La fibrilación auricular en pacientes con cáncer activo es un problema clínico cada vez más frecuente. Este documento de consenso resume las bases del tratamiento.
La mejoría en la supervivencia de los pacientes onco-hematológicos ha incorporado a nuestra cartera de servicios la prevención y el tratamiento de las complicaciones cardiovasculares derivadas de las terapias antitumorales, aunque con evidencias científicas limitadas para el manejo de muchas de ellas. De forma paralela, el uso de terapias dirigidas ha cambiado el perfil de riesgo de los pacientes que viven con cáncer, así como las manifestaciones clínicas de la cardiotoxicidad.
Cáncer y fibrilación auricular (FA) son entidades íntimamente relacionadas desde el punto de vista epidemiológico y fisiopatológico. Comparten múltiples factores de riesgo: edad, obesidad, sedentarismo, diabetes, hipertensión arterial y, tanto el cáncer en sí mismo como las terapias antitumorales, favorecen el desarrollo de FA.
La pregunta que inmediatamente nos surge es, ¿se merecen los pacientes con cáncer un manejo de la FA diferente al establecido por las guías de práctica clínica? La clave para poder responder a esta pregunta es ponerle nombre y apellidos a la palabra cáncer. Con la información disponible debemos incluir los antecedentes de cáncer y tratamientos cardiotóxicos como un factor de riesgo cardiovascular y por tanto como factor de riesgo para el desarrollo de FA; sin embargo, esto no constituye un motivo para cambiar el manejo clínico habitual en pacientes “curados” de cáncer. La respuesta es más compleja en los pacientes con diagnóstico reciente de cáncer o que están recibiendo antitumorales, particularmente en el campo del manejo del riesgo tromboembólico y esa es la razón de este documento de consenso, elaborado de forma conjunta por expertos de la Sociedad Española de Cardiología, la Sociedad Española de Oncología Médica, la Sociedad Española de Oncología Radioterápica y la Sociedad Española de Hematología.
Os resumimos las claves del documento:
- ¿Cómo estimamos el riesgo tromboembólico en pacientes con cáncer activo y FA? En espera de scores de riesgo prospectivos en esta población se recomienda el uso del CHA2DS2VASc para establecer la indicación de anticoagulación.
- ¿Cómo se está manejando la anticoagulación en pacientes con cáncer activo que precisan este tratamiento? Hay una gran disparidad en el manejo del riesgo tromboembólico, pero de forma general podemos afirmar que, comparados con los pacientes sin cáncer, la población onco-hematológica con FA va menos al cardiólogo, al menos 1 de cada 4 pacientes no recibe anticoagulantes a pesar de estar indicados y un 30% recibe dosis infraterapéuticas, generalmente de heparinas de bajo peso molecular.
El documento revisa las evidencias científicas sobre el manejo del riesgo tromboembólico en FA y cáncer activo en diferentes escenarios clínicos y nos transmite conclusiones importantes:
- La presencia de FA, los antecedentes de FA o la posibilidad de presentarla no contraindican el uso de ningún tratamiento onco-hematológico, aunque sí implican la necesidad de un abordaje multidisciplinario por cardio-onco-hematología.
- El uso de antagonistas de la vitamina K es problemático durante el tratamiento activo debido a la dificultad de asegurar valores estables de INR y el riesgo de interacciones medicamentosas.
- Aunque no hay datos directos sobre pacientes con FA sin contraindicación para anticoagulantes directos (ACOD), el uso de estos fármacos representa una opción segura y eficaz y son, a nuestro entender, la opción preferente en este escenario clínico.
- La selección del ACOD debe individualizarse según el potencial de interacciones farmacológicas y la presencia de comorbilidades.
Por tanto, la respuesta a la primera pregunta que planteábamos: ¿se merecen los pacientes con cáncer un manejo de la FA diferente al establecido por las guías de práctica clínica? es sí; pero en espera de un CHA2DS2VASc específico en oncología y de estudios aleatorizados que confirmen la eficacia y la seguridad de los ACOD en pacientes con FA y cáncer activo debemos seguir las guías actuales de FA y aplicar nuestra amplia experiencia en el manejo de los ACOD en situaciones complejas, sin discriminar a los pacientes con cáncer activo.
Referencia
- Teresa López-Fernández, Ana Martín-García, Inmaculada Roldán Rabadán, Cristina Mitroi, Pilar Mazón Ramos, Pablo Díez-Villanueva, Carlos Escobar Cervantes, Concepción Alonso Martín, Gonzalo Luis Alonso Salinas, Meritxell Arenas, Vicente Ignacio Arrarte Esteban, Francisco Ayala de La Peña, Antonio Castro Fernández, Héctor García Pardo, Ramón García-Sanz, José Ramón González Porras, Esteban López de Sá, Teresa Lozano, Pascual Marco Vera, Virginia Martínez Marín, Dolores Mesa Rubio, Ángel Montero, Gerard Oristrell, Armando Pérez de Prado, Sonia Velasco del Castillo, Juan Antonio Virizuela Echaburu, Eduardo Zatarain-Nicolás, Manuel Anguita Sánchez, Juan Tamargo Menéndez, en representación de los grupos de Cardio-Onco-Hematología y Trombosis de la Sociedad Española de Cardiología y la Sociedad Española de Oncología Médica, la Sociedad Española de Oncología Radioterápica y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia.
- Rev Esp Cardiol. 2019; 72 (9): 749-759.