargo, cabe destacar que únicamente se registraron 14 pacientes con eventos, lo que probablemente es un número inferior al deseado de cara a sacar conclusiones. Para terminar, del conjunto de neonatos un 8,3% fueron diagnosticados de MCH en la etapa neonatal, lo que denota una elevada expresividad de la enfermedad.
En cualquier caso, se trata de un registro interesante del que podemos extraer que las pacientes con MCH llevan a cabo un embarazo sin complicaciones en la mayor parte de los casos, pero tienen un riesgo no despreciable de presentar eventos durante la gestación, siendo más frecuentes las taquicardias ventriculares durante las fases finales de la gestación y de IC en el periodo posnatal. Por ello, debemos intentar concentrar el manejo de estas pacientes en centros con experiencia en el manejo gineco-obstétrico de pacientes con cardiopatías de riesgo, para evitar eventos potencialmente prevenibles.
Referencia
- S. Goland I.M. van Hagen G. Elbaz-Greener U. Elkayam A. Shotan W.M. Merz S.C. Enar I.R. Gaisin P.G. Pieper M.R. Johnson R. Hall A. Blatt J.W. Roos-Hesselink.
- European Heart Journal, Volume 38, Issue 35, 14 September 2017, Pages 2683-2690.